Chaplin's world

Si te digo que pienses en la persona con bigotes más conocida del siglo XX, ¿Qué me responderías? Si mencionas al señor alemán que fue uno de los responsables de la segunda guerra mundial y de millones de muertes en todo el mundo, estas bastante alejado de la persona de la que te quiero hablar. Porque incluso esta persona, criticó fuertemente el pensamiento tan extremista de Hitler en una de sus más famosas obras parodiando el nazismo. Me imagino que ya sabes de quien te hablo, así es del icónico Charles Chaplin.

Considerados como uno de los mas grande del cine mudo y del cine en sí, el ingenio de este señor parece que jamás tuvo limite porque aun en sus últimos años seguía trabajando y lastimosamente partió dejando varias obras sin concluir.

En mi visita a Suiza (https://erasmusu.com/es/erasmus-montreux/blog-erasmus/bitacora-de-un-viaje-a-suiza-556048), tuve la maravillosa oportunidad de conocer la que fue su morada por más de veinte años y la fortuna de que estuviera muy cerca de donde estaba quedándome. Llegar a esta casa es evocar al pasado, de volver al siglo XX, y quedarte mudo al tratar de ponerte en el sombrero y bastón de este señor.

El costo al presentar mi carné de estudiante fue de 20 francos suizos equivalente a 17 euros y dinero colombiano serian aproximadamente 60 mil pesos, puede que a algunos les parezca costoso, aunque si me preguntan a mí, es muy económico al compararlo con el valor histórico y el merecido respeto que le debemos a este señor precursor del cine.

Al entrar a esta casa que tiene aproximadamente 150 años de historia, te encuentras Charlie dándote la bienvenida y no es una broma, quizás al igual que a mi te pase, quedando en shock al ver a este hombre de pie allí, y no es que lo tengan momificado. Es una creación de los artistas del museo de cera de París y te adelanto que encontraras a otras personalidades en diversos lugares, personas que fueron amigos y departieron en algún momento con Chaplin.

En la mansión podrás ver el estudio de Charles con incluso hojas escritas con su puño y letra, el comedor familiar, la sala de estar con una vista esplendida del hermoso jardín. Una sala con un gran mapa que te indica todos los lugares que este ingenioso actor visitó durante su vida, en el centro se encuentra una maleta muy grande que dice lo acompañaba en sus aventuras. Hubo una habitación que me gustó mucho, bueno en realidad era un baño y allí estaba nada más y nada menos que Albert Einstein, considero como el mejor científico del siglo XX. Fue muy gracioso intentar tomarme una selfiecon él y vaya sorpresa el espejo no refleja mi imagen solo la de él, eso me pareció muy interesante.

En otra sala encontraras una especie de pantalla con todas las personas famosas con las que Chaplin tuvo algún tipo de relación, desde personajes como Gandhi hasta otros actores, artistas y políticos; en la mayoría de las habitaciones encontraras presentaciones cortas con fragmentos de algunas obras, o sobre su vida privada y hasta te encuentras una muy tierna imagen que dada la perfeccion de la obra en ocasiones parece cobrar vida y es Charles Chaplin con su amada esposa Oona O'Neill viendo sus propias creaciones.

Hay algo que me parece muy hermoso en cada rincón encontraras frases con mensajes contundentes de Charles Chaplin, y hubo una muy particular con la que me sentí muy identificado “You’ll never find a rainbow if you’re looking down” (Nunca encontraras un arcoíris si estas mirando hacia abajo) Me sentí identificado porque siempre trato de ver por encima de los problemas y encontrar alguna solución. Pienso que todos deberías apropiarnos de esta frase y hacer de nuestros problemas un trampolín para llegar más alto y más lejos.

Se acaba el recorrido por la casa y hay que darle una vuelta al gigantesco jardín, como la visité en otoño los arboles se vestían para lo ocasión con tonalidades rojizas, anaranjadas y algunos otros amarillentas y los pinos como siempre con su impecable verde. La extensión es asombro se podría jurar que caben dos canchas de fútbol y la vista del lago Lemán dejan simplemente sin palabras.

Pero el Chaplin’s World no es solo la casa y el jardín y la tienda de recuerdos; justo al lado de la tienda hay una especie de entrada a lo que parece ser un cine y tranquilo no te puedes aburrir porque mientras esperas hay una pantalla que muestra las más divertidas ocurrencias de nuestro querido actor en algunas de sus películas. Se abren las puertas, hay muchas sillas, si efectivamente parece un cine, ya empieza la función. Es un corto de unos 20 minutos con fragmentos de sus obras y videos de su vida privada. Pensé que había sido todo, pero estaba muy equivocado; la función apenas comenzaba, literalmente el telón se levantó y lo que vi fue algo de otro mundo, era entrar y vivir las películas y creaciones de Chaplin. Me adentré para seguir viendo y al primero que encontré fue a Roberto Benigni, este famosísimo actor y director de la obra italiana La vida es bella, que a propósito trata sobre un padre que hace todo tipo de malabares para hacer creer a su hijo que todo está bien, aunque en realidad están en un campo de concentración creado por el señor en mencionamos en un principio.

Era magia, diversión, tonalidades blancas y negras y todo un mundo cinematográfico que enaltecían al gran Chaplin. Había de todo allí, un banco, una prisión, una barbería, un restaurante, la maquinaria de una empresa y una casa chueca que móvil, además de toda esta escenografía había actores inmortalizados en cera. Lo mejor era que podías interactuar con cada cosa y tratar de imaginarte como hubiera sido estar actuando al lado este mago. Yo por ejemplo me llené de coraje y dejé que me cortar el cabello y lo acompañé en prisión.

Todo esto y mil cosas más puedes hacer, ver y disfrutar de este lugar, que tan solo es una pizca de agradecimiento para el ilustre hombre que hizo que el cine hablara sin palabras y que la humanidad escuchara por los oídos y aplaudiera con las sonrisas.