Pequeños consejos para quien vaya a Viena

Navidad en Viena

Estuve en Viena durante el invierno del año 2016 con una chica y dos chicos.

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Todo el mundo sabe lo fascinantes que pueden llegar a ser los mercadillos de Navidad, que son la principal atracción en invierno: los hay grandes y pequeños, se encuentran en casi todas las plazas y venden principalmente dulces, corazones de mazapán glaseados, decoraciones para el árbol de Navidad, juguetes y objetos de todo tipo.

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Aconsejo a los futuros visitantes de Viena elegir un alojamiento en el centro ya que, aunque el precio será un poco más alto, muchas de las atracciones principales se encuentran allí, por lo que se puede ir andando y ahorrarse los billetes del tranvía. Las zonas que están un poco más alejadas, en base a mi experiencia, no aparentan tener mucha seguridad.

Los vieneses fueron muy atentos y amables cuando les hice alguna pregunta y cuando les pedí ayuda.

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En diciembre y por la noche durante toda la semana no hay mucha gente; por lo que se necesita investigar un poco para encontrar bares y locales concurridos, mientras que durante el fin de semana esto es diferente. Si se hace muy tarde, fuera de los locales se pueden encontrar taxis; los trenes vuelven a funcionar a las 6 o 7 de la mañana.

Las universidades son majestuosas y los estudiantes, a pesar de la agitada vida universitaria, están disponibles para conversar y para dar consejos sobre dónde ir a comprar cualquier cosa. Cerca de algunas universidades es posible encontrar restaurantes con precios bastante bajos. Las paradas obligatorias son el museo Albertina, el Palacio Hofburg y el Belvedere.