Verona (24-Sep)
Buenass!! Dije que iba a hacer mi espacio de viajes y aquí está! :)
En esta publicación contaré un poco de como fue nuestro viaje a Verona, y es que aunque ya había estado hace 2 añitos, he descubierto sitios más especiales de esta pequeña ciudad.
Aún con el riesgo de que los meteorólogos tuvieran razón y nos lloviera, nos embarcamos a ir. Sacamos los billetes unos días antes por internet sin problemas (web Trenitalia) y nos salieron por 25.5 euros ida y vuelta. Nosotros cogimos el primer tren hacia Verona y el último de vuelta porque eran los más baratos, pero Verona es una ciudad que se puede ver en una mañana tranquilamente.
Ya domingo, nuestro tren salía a las 9:25 desde Stazione Centrale y tardó más o menos 2h. Después, desde la estación de trenes de Verona hay autobuses que te llevan al centro de la ciudad, pero nosotros decidimos ahorrárnoslo y fiarnos de nuestro amigo Google Maps para llegar. En unos 15 min andando ya estás en el centro!
Aunque un amigo y yo ya habíamos estado en Verona, decidimos ir a la oficina de turismo (Via degli Alpini, 9) a por un mapita y a que nos dijeran los sitios más importantes a visitar. Está muy cerca del centro así que está bien que os acerquéis a por un poco de info.
---- Y aquí empieza nuestra visita turística:
1. Primero fuimos a Castelvecchio, ya que era muy importante para unas chicas arquitectas que iban con nosotros. Se trata de un castillo del que lo que más destaca son las vistas del río desde su muralla.
Después de disfrutar de las vistas maravillosas, ellas se quedaron en el museo del que dispone este castillo (6 euros adultos, 4.50 jóvenes) y nosotros decidimos ir hacia el centro para seguir con nuestra visita.
2. Arena de Verona: es un símbolo de esta ciudad ya que aquí es donde se celebran tanto grandes conciertos como óperas. El precio de entrada es de 10 euros y esta vez no entramos, pero yo tuve la oportunidad de entrar hace dos años y debido a que está siempre lleno de decorados y escenarios, no merece mucho la pena. Mucho mejor si invertís el tiempo disfrutándola por fuera.
3. Tocaba pasear y descubrir, y es que las ciudades de Italia es lo que tienen, que para verdaderamente conocerlas tienes que paseártelas y meterte en cada rincón que encuentres porque seguro que va a ser especial. Así que nos dirijimos hacia la Piazza delle Erbe por la calle más fomosa de Verona, Via Giuseppe Mazzini. Y desde allí de calle en calle.
4. Parada para comer!!! Lo bueno que tiene Italia es que casi el 90% de los sitios que venden pasta, pizza o helado están buenos, así que no hay ningún problema. Aún así acudimos a TripAdvisor para que nos dijera un sitio que se ajustara a nuestro presupuesto. ¡Y vaya si acertó! Llegamos a un sitio de 'street food' donde por 5,50 euros podías comerte un vaso de spaghetti a la bolgnesa (en mi caso, pero había de más sabores) buenísimos! Y si llevas toda la mañana andando pues mucho más buenos jaja. De verdad, is vais a Verona no os podéis perder este sitio.
Bigoi Verona (Largo Gonella,1 | Porta Borsari)
5. Y diréis... ¿y las casas de Romeo y Julieta para cuándo?. Pues después de haber cogido fuerzas, algunos añadiendo un helado al menú, decicimos ir a ver lo que hace característico esta ciudad: la casa de Julieta (vía Cappello,23). Hay varias leyendas sobre esta casa que, como todo turista cuando llega a Verona, hay que cumplir.
Cuando lleguéis veréis que las paredes de la entrada están llenas de mensajes, y es que todo aquel enamorado de la vida le deja su carta a Julieta pegada en la pared para que ella les escuche y pueda cumplir sus sueños. Así que si vais a Verona no olvidéis llevaros papel, boli y celo. (Yo escribí mi mensaje, pero eso es un secreto shhh).
La otra tradición que hay sobre este pintoresco lugar es que si consigues atravesar la gran cola de turistas que vamos cada año a esta ciudad y acceder a la estatua de Julieta, tienes que tocarle un pecho. La leyenda dice que si lo haces regresarás a Verona o encontrarás el verdadero amor. Yo lo hice hace dos años y he vuelto a ir a este famoso lugar con el corazón ocupado.
6. Nada más salir nos dirijimos a otro de los puntos de interés de la ciudad, el miradorque está al otro lado del río. Hay dos formas de subir, en funicular o andando. Nosotros subimos andando porque la distancia no es muy larga y se puede subir sin problema. Consejo: subid hasta arriba del todo que es donde se ve de verdad el espectáculo.
Es una pena qeu nos tuviéramos que ir casi corriendo porque la lluvia arreciba, pero la verdad que es uno de lus lugares más impresionantes de la ciudad y merece la pena sentarse un rato y apreciar las vistas.
7. La lluvia hizo que nos tuviéramos que refugiar durante una hora, la cual nos vino bien para descansar de la subida y tomarnos algo caliente. No pongo la cafetería que era por aquí porque tampoco me pareció espectacular, pero si queréis nada más pasar el río de vuelta hay un par que no están mal.
8. Y llegaba el fin, pero no sin el regalo que nos merecíamos después de la paliza de todo un día sin parar. De vuelta al centro y a Castelvecchio nos encontramos con esto y, ¿qué decir?....vaya final más bonito para un viaje tan especial:
Andrea.
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