Tareas a realizar en Karumbé - Voluntariado de tortugas
Después de haber visto todas las instalaciones en las que iba a estar durante mi estadía de 8 días (la mínima que te exigían a permanecer), me enteré de cómo se repartían las tareas. Uno de los encargados de Karumbé hace cada día una planilla con las tareas de cada uno de los voluntarios durante la mañana, tarde y noche. Para cada voluntario la tarea de medio día era limpiar zonas comunes y el otro medio día SÍ realizar tareas de voluntariado. Esto yo no lo veía bien ya que me parecía absurdo tener que perder medio día de todos los días de mi estadía limpiando. Además en cada comida (almuerzo y cena) le tocaba a dos voluntarios realizar la comida, e incluso si había alguna tarea que te interesaba hacer durante la mañana o durante la tarde y debías hacer la comida, no podés hacerlo ya que hay que empezar a cocinar como 3 horas antes porque debíamos hacer la comida para todos, y éramos muchos.
Luego de los primeros días, me di cuenta que las tareas voluntarias a realizar tampoco eran demasiado buenas ni atractivas como se veían al principio.
La tarea de avistamiento de tortugas fue la más aburrida y absurda. Se trataba de ir hasta un punto bastante lejos en la playa donde había rocas y podíamos ver el mar desde arriba. Una vez allí teníamos que estar horas mirando el mar viendo cada vez que una tortuga sacaba la cabeza del agua para respirar y anotarlo. Esto supuestamente era para hacer un censo, pero personalmente yo no había ido allí para eso. Mi idea era curar y ayudar a los animales, no ver tortugas sacando la cabeza del mar para hacer un censo. Luego otra tarea era ir caminando por alrededor de 20 kilometros para ver si había alguna tortuga que necesitara de ayuda. Pero de todas las veces que se hizo, jamás encontramos una tortuga (nisiquiera muerta). Lo único que se veía siempre eran lobos marinos muertos varados en la arena. Otra tarea era quedarnos en la Tortutienda cuidando a los animales rescatados. En esta tarea debíamos limpiar los tanques en los que se encontraban las tortugas y curar y/o medicar a tortugas que lo necesitaran. Dentro de todas las tareas, esta era de las mejores. Luego si había liberaciones podías participar en ella, y por último estaba la más divertida que era atrapar con una red a tortugas marinas para llevárnosla a la tortutienda y verificar que todo anduviera bien con ella y que no liberara plástico u objetos extraños por las heces. Por ende, al cabo de una semana se liberaban. Para realizar esta tarea había que vestirse con traje de buceo y patas de rana para entrar al agua y sacar a la tortuga marina que se haya atrapado y así sacarla al exterior para llevarla a la tortutienda una vez finalizada la tarea.
Los voluntarios más antiguos, que eran los que se quedaban durante toda la temporada de verano ayudando a esta asociación, no eran muy buena onda. La mayoría se creía más que el resto y no se nos ponían a la par.
Otra tarea que hubo justo en el momento en el que yo estuve fue el de pintar por fuera la cocina. Algo que me parecía absurdo tener que hacer si ibas a supuestamente ayudar a las tortugas marinas y no a hacer trabajo de carpintero.
Lo único bueno de este viaje fue conocer a la gente voluntaria que había ido como yo, que eran la mayoría de Brasil pero también conocimos a una chica de EEUU y otra de Inglaterra muy buena onda. De esta experiencia me quedaron amigas con las que todavía me sigo hablando. Me encantó poder socializar con gente de diferentes culturas y eso me hizo abrir la mente a la posibilidad de hacer un intercambio a otro país para tener más experiencias de estas, pero esta vez sin necesidad de que fuera para hacer algún voluntariado donde la mayoría de las tareas no sean contactar con el animal. Otra cosa que me gustó fue estar presentes en una fiesta de noche que se hizo con una fogata y bebiendo alcohol.
Aunque no fue todo como esperaba, pude aprovechar el poco tiempo que nos tocaba estar con animales y aprendí curaciones básicas de tortugas marinas. Además Karumbé también rescata otro tipos de animales como aves silvestres y pingüinos que necesitan ayuda y luego los libera. Y por suerte tuve la oportunidad de verlos.
Como conclusión, hay que saber que no siempre todos los voluntariados van a ser como los esperados ayudando a los animales y aprendiendo mucho sobre eso. Hay que ir con la mente abierta no teniendo muchas expectativas ni ilusiones sobre el voluntariado. Luego de esta experiencia, quise hacer otros voluntariados pero me fijé muy bien en las tareas que se realizaban y en la mayoría sólo hay que darle de comer y limpiar sus alojamientos. Además por semana te cobran más de €200 y ni podés tocar a los animales a los que supuestamente vas a ayudar. Por eso hasta la fecha todavía no me decidí por hacer ningún otro voluntariado, porque es arriesgar mucha plata y ya desde un principio te indican que no podrás tener contacto con los animales.
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