Ver un espectáculo en la Ópera

¡Muy buenas a todos! En la publicación de hoy, como os dije previamente en el segundo post que subí sobre Viena, vengo a contaros nuestra experiencia visitando la Ópera Estatal de Viena, y contemplando una de las obras que se representaban la tarde-noche que estuvimos en este edificio con aires tan palaciegos y señoriales.

Poder asistir a una obra en una ópera tan importante como es la de Viena, era un plan en nuestra lista que sin duda queríamos realizar, siempre dependiendo de cómo fuéramos de tiempo. En el segundo y último día que pasamos por la capital austríaca, quisimos organizarnos de tal manera que pudiéramos entrar a la ópera y, además, ver una obra. En esta publicación, os cuento cómo conseguimos unas entradas privilegiadas.

El precio de los tickets para asistir a la ópera suele ser bastante caro, rondando los 200 euros, aunque también dependerá la zona que elijáis. Sin embargo, en Viena tenemos la oportunidad de poder ver una obra por tan solo 10 euros, eso sí, el inconveniente es que habrá que hacer un par de horas de cola.

Ese mismo día por la mañana, preguntamos a la guía del free tour cómo funcionaba exactamente el sistema de venta de entradas a 10 euros, ya que, aunque habíamos buscado información por internet previamente, queríamos saber más detalles, así que ella nos lo explicó tal y como lo haré yo con vosotros, por si tenéis pensado visitar Viena próximamente y no queréis perderos este planazo.

En primer lugar, debéis saber que la mayoría o muchas de las obras suelen tener comienzo a las 19:30 de la tarde, y que la venta de las últimas entradas comienza 80 minutos antes del comienzo de la función, es decir, a las 18:10. Sin embargo, para aseguraros de que contáis con un sitio, y también para poder tener la posibilidad de escoger las mejores vistas al espectáculo, deberéis iros a la cola con más antelación.

Tal y como nos contaron, a las 4 y media de la tarde la ópera abre sus puertas para que todo aquel interesado en comprar una entrada pueda hacer cola dentro del edificio. Nosotros, queríamos estar de los primeros, así que llegamos sobre las 4, y tan solo teníamos a un par de personas delante de nosotros.

Tras acceder al interior a las 4 y media, tuvimos que esperar hasta las 18:10, el momento en el que se abría la taquilla para comprar la entrada. Un dato a tener en cuenta, es que si por algún motivo tenéis que saliros de la cola y salir de la ópera, en ningún momento podréis regresar, ya que no os pueden guardar el sitio, y por lo tanto, deberíais colocaros al final de la cola, así es como nos explicaron el personal de la ópera. Sin embargo, sí que podréis ir al baño en cualquier momento, ¡faltaría más!

Un hombre austríaco majísimo que sabía hablar inglés a la perfección y que estaba delante nuestra en la cola, nos explicó que a la hora de comprar las entradas en taquilla, debíamos pensar cuál de las tres zonas que ofrecen elegiríamos:

-El balcón, el área que se encuentra en la parte más superior de la ópera, como algunos aficionados del fútbol llamaríamos, “el gallinero”. Desde aquí, podréis admirar a la perfección cómo toca la orquesta sinfónica, pero, sin embargo, tendréis una visión bastante reducida del escenario.

-Asientos repartidos por la ópera. Aunque, en este caso, podréis tener la oportunidad de estar sentados, no os recomiendo que escojáis esta opción, ya que, según nos contó este hombre, muchas veces suelen ser asientos situados detrás de columnas o con visibilidad escasa, tanto al escenario como a la orquesta, por lo que decidimos no decantarnos por esta opción, ya que, al ser casi los primeros de la cola, podíamos elegir.

-Parterre, sin duda alguna, la zona que más os recomiendo, puesto que la ubicación de esta platea es fantástica, y desde aquí podréis tener las mejores vistas tanto a la orquesta como al escenario, que se encuentra justo en frente. Nosotros elegimos el parterre, y no pudimos acertar más, puesto que vimos la obra increíblemente bien. Aquí os dejo una foto de la posición que tenía yo:

El único inconveniente, por ponerle alguna pega a esta zona, es el hecho de que deberéis estar de pie durante las dos horas y media que dura la obra, ¡pero el sitio lo merece! Además, cuanto antes lleguéis a la cola, mejores posiciones tendréis. Como nosotros llegamos pronto, tuvimos la oportunidad de poder estar en la primera fila de esta platea, por lo que la visión al escenario, o a la orquesta sinfónica que se encuentra justo a los pies de este, era inmejorable.

No sé si en las zonas del balcón o de la galería estará disponible esta opción, pero en parterre, tenemos delante de cada asiento una pantalla, en la que se muestra la sinopsis o datos interesantes sobre la obra que va a ser representada. Además, también existe la posibilidad de traducir a tu idioma el guion de la obra, para que podáis seguir el hilo a la perfección, ya que en el caso de la obra que nosotros vimos, los personajes cantaban en italiano.

Otro dato que quería comentaros, es que la venta de billetes comienza a las 18:10, y una vez tengáis las entradas os aconsejo que os dirijáis directamente hacia vuestra zona, para coger sitio cuanto antes. Delante de vuestro sitio, siempre podréis dejar una prenda de ropa, como una bufanda o una chaqueta, para que sea respetado. A partir de aquí, podréis descubrir el complejo interior de la ópera, pasar por los distintos salones donde los espectadores pueden pedir aperitivos o tomar algo, e incluso podréis acceder a otras zonas de la ópera, para verla desde otra perspectiva.

Un aspecto que os llamará la atención, será ver a personas distinguidas, vestidas con sus mejores galas para asistir al espectáculo, hombres con esmoquin, o mujeres con largos vestidos de lentejuelas, un escenario de película.

La obra que estuvimos viendo se llama Turandot, una obra compuesta por el famoso autor italiano Giacomo Puccini, inspirada en una leyenda oriental. El espectáculo duró dos horas y media, aunque hubo un descanso de unos 25 minutos a la mitad. Desde el minuto uno, tuve los pelos de punta, escuchando la maravillosa voz de todos los personajes, o el trabajo tan espectacular que la orquesta realiza. Como dijo Richard Gere en una de las películas más conocidas que protagonizó, Pretty Woman, hay personas que aman la ópera, y otras que la detestan. En el caso de Julia Roberts y en el mío, ambas coincidimos en que se trata de un auténtico arte.

No sé en qué momento volveré a asistir a un espectáculo así, ¡pero yo ya lo estoy deseando! Y a vosotros, os recomiendo que, si venís de visita a Viena, organizaros bien para poder aprovechar el tiempo al máximo, y sacarle un hueco a una de vuestras tardes para visitar una de las óperas más famosas del mundo. Y si ya que estáis podéis ver una obra aquí, ¡mejor imposible!

Y hasta aquí termina esta publicación, en la que os explico nuestra experiencia en la ópera, y os doy algunos consejos para que podáis disfrutar al máximo de esta actividad cultural tan recomendable.

Si no os ha quedado claro cualquier detalle, u os gustaría saber algo más en profundidad, no dudéis en contactar conmigo para preguntarme lo que queráis. ¡Muchas gracias a todos!

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