1. Verona

En la entrada de hoy me apetece hablar sobre Verona. Esta ciudad es una de las muchas ciudades famosísimas de Italia por la historia que en ella se desarrolla. Si, la historia de amor ficticia que escribió William Shakespeare, Romeo y Julieta, se desarrolló en este bonito lugar. Pero aunque gran parte de todo lo que hay en Verona se relacione con este hecho, Verona es mucho más que el escenario de una historia de amor pasada.

Con respecto a cómo llegar he de decir que me sorprendió que no fuese más fácil, o al menos desde Ferrara, ya que las opciones que hay (si no tienes coche) son el bus y el tren y las conexiones no son excesivamente buenas. Con respecto al tren he de decir que el trayecto Ferrara-Verona es bastante… digamos largo, por no decir otra cosa, ya que, además de que el billete no es excesivamente barato porque cuesta entre 10 y 15 euros dependiendo de la hora a la que lo cojas, el trayecto tiene varios cambios y dura como 2 horas y media cuando realmente se encuentra a unos 100 km. Vamos, que como te descuides echas la mañana pasando de tren en tren.

Por otro lado, el bus (Flixbus) tiene varias opciones dependiendo de las horas, es decir, te puede salir entre 5 euros (el más barato) o unos 15 (el más caro) sin embargo los horarios son bastante restringidos.

Yo, que he ido como 3 o 4 veces, he utilizado tanto coche en una ocasión como tren o bus en otras y he de decir que la que más me gustó fue el bus, que te recoge y te deja en las estaciones de Ferrara y Verona por lo que es bastante fácil acceder a la ciudad y aunque tuvimos que salir de Ferrara bastante temprano me dio tiempo a disfrutar de la ciudad como no lo había hecho antes. Voy a relatar en esta entrada una mezcla de todo lo que he aprendido y visto en todas las ocasiones que he visitado este lugar, una de las ciudades más mágicas de Italia.

Lo recomendable, como siempre, es hacer un tour. Yo ninguna de las veces anteriores a la que fui en bus pude hacerlo porque el horario de tren no permitía llegar a tiempo pero cuando fui en bus con Marta llegamos tan temprano que nos dio tiempo hasta organizarnos una vez estábamos allí. El free tour que hicimos nosotras fue con una chica llamada Francesca, ella, nativa de Verona, realiza estos tours de lunes a sábado a las 10:30 h en frente del McDonald’s de Corso Porta Nuova. Nos mostró tantas cosas nuevas que no conocíamos…

Origenes de la ciudad:

La historia de Verona comienza antes de la era romana y tiene sus primeros contactos con ella entre el siglo II y el I a.C donde comienza a llamarse ‘Pequeña Roma’ por la belleza de su entorno. Su casco antiguo está prácticamente al completo rodeado por el Rio Adigio y si miramos el mapa podemos ver perfectamente las dos vías principales que caracterizan las ciudades romanas: el decumanus (de este a oeste) y el cardo (de norte a sur) donde en el centro de ambas se encontraba el foro, que es la actual plaza delle Erbe. Por otro lado nos explicaron que el motivo por el cuál la Arena se encuentra tan alejada del centro es porque realmente era un lugar de festejos, desfase y espectáculos que era mejor mantener en una barriada un poco más retirada por evitar molestias y suciedad a los ciudadanos.

La arena de Verona:

Nada más cruzar la puerta de entrada de la ciudad por Corso Porta Nuova y su torre pentágona nos encontramos con la gran Arena. Un anfiteatro romano utilizado en su época para batallas de gladiadores y otros espectáculos ecuestres, y que hoy en día, por suerte, sigue estando abierto al público, y no solo para visitas turísticas, sino también para actuaciones como óperas, teatros o conciertos. El ticket de entrada normal son 10 euros pero creo que el primer domingo de cada mes es más económico. Dentro hay pequeños paneles informativos y una de las cosas que me llamó la atención muchísimo es que en las rocas que forman los escalones se pueden ver con facilidad fósiles de Ammonites. La verdad es que verlo desde dentro merece mucho la pena, y más si disfrutas de algún espectáculo ya que tiene una acústica impresionante. Yo tuve la suerte de poder asistir a un concierto de Sam Smith allí y la verdad es que ha sido uno de los conciertos más espectaculares que he visto, fue muy emocionante, y uno de los momentos del concierto que me impactó mucho ver fue cuando todo el anfiteatro estaba iluminado con las luces de los móviles o mecheros. Increíble. Me queda decir que me hubiese gustado asistir a alguna ópera pero al final creo que habrá que volver en otro momento, ¡es la excusa perfecta!

Piazza Brá:

Es la plaza donde se encuentra el mismo anfiteatro, uno de los puntos más transitados de la ciudad no solo porque se encuentre en ella la Arena sino porque los edificios que la rodean también son emblemáticos. Se encuentra una pequeña zona verde con una fuente en medio bastante bonita y alrededor el ayuntamiento de Verona, el centro de información turística y el Palacio de la Gran Guardia. Además hay también una gran cantidad de bares y restaurantes (algunos nada económicos) que le dan un ambiente muy especial a esta zona de la ciudad.

Cogiendo por Vía Roma a unos 10 minutos de se llega a Castelvecchio, y en esta calle se encuentra uno de mis sitios preferidos de Verona. Es un pequeño local donde ponen yogures helados con toppings y la verdad es que siempre que paso por Verona me pido uno pequeño con amarena que está… para chuparse los dedos.

Castelvecchio:

Esta construcción data de la edad media donde los Scaligeri gobernaban la ciudad, la guía nos contó historias alucinantes de este castillo y también que había sido utilizado a lo largo del tiempo no solo como residencia y fortificación militar sino también como almacén de armas y otros utensilios. Hoy en día es utilizado como museo para exposiciones relacionadas con la arquitectura y las sociedades del medioevo. Por detrás del mismo se encuentra el puente, Puente de Castelvecchio, un puente de los más bonitos que he visto en toda Italia, con muy poca decoración y hecho de ladrillo rojo sus ventanas y pasadizos a mí, personalmente, me enamoró desde el primer día que estuve en la ciudad.

Arco dei Gavi:

Construido por los Gavia se encuentra ahora situado en un lateral de Castelvecchio, pero este no es el lugar original donde se encontraba ya que fue construido como puerta de la ciudad por un arquitecto llamado Vitruvius, cosa que se sabe por el hecho de que su nombre está escrito en la construcción (este es un hecho con el que los guías suelen jugar a ver quién lo encuentra antes). Además se sabe que fue transportado de otro lugar por las marcas que se encuentran en el suelo, correspondientes a carruajes que transportaban los pesados bloques hasta aquí.

Porta Borsari:

Continuando por la que hoy día es Corso Cavour (antiguo decumanus) llegamos a Porta Borsari, una de las antiguas puertas de la ciudad. Inicialmente su nombre era otro pero acabó derivando con el tiempo hasta Borsari (borsa) por ser aquí donde los viajeros tenían que pagar las tasas e impuestos.

La medusa:

Un poco más adelante en la misma calle se puede ver a la derecha una pequeña incrustación de piedra en una de las fachadas. La verdad es que no es una cosa que llame mucho la atención pero me resultó muy curioso cuando la guía nos mencionó que aquello era una pequeña referencia a Medusa, el famoso monstruo de la mitología que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos.

Chiesa di San Giovanni in Foro:

Una iglesia muy pequeñita y singular del centro que apenas llama la atención en su fachada pero que en su interior guarda una imagen muy venerada de una virgen negra. Según nos contaron, realmente la controversia se encuentra en su color negro carbón, que procede simplemente del color de la roca con la que se fabricó. El sentido fue darle realmente el color de piel adecuado al lugar de donde procedían estas imágenes pues, aunque estemos acostumbrados a ver las imágenes eclesiásticas con un color pálido blanquecino, la realidad es que de haber existido realmente estos personajes sus tonos de piel serían más bien oscuros. Algo curioso y que hasta ese momento no se me había ni pasado por la cabeza, ¿verdad?

Piazza delle Erbe:

Continuando un poco más adelante nos encontramos de frente con una columna coronada por un león de la plaza Erbe. Algo muy curioso que nos comentaron de este repetitivo símbolo del poder y que a mí, no sé por qué, se me quedó muy grabado en la memoria es que se representaban de dos formas. Un león alado con el libro abierto significaba que el momento en el que se colocó ahí la estatua eran tiempos de paz y si por el contrario el libro se encuentra cerrado, representa un tiempo de guerra.

La plaza en general tiene forma hexagonal y en ella se encuentra la Fontana Madona además de mercadillos o ferias ambulantes de comida y objetos antiguos. Alrededor hay varios edificios significativos como el Palazzo della Ragione, la Torre dei Lamberti, la Piazza dei Segnori, una estatua como alegoría a la justicia o el Pozzo dell’amore.

Como consejo aquí he de decir que hay que tener cuidado con la lluvia y el suelo mojado, pues en alguna que otra ocasión me he encontrado recogiendo a alguien que se había resbalado.

Galería de fotos