¡Lo que bien empieza, bien acaba!

¡Hola! Me llamo Denisse, pero suelen llamarme Den. Mi historia comienza con lo que se conoce como un "amor de verano" en Pensilvania, durante el verano de 2014. Fue cuando conocí a Kamil por primera vez y, aunque no fue amor a primera vista, era solo cuestión de tiempo. Como todos aquellos que se enamoran, empezamos a hacernos promesas de que nos veríamos pronto, pero la verdad es que son miles de kilómetros los que separan a nuestros países: Polonia y México. Tras cuatro semanas de relación llena de risas, charlas, turismo y muchas experiencias juntos, decidimos mirar para reencontrarnos lo antes posible, nuestra mejor opción: un intercambio académico a Polonia.

Después de llegar a México y volver a la universidad, empecé a organizarlo todo para hacer un intercambio académico a Polonia para el año siguiente, es decir, cuatro meses después. Pronto lo tenía todo listo para marcharme. Con mi billete de avión dentro de mi libro "Dukla", un libro de autor polaco; el estómago lleno de mariposas y caminando por un suelo que parecía temblar bajo mis pies, me subí al avión buscando mi sitio. La mejor experiencia de mi vida estaba a punto de comenzar.

Todo esta preparado para vivir en Varsovia durante 6 meses, pero pronto decidí quedarme todo el año. Conocí a gente de todas partes del mundo, encontré al amor de mi vida, disfruté, bailé, vi, comí, estudié,... hice todo lo que estaba en mi mano para disfrutar de tan bonita ciudad y de otras de sus alrededores. La gente de Polonia es amable, simpática, respetuosa, trabajadora, son increíbles. Todo el mundo debería estar dispuesto a enamorarse de una ciudad, una cultura, una persona, una estación del año, de las diferencias que existen. Hay magia en los ojos de una persona capaz de ver con claridad lo extraordinario que es el mundo.

¡Gracias por todo, Polonia!