Llegó el momento de explorar Varsovia
Se suponía que mis clases empezaban en octubre, así que tenía dos o tres días para explorar Varsovia. En mi post anterior, ya había descrito lo bien que Varsovia me había tratado durante mi viaje de la estación de autobuses a mi hostal.
En primer lugar, comprad un billete de transportarte válido por 24 horas. Os costará unos 5 euros. Yo solía utilizar el metro la mayoría del tiempo, es lo mejor. Para ello, id a la Estación Central de Varsovia, situada en el centro de la ciudad. Tan pronto como salgáis de la estación, probablemente lo primero que os llame la atención sea el Palacio de la Cultura y la Ciencia, ya que se trata del edificio más alto de toda Polonia y, además, está en el puesto número dieciocho de la lista de edificios más altos de la Unión Europea. Busqué información en Internet y encontré que cuenta con 42 pisos y mide alrededor de 237 metros. Se utiliza para fines culturales, educativos y comerciales. Recuerdo que poco después conocí a una chica que estaba estudiando en una universidad ubicada dentro de este palacio. ¡¿No os parece eso genial?! Me refiero al hecho de estar estudiando en uno de los edificios más altos de Europa; ¡yo hubiese presumido mucho si hubiese estudiado allí!
Este palacio de color dorado/crema con un reloj en el centro puede parecer también una torre (he intentado describir el color exacto del edificio, pero puede que la fotografía ayude). También tuve la oportunidad de verlo por la noche y parecía mucho más bonito en la oscuridad, ya que el color del palacio cambia a azul violáceo gracias las luces que lo iluminan.
Los edificios que lo rodeaban no parecían tan antiguos. Era el lugar perfecto para comparar el estilo arquitectónico de la vieja y la nueva Polonia. No soy muy fanática de la arquitectura moderna, así que continué mi camino y me dirigí hacia el centro histórico de Varsovia, que se encontraba a poca distancia a pie.
Todos sabemos que la Tierra gira alrededor del Sol y no al contrario, pero, ¿quién descubrió este dato? Fue el astrónomo y matemático Nicolaus Copernicus. Por supuesto, este reputado científico merece que se le conmemore por el descubrimiento que hizo, y esta estatua es tan solo una de estas conmemoraciones.
Continué caminando siguiendo el curso del río y me topé con la puerta de la universidad a la que muchos alumnos de todo el mundo sueñan con asistir. Incluso yo tenía este sueño, pero desafortunadamente mi universidad no contaba con ningún convenio de colaboración con la Universidad de Varsovia.
Durante mi recorrido turístico, me topé también con numerosos monumentos que representaban los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Había relatos puestos por escrito, cuadros y declaraciones hechas por Hitler. Era desgarrador, pero también te hacía darte cuenta de lo mucho que ha prosperado Polonia en todos estos años. Este país a logrado de alguna forma reconstruirse a sí mismo.
Por lo que vi durante mi estancia en Polonia, los polacos son personas muy religiosas. Encontraba una iglesia quizás cada 5 minutos. Si queréis entender la arquitectura barroca, examinad las iglesias polacas. Yo las confundía unas con otras. Aquí tenemos la iglesia de San José de las Visitacionistas que data de 1761.
Junto a esta iglesia, se encuentra la estatua del cardenal Stefan Wyszynski, quien fue Primado de Polonia. También se le conoce por haber ayudado a establecer una separación entre el Estado y la Iglesia.
El siguiente edificio que divisé fue el muy bien custodiado Palacio Presidencial de Varsovia. Me gustó mucho este edificio de color blanco puro cuyo estilo era único y destacaba entre los demás edificios que le rodeaban.
Comencé a disfrutar de mi paseo por la ciudad, porque cada vez que doblaba una esquina había otro monumento o edificio que contemplar. Esta vez, encontré la iglesia católica romana de las Carmelitas de Varsovia, otro gran ejemplo de arquitectura barroca. No sé por qué había tantos coches fuera; no era domingo, de eso estoy segura.
A continuación, vi otra estatua. Estaba rodeada de flores y vegetación y ocupaba una zona bastante amplia. Hice una pequeña búsqueda y descubrí que me encontraba ante la estatua de Adam Mickiewicz, a quien se considera un gran poeta romántico polaco del siglo XIX.
Y, finalmente, encontré lo que había estado buscando y con lo que había soñado durante mucho tiempo antes de venir a Polonia: la Plaza del Castillo de Varsovia. Desafortunadamente, el castillo lo estaban renovando, pero había una chica tocando el violín en la plaza que añadió algo de magia a la experiencia. No soy una gran fotógrafa, pero conseguí capturar todo en una sola foto, el castillo, la chica del violín y la Columna de Segismundo III.
Empecé a explorar las estrechas calles del casco antiguo de la ciudad. Estaban llenas de pequeñas tiendas y puestos callejeros; había de todo, desde donuts a souvenirs. En una de estas estrechas calles me encontré con la iglesia de los Jesuitas de Varsovia. En lo que a arquitectura se refiere, me pareció muy diferente a todas las iglesias que había visto anteriormente.
Y, después, al fin llegué a la Plaza del Mercado del centro histórico de Varsovia, donde se encuentra la estatua de la Sirena, símbolo de la ciudad. Sabía que sería una de mis plazas favoritas, llena de música, niños felices, turistas... Además, está rodeada de edificios muy coloridos y cantidades ingentes de comida.
Continué con el recorrido y volví a toparme con otro lugar igualmente concurrido e interesante. La Barbacana de Varsovia es una atracción turística muy importante ya que se trata de una parte de la fortificación militar que una vez rodeó la ciudad.
Dejé el casco antiguo atrás y me crucé con la iglesia del Espíritu Santo de Varsovia y con la magnífica catedral de Campo del Ejército Polaco, la cual podréis ver en la segunda foto.
También cabe destacar la historia perturbadora pero cierta que representa el monumento al Alzamiento de Varsovia. Conmemora a los insurgentes que lucharon contra el ejército alemán que ocupaba la ciudad en agosto de 1944. Todo aquel que haya estudiado historia y que conozca los acontecimientos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial guardara al menos un minuto de silencio junto a este monumento.
Terminé mi tour por la ciudad degustando esta increíble hamburguesa vegetariana. Considero que teniendo dos días para hacer turismo, un día es suficiente para visitar Varsovia. Cabe mencionar que aquí os encontraréis con mucha gente procedente del sur del continente asiático. Bueno, ¡nosotros estamos por todas partes!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Time to Explore Warsaw
- Italiano: E' il momento di esplorare Varsavia
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