Último fin de semana en Viena. Tour en bicicleta por la U6 y por el otro lado del Danubio [parte 2]

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¡Segunda parte! Hasta ahora había hecho 12 kilómetros por la mañana en bicicleta y uno andando. Fui en bici desde la estación Alser Strasse CityBike hasta Spittelau y por el lado de Brigettenau hasta Dresdner Strasse-Traisengasse y vuelta a Spittelau. Luego, en la estación Spittelau, cogí la U6 hacia Sibenhirten y grabé todo el recorrido y las vistas de la parte derecha (oeste) con mi cámara hasta llegar a Längenfeldgasse. Regresé a casa para despedirme de mi compañera de piso suiza y comer algo.

Hora de visitar el otro lado del Danubio

Lo más lejos que he ido por el noreste ha sido hasta la isla del Danubio o Altedonau, al parque que hay detrás del edificio de la ONU y cerca de la torre del Danubio. Ahora me propuse ver qué había más allá y hacer un pequeño rodeo.

Planear el recorrido

Me quedaba una hora gratis del CityBike y pero no tenía pensado seguir usándola. Aunque ahora que lo pienso, podría haberla usado más de una hora, pero no sabía lo que iba a pasar luego. También hay algunas otras cosas de las que me arrepiento (sobre todo por esa hora), ya que quería ver más de la isla Alte Donau. ¡Para la próxima!

Pensé en utilizar las líneas Ubahn U2 y U1 para llegar a la estación más cercana a Reichsbrücke y así ahorrar tiempo en lugar de coger la bicicleta. Así fue cómo me di cuenta de que la estación Vorgarten Straße es la que queda más cerca del río y del puente. Caminé desde Floriganigasse hasta la U2 de Karlsplatz y esperé unos minutos. Después de pasar 3 estaciones, llegas a Karlsplatz y hay que encontrar la línea U1 que va hacia Leopoldau. Nos deja 4 estaciones antes de Vorgartenstrasse.

Salí del metro por el lado equivocado de la calle, en el sitio contrario de la estación CityBike... pero bueno, no tenía prisa. Lo que me pareció curioso es que vi a 2 o 3 chicos por la calle con flores por el día de San Valentín. Creo que nunca he visto nada parecido en Zagreb. Hablando de flores, creo que cuestan más que en Zagreb. En lo que a mí respecta, no compré ninguna porque no tenía a nadie en Viena a quien dárselas y se pudrirían en la casa. Cuando llegué al CityBike, cogí la amarilla y comprobé mi reloj. Era la una más o menos, o puede que menos cinco. Cogí la bici y fui hacia el puente. Encendí el GPS de la aplicación Sports-tracker mientras esperaba en el semáforo de la calle Vorgartener; me gusta ver las estadísticas y guardar mi recorrido en el mapa.

Decidí cruzar y seguir el río hasta los puentes y de ahí a la estación CityBike de Spittelau y al metro. Si queréis saber si conseguí o no hacer todo esto en una hora, tendréis que seguir hasta el final del artículo.

Grabación de la ruta hasta llegar a la torre de negocios

Vale. ¡Qué empiece el espectáculo! Encendí la cámara antes de llegar a Mexikoplatz (¿lo recordáis de una de las entradas anteriores? ). Quería sacar un túnel pequeño y una "cuesta" que hay en el vídeo.

Al final acabé prácticamente "volando" al llegar hasta lo alto del puente. Me giré de nuevo para contemplar la carretera, las vías del tren y el paseo marítimo, que estaba repleto de gente. Disfruté de las vistas de la primera isla y detrás, los rascacielos de Donauinsel con la torre del Danubio (el edificio más alto de Austria), el rascacielos más alto de la torre DC y, justo detrás, el rascacielos Millenium. Todos miden entre 245 y 210 metros de alto. Decidí subir al rascacielos en otro momento, cuando tuviese una cámara mejor y más tiempo libre.

En comparación con el fin de semana anterior, con el sol y el calor que hizo y la cantidad de gente que había haciendo sus cosas al aire libre, esta vez no parecía haber tanta. Estuvo nublado todo el día, pero aún así había mucha gente paseando, montando en bici o haciendo cualquier otra cosa. Todo lo tengo grabado con mi cámara. Pasé la estación Ubahn y me acerqué al otro lado del río y del Donauinsel. Seguí grabando hasta pasar por debajo de la torre DC, me encanta el lío de curvas del camino peatonal y de ciclistas que pasa por encima de los vehículos, el túnel Ubahn y los otros senderos secundarios. Cuando giré por la torre, me sentí como en el GTA San Andreas, donde puedes ir por la autovía con la moto o la bici cerca de los rascacielos de Los Santos (quien haya jugado, entenderá a qué me refiero). Aunque claro, no quería saltar con la bici desde un rascacielos de 240 metros de altura, no acabaría bien.

Ahora sabía dónde ir para coger el camino que lleva hasta el otro lado de la isla y a la otra orilla del río, la parte continental. Quería ver las oficinas de las Naciones Unidas, pero no quería perder mucho tiempo. Encontré el camino que llevaba hasta la calle Wagramerstrasse, que era la que estaba justo al otro lado del río. Miré hacia atrás para ver si me había perdido algo, la bahía de Kaiswerasser a la derecha (el lado sudeste) y un poco más atrás otra isla que quería visitar (la próxima vez... ).

Yendo por la calle, me di cuenta de una que cruzaba en la que giré a la izquierda la primera vez que vine en diciembre, cuando buscaba el parque en el centro del Danubio. Aquella vez hacía mucho más frío y estaba mucho más nublado que esta última. Al contrario que ahora, aquel día necesité bufanda y guantes.

Continué hasta ver lo que parecía un puente. Nunca había llegado tan lejos y estaba emocionado. Pasé por el edificio de la ONU, pero no vi ni el patio ni la entrada, seguramente quedaría en otro edificio y a otra altura. Pero al pasar por este puente...

Andando hasta el puente de la calle Wagramerstrasse

Pasé por la estación Ubahn de Kaisermühlen VIC de camino y justo enfrente del puente había casas, dejando el parque a la izquierda (detrás de los rascacielos), con algún que otro parque y pistas de atletismo. Justo a la izquierda, podemos ver a estación de UBahn Alte Donau, que está paralela a la calle Wagramer. Desde ambos lados del puente (aunque es más un dique artificial con un paso para los barcos que llegan a tierra), pude ver los muelles de madera y los barcos. La zona estaba vallada. Quería subirme a alguno, pero no quise perder tiempo buscando la entrada. Paré para hacer algunas fotos y ver la estación de metro. Me apetecía ir hasta la última parada (Leopoldau) y grabarlo todo con la cámara. Semanas antes, crucé a la otra orilla con unos amigos extranjeros, cuando estaba todo nevado y había unas vistas preciosas. Por desgracia ahora no tenía tenía tiempo ni para eso por los estudios entre otras cosas.

Debe de haber unos 150 metros de un lado a otro, no parecía mucho. ¡Veamos qué había al otro lado!

La otra orilla del Danubio

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¡Al fin! Fue genial, al fin pude oír esa vocecilla de mi cabeza diciendo "logro desbloqueado". Aunque también me dio un poco de bajón. Puede que fuese por el tiempo tan nublado. Al otro lado, no hay edificios altos como los rascacielos, sino más bien casas familiares, vecindarios y edificios normales. Parecía algo aburrido. No me molesté en ir más lejos para ver el vecindario; quería ir por la orilla del río (el tiempo apremiaba y me quedaban 45 minutos para devolver la bici). Pero antes me paré a descansar un poco.

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Vi un pequeño muelle de madera o una especie de andén para peatones y bicicletas que iba hacia el lado izquierdo de la carretera y pasaba por debajo de un puente y hacia el lado derecho. Decidí ir y descansar un poco de tanto andar. Vi el Donauinsel por detrás, todos los rascacielos y el Ubahn a 150 metros de distancia (no pude grabarlo cuando pasé por ahí). Creo que las vistas que hay desde el puente de hormigón al río son impresionantes, sobre todo en verano al anochecer. Todo se veía grisáceo y parecía que todavía era invierno, por culpa de las nubes. Disfruté de un minuto o dos de silencio en este lugar. Es lo contrario al centro de Viena o a las zonas por las que había pasado. También había una mujer, a lo lejos, disfrutando de las vistas desde las vallas de madera. Estaba allí antes de que yo llegara y allí seguía cuando me fui. Me di cuenta que no volvería a estar ahí hasta la próxima vez que visitase Viena, me puso un poco triste, pero tuve que seguir con lo planeado. ¡Me quedaban muchos planes!

An der Oberen Alten Donau, montar de manera paralela al Donauinsel

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Pasé por debajo del puente Ubahn y miré al noreste para ver hasta dónde llegaba por encima del suelo; tras unos 300 o 350 metros, gira a la izquierda y se mete bajo tierra. Hora de continuar.

Ir por la orilla del río es un poco aburrido o, al menos, no hay nada interesante que ver (al menos con este tiempo). Me recordaba a Zagreb, a los vecindarios que daban al río o a las orillas de los lagos de Savica (cerca de la central térmica de nuestra ciudad). Pasé por la calle An der Oberen Alten Donau. A la izquierda había propiedades (casas, jardines, etc) que pertenecían a gente afortunada, porque tenían una salida al río, o a la bahía (cosa que descubrí más tarde). Estaban rodeados de una valla de 2 metros de alto, no se podía ver nada, pero era por su privacidad, claro. Pero, se me ocurrió levantar un poco la cámara para poder fotografiar la zona. Más adelante, encontré un sitio en el que no había casas, había una valla pero podía ver algo, por lo que pude hacer más fotos.

Cada vez estaba más lejos de los rascacielos del Donauinsel y ya hacía rato que había dejado atrás la torre del Danubio. Las vistas empezaron a cambiar. Era una parte aburrida y la carretera entre las casas no estaba en su mejor momento. Aunque, más adelante, parecía que habían arreglado o restaurado la carretera, tanto para los coches como para los peatones y bicicletas. Seguramente habrían construido todo eso hacía pocos años (o al menos en las últimas dos décadas), porque los edificios estaban nuevos y había muchos parques infantiles. Se podía ver muchas playas de arena (al menos eso parecía) y muchos patios al otro lado del Donauinsel. Seguro que en verano están hasta arriba, o cuando sale el sol a calentar. Ups, casi me olvido. Tardé unos 3 km en llegar al puente, así que decidí subir para volver a la otra orilla del Danubio. A mitad de camino me di cuenta de que en Donauinsel, los parques pasaron a ser un barrio de casas sin grandes edificios.

Last weekend in Vienna: Bike tour along U6 and on the other side of Danube / part2

A unos 2 o 3 km, vi donde se juntaban la isla y el «continente», en un pequeño puente de madera para peatones y ciclistas (unos 2 metros de ancho) y con un letrero que ponía «Strandbad Angelibad», que hacía referencia al parque, al patio y a la playa del otro lado. No crucé, solo llegué a la mitad del puente, hice algunas fotos, un vídeo y seguí por mi camino. ¡Hay una pequeña pendiente, así que se hace más fácil y cómodo bajar sin tener que pedalear!

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Seguí unos kilómetros más hasta llegar al primer puente. De camino podías ver muchos muelles y casas, esta «bahía» parecía más interesante que todo el trayecto anterior. Cuando llegué al puente, comprobé en Google Maps dónde estaba; me marcó que estaba cerca del parque acuático de Floridsdorfer. Fantástico.

Llegando al parque acuático de Floridsforder

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Al mirar hacia atrás, vi más casas y muelles mientras pasaba por el centro del puente de peatones y ciclistas (debajo había uno para coches y para tren). Al otro lado vi algo que parecía un pantano, pero me di cuenta que era un parque con un lago. Se llama Wasserpark (parque acuático). Tenía dos opciones: podía seguir mi camino y en medio kilómetro llegaba a la estación Ubahn Neue Donau, desde donde iría a la isla y luego a la estación Ubahn Handelskai y a Brigittenau (el centro) y, al final, al mismo punto que vi horas antes cuando volvía a Spittlelau;

o en segundo lugar, podía ir hacia el parque con el lago. Sentía curiosidad, así que fui allí. El parque es como un pequeño oasis entre tanta autovía y carreteras ruidosas. También hay un parque infantil y muchos bancos en los que sentarse a disfrutar de la naturaleza. Se puede ver un lado del rascacielos desde ahí. No pasé mucho tiempo en el parque, tenía que volver a Spittelau para dejar la bici a tiempo. El puente Flordisdorfer estaba justo delante y había un camino para subir. Cuando llegué hasta arriba, se hizo la hora de volver.

Vuelta desde el puente Flordisdorfer hasta Brigittenau y un (casi) terrible error

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Por desgracia, no había ningún camino que pasara por encima del puente, lo que me supuso un pequeño problema. Bueno, no fue para tanto. No había entrada al puente, solo había un camino al mismo nivel. Tuve que volver por el dique hasta el puente que lleva a la estación Ubahn al otro lado. Llegué a un sitio que no es muy famoso y en el que había muchos coches y un camino para peatones por debajo de la carretera. Encontré un pequeño puente que tenía tanto paso para peatones como para coches, hice una foto del gran puente que tenía delante y crucé la carretera hasta la zona peatonal. Había perdido un valioso tiempo, así que me apresuré y corrí hacia el norte del puente Floridsdorfer. Tras 400 metros, estaba en el puente.

Last weekend in Vienna: Bike tour along U6 and on the other side of Danube / part2

Qué alegría me dio al retomar el camino. Crucé la isla en un minuto y grabé todo con la cámara cogida con la mano derecha.

A mi derecha no había nada interesante, era la periferia de Viena. A la izquierda, había dos barcos blancos y enormes, detrás el ferrocarril, el puente de los coches y los edificios de Viena. Los rascacielos de Donauinsel estaban muy lejos. Llegué a la orilla occidental del Danubio en 2 o 3 minutos y regresé al «continente» con la cámara en las manos. Volví a Briggitenau y encontré la estación Friedrich Engels Platz, donde el tranvía número 33 salía de regreso al centro. Volvía a tener dos opciones: seguir en bici por la gran avenida Adalbert Srifter Straße o seguir por la izquierda siguiendo el tranvía. Elegí la segunda y fui por Marchfeldstraße. Vi desde lejos las estaciones Ubahn de Wiener Fernwärme y Spittelau, así que fui en esa dirección y esperaba poder cruzar sin problema. Cuando salí esta mañana había visto un puente peatonal. En ese momento no sabía que la calle por la que había pasado esa mañana estaba solo a unos cientos de metros a la izquierda.

Me estaba acercando a los puentes, pasé por debajo del puente del ferrocarril y empecé a buscar el que cruzaba al otro lado. Tenía poco más de 10 minutos, más que suficiente. Pero llegaron los problemas.

Tensión los últimos minutos con la CityBike

Last weekend in Vienna: Bike tour along U6 and on the other side of Danube / part2

Mientras me acercaba a las orillas del canal del Danubio, empecé a buscar el puente para llegar al otro lado. Todo iba bien hasta que, por casualidad, un bloque de edificios se interpuso por delante y no me dejó ver el puente. Solo vi uno, así que fui del tirón. Entonces me di cuenta de que estaba en otro puente y de que no había paso para peatones. Me empecé a agobiar cuando vi que tenía menos de 10 minutos pasar llegar al otro lado y debería haber pasado el puente metros atrás. Pasó el tiempo y a 7 u 8 minutos seguía sin ver el puente cerca. Además, perdí más tiempo porque me equivoqué de dirección. No vi que el camino estaba a menos de un minuto a la izquierda.

En lugar de eso, recorrí unos 300 metros hacia el norte y vi un puente. Creía que era el correcto, pero las instalaciones de Fern Wärme volvían a quedarse a la izquierda. ¿Extraño? Pues aún hay más. Llegué a este puente y pasaron más cosas. Por suerte, no había nadie cerca y pude desahogarme soltando palabrotas (no muy fuerte). Estaba en un lugar desconocido, sin una ruta segura hasta mi destino y tenía unos 5 minutos. ¡Había muchos puentes, curvas y kilómetros hasta la estación de CityBike!

No había tiempo que perder, empecé a correr hacia el «nudo» de 10 carreteras y puentes, esperaba tener suerte. Me alegré de nuevo, ya que estaba muy cerca, pero todo se convirtió en desesperación cuando me di cuenta de que sólo podía ir unos pocos cientos de metros más y esperar en el paso de cebra, junto a la enorme carretera de los coches, para luego cruzar. No llegaría a tiempo y tendría que pagar por el CityBike. Recuerdo que en situaciones de supervivencia, la gente se centra en salir del problema. Pero yo me había metido en más. Intenté ir por otro camino, pero no había escaleras hasta el andén ni nada, solo entrada al garaje, algo que no quería.

Cuando me quedaban unos 2 minutos y medio, me quejé de mi mala suerte y de lo estúpido que había sido al equivocarme de puente (me hubiesen sobrado minutos, ya que el otro me habría llevado directo a la estación de CityBike). Entonces pensé «bueno, lógicamente, si existe, vamos a probar el camino que sube». Por eso, crucé el camino cuando no había coches, encontré otro paso de cebra y esperaba poder girar a la izquierda en algún camino e ir directo a CityBike. Tenía un minuto.

Vi la stación de CityBike y la entrada al Ubahn de Spittelau y corrí como loco. En menos de un minuto, llegué y fui directo a soltar la bici. ¡Lo conseguí! En el útlimo segundo, como en las películas. Me sentí genial.

Aunque por la carrera y los nervios de los últimos 5 minutos, estaba sudando como un cerdo. Paré la aplicación Sport-Tracker para ver las estadísticas y entré en la estación de metro. Marcaba 54 minutos y justo cambió a 55 minutos, justo una hora antes había cogido la bicicleta en Vorgarten Straße. Esta ha sido la segunda parte de...

Grabando el otro lado del recorrido de la U6

Last weekend in Vienna: Bike tour along U6 and on the other side of Danube / part2

Tenía como un deja vu, había visto todo esto antes, parecía que hacía días, pero solo habían pasado 4 horas. Subir las mismas escaleras hasta llegar al andén en dirección a Sibenhirten. Como tenía unos minutos antes de que llegase, saqué el chocolate de mi mochila y me relajé un poco apoyado en una columna. Estaba muy cansado, había sido un día muy largo. Estaba esperando justo en el mismo lugar que esa mañana y esperaba encontrar asiento al lado de la ventana. Tuve suerte.

Last weekend in Vienna: Bike tour along U6 and on the other side of Danube / part2

Encendí la cámara y grabé los 10 minutos de viaje. Tenía la mano izquierda en una mala posición, pero fui capaz de encontrar una postura en la que mi mano no se rompiese hasta llegar a Längenfeldgasse. Empecé después de llegar a Nussdorfer Strasse y disfruté del otro lado.

Tuve mala suerte y no recordé que había una valla entre mi tren y el otro, por lo que no pude grabar el impresionante momento en el que el tren toma una curva que empieza fuera y acaba bajo tierra. Dejé de grabar y salí. No me molesté en correr para coger el U6 Floridsdorf al otro lado del andén.

Vuelta a casa exhausto y plan para la noche

Esperé unos minutos antes de seguir y me senté, me comí el último trozo de chocolate y esperé en la estación Josefstädter U6. Cogí el tranvía hasta Lederergasse y me tiré al sofá al llegar a mi piso. Me preparé algo para comer, tenía unas horas antes de ir al evento de ESN «Día anti-San Valentín», que empezaba a las 20:00.

Fue muy divertido y tuve la suerte de que estaba a sólo unos minutos de mi casa (ni siquiera me dio tiempo a escuchar una canción). Llegué a casa contento, escribí un poco en mi blog e hice una lista de cosas que hacer en los siguientes días. No salieron las cosas tal y como estaban planeadas, pero bueno.

Gracias por leer.


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