Aspectos más relevantes del territorio americano

Buenas noches chavalería! En este artículo voy a hablaros de los aspectos más relevantes (según mi opinión) que hemos de tener en cuenta a la hora de pisar territorio americano. Como ya os hablé del territorio, ahora voy a hablaros de la población, la economía, de la minería, energía e industria y transporte y comunicaciones como último aspecto.

Población

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Los actuales pobladores de América del Norte son mayoritariamente descendientes de los antiguos colonizadores europeos. Aunque existió una colonización española (Florida y California meridional) y otra francesa (Quebec, Louisiana y Mississippi), la colonización más sistemática fue la inglesa, por lo que la mayor parte de la población es anglosajona. Los esclavos negros fueron los primeros en constituir una minoría importante.

Tras la colonización vinieron las inmigraciones. Destaca en el siglo XIX la masiva llegada de irlandeses, alemanes, escandinavos, bálticos, rusos, italianos y griegos. Después, los horizontes de la inmigración se han ido ampliando a otros continentes y son latinoamericanos, asiáticos y, en menor medida, africanos los que entraron en Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.

Norteamérica tiene hoy unos 280 millones de habitantes, un 80% de los cuales es de raza blanca, un 10% de procedencia africana y el resto se distribuye entre otras minorías. Entre ellas cabe destacar a los pobladores anteriores a la colonización europea: los esquimales, en el extremo norte de Canadá y Alaska, y los indios que ocupan los territorios del noroeste canadiense y varias reservas diseminadas por EUA.

La población norteamericana es urbana en un 75%; se caracteriza por su gran movilidad y una distribución muy desigual. En cuanto a la religión, un 60% es protestante, un 23% católica, un 3% judía y un 2% ortodoxa; también existen minorías musulmanas y budistas.

Mucho antes de que Colón llegara al Nuevo Mundo, América Central y del Sur eran ya cuna de importantes civilizaciones, como la olmeca, la teotihuacán, la maya, la azteca o la inca.

Todavía hoy existen razas indígenas puras como los indios arawak y los caribes, que viven en las regiones costeras septentrionales, y los amerindios puros, que moran en Colombia y los altiplanos del Perú, Bolivia y Ecuador.

Otra etnia, mucho más numerosa, es la mestiza, descendiente de amerindios y españoles. Por último están los criollos, de ascendencia europea -sobre todo española- pero nacidos en el continente.

En América Central y del Sur viven unos 448 millones de personas. La densidad de población es mayor que en América del Norte, pero, al igual que allí, su distribución es muy desigual. Aunque la sociedad de América Latina es mucho más rural, también en esta parte del mundo se ha producido una concentración en las ciudades, pero con un desorden urbanístico mucho más acusado y unas condiciones de vida muy degradadas que han provocado problemas sociales de gran magnitud. Además, en América Latina también se produce una fuerte emigración hacia los países del primer mundo (principalmente EUA y Europa), aunque las dificultades para asentarse en ellos sean cada vez mayores.

La religión es mayoritariamente católica, pero se está produciendo un ascenso espectacular de las iglesias y sectas protestantes. El dominio político de los descendientes de los colonizadores europeos ha sido severamente criticado y varios líderes de los años noventa proceden de migraciones diferentes (japonesa, árabe).

Los blancos, que siguen constituyendo el eje de las clases dirigentes, incluso en las sociedades de mayor mestizaje (Venezuela, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador), han tenido que elaborar programas en los que se recoge la especificidad de la cultura indígena (América Central o Andina) o negra (Caribe y Brasil). Puede afirmarse que América Latina es un mundo de contrastes: entre culturas europeas y mestizas o andinas, entre las importantes riquezas naturales de unos países y los escasos recursos de otros, o entre clases sociales.

Otro factor que ha influido a las poblaciones latinoamericanas han sido los conflictos políticos y las guerras civiles, cuyos ejemplos más recientes se vivieron en Nicaragua y El Salvador en los años setenta y ochenta. Afortunadamente, parece que las poblaciones de ese mosaico de pequeños países han empezado a caminar hacia la democracia y por el sendero de la paz. En conclusión, puede decirse que ese conjunto, que por su mismo origen lingüístico y por su misma religión se ha llamado Latino américa, no forma un bloque homogéneo y compacto, sino una sociedad muy diferenciada que está sufriendo mutaciones de dimensiones hasta ahora desconocidas.

Economía

Funete

El continente americano sufre una división clara entre el gran desarrollo del norte y la pobreza del sur. Pero la distribución de la riqueza no es homogénea y en el norte existen grandes bolsas de pobreza, mientras que en el sur se presencia la emergencia de una sólida clase media, como en Chile o Colombia.

La amplia escala latitudinal hace que en América del Norte se cultiven tanto productos de clima templado como plantas subtropicales. EUA y Canadá son los principales suministradores mundiales de trigo y maíz; también exportan algodón, cebada, arroz y productos cárnicos. La mano de obra dedicada a la agricultura es cada vez menor, pero la producción no dejó de incrementarse hasta finales de la década de los ochenta. Ello fue debido a la extensa mecanización y a la aplicación de la tecnología que permitió ampliar y mejorar los cultivos en zonas áridas, multiplicando las cosechas. Sin embargo, en los años posteriores a 1991 la producción de cereales de EUA ha decrecido en un 27% a consecuencia de los programas de reducción de superficies cultivadas.

La pesca es una actividad importante en la economía norteamericana. Las flotas pesqueras están muy bien preparadas y sus aguas territoriales son muy ricas en especies piscícolas. La captura más importante es sin duda la del bacalao.

La agricultura es la actividad básica de Latino américa. En América Central, gran parte de los campos se dedican todavía a cultivos de subsistencia y los agricultores son mayoritariamente indígenas. Los principales productos son el maíz y las alubias, mientras que la agricultura comercial, que en algunas regiones corresponde a un sistema de monocultivo, produce café, plátanos, caña de azúcar y algodón. Los bosques han sido sistemáticamente explotados y hoy están seriamente degradados. Se explotan las maderas duras como la caoba y el cedro y también el pino. Las pesquerías están poco desarrolladas. Las mejores flotas pertenecen a México, que captura atún, sardinas y crustáceos.

En América del Sur la agricultura ha estado muy marcada por la colonización. Tras la independencia, los cambios inmediatos fueron escasos y la agricultura comercial siguió estando orientada a los mercados de ultramar. En Brasil, al tradicional cultivo de la caña de azúcar se sumó el del café a gran escala.

En Argentina las tierras fueron utilizadas para la cría de ganado vacuno y ovino y, después, vinieron las grandes plantaciones de cereales y algodón. Chile y Perú producían guano, y pronto empezaron a exportar lana y, Chile, también carne. Otros países sufrieron, y sufren todavía hoy, una gran dependencia de uno o dos productos, lo cual los hace muy vulnerables a las fluctuaciones de precios en los mercados internacionales.

Recursos minerales, fuentes de energía e industrialización

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América del Norte es rica en minerales. Ello no impide, sin embargo, que EUA sea a la vez importador y exportador de un mismo producto, como el petróleo. La riqueza mineral del subcontinente es tal que sólo cabe decir que los únicos minerales de los que carece son el estaño y la bauxita.

Las fuentes de energía son también muy variadas. Abunda el carbón, el petróleo, el gas natural, y la naturaleza proporciona numerosos saltos de agua aprovechados para obtener energía hidroeléctrica. También la energía nuclear, con varias decenas de reactores en servicio, desempeña un importante papel.

La industria norteamericana está muy desarrollada y es extremadamente completa. Abarca todos los sectores y está muy repartida por el territorio, aunque, naturalmente, existen regiones y cinturones más industrializados. EUA es el mayor productor de manufacturas del mundo en casi todos los sectores, aunque Japón los haya desplazado en algunas ramas, como la producción de automóviles o la robótica.

Desde el hundimiento de la URSS en 1991, Estados Unidos ha concedido mayor importancia a las relaciones comerciales con sus vecinos: Canadá y México. La aprobación en 1993 de un tratado de libre comercio entre EUA, México y Canadá pretende crear la mayor zona de libre cambio del mundo, aunque se enfrenta a la dificultad de unir a socios mucho más diferentes que los que integran la Comunidad Europea. De cualquier modo, pese a su declive relativo, los Estados Unidos siguen siendo la primera potencia económica del mundo.

México es el país centroamericano más rico en minerales: extrae plata, plomo, cobre, cinc, carbón, petróleo y gas natural. Se explotan pequeñas cantidades de cobre, plomo, antimonio, plata y oro en El Salvador, Nicaragua y Honduras; Guatemala tiene plomo, cinc y níquel.

El petróleo reviste importancia en Trinidad, que también es conocida por su lago La Brea, principal fuente mundial de asfalto natural. En Brasil abundan las riquezas minerales: bauxita, hierro, manganeso, aluminio y oro, entre otros; Chile es rico en cobre y nitratos y Bolivia tiene estaño. El petróleo se distribuye entre Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia.

El desarrollo industrial de América Latina se ha estimulado gracias a la explotación de los recursos petrolíferos, de gas natural e hidroeléctricos. La principal potencia industrial de América Central es México, seguido de El Salvador. Existe una incipiente industria en Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Puerto Rico y Trinidad. En América del Sur los países más industrializados son Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.

El país que cuenta con una mayor diversificación industrial es Brasil y la inversión extranjera, que antes era primordialmente británica, es hoy estadounidense en su gran mayoría. Pero desde finales de los años ochenta se ha ido desarrollando y afianzando un proceso de acuerdos económicos interestatales: la NAFTA integrada por EUA, Canadá y México; Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay; el pacto México-Chile y el Mercado Común Centroamericano.

Estos acuerdos económicos favorecen, a su vez, reagrupamientos encaminados a resolver problemas políticos, sociales y fronterizos. Así se ha creado el grupo de Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), el grupo de los ocho (los anteriores más Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) o el llamado grupo de Río (integrado por doce países).

Queda por saber si estos organismos serán capaces de resolver los mayores problemas de Latino américa: la debilidad de sus economías y el narcotráfico. El volumen de dinero generado por la droga crece sin cesar y la corrupción hace estallar escándalos políticos y militares.

En la América andina el cultivo de la coca se intensifica y las ayudas para la introducción de cultivos alternativos, en parte subvencionadas por las naciones desarrolladas, no son suficientes. Las perspectivas económicas de Latino américa, después de la grave recesión de los años ochenta, son más prometedoras: la economía crece con regularidad, mientras que la deuda externa y la inflación están relativamente controladas, pero los costes sociales de las políticas de ajuste, recomendadas por los organismos internacionales, han sido elevados y las desigualdades sociales siguen siendo muy acusadas.

Transportes y comunicación

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Las primeras vías de comunicación que se utilizaron en Norteamérica, cuando llegaron los colonizadores por el este, fueron las fluviales, que todavía hoy mantienen su importancia. Las principales son el río San Lorenzo, los Grandes Lagos y el sistema Mississippi-Missouri. El ferrocarril se empezó a desarrollar en 1830. Hoy, el tren ha sufrido la competencia de otros medios de transporte y su importancia está en declive. La red de carreteras, en cambio, está muy desarrollada, especialmente en el este y el centro de Norteamérica. Por último, el avión conecta todas las grandes ciudades norteamericanas y el tráfico internacional es muy intenso.

América Central fue conquistada y colonizada desde el mar, y gran parte de su comercio y de sus conexiones internas siguen siendo rutas marítimas. Además, la complicada ortografía del territorio impidió la construcción de una buena red de carreteras y, todavía hoy, el transporte terrestre está muy poco desarrollado. Sólo México dispone de una buena red ferroviaria.

Las carreteras, por su parte, sólo comunican a las principales ciudades entre sí. Estas limitaciones terrestres han hecho que América Central confiara cada vez más en la aviación comercial, a lo que también ha contribuido el turismo.

Los obstáculos del relieve, mayores en América del Sur que en ningún otro lugar del mundo, han impedido trazar una buena red de transportes. En los Andes todavía se utilizan los antiguos caminos indios y las bestias de carga para el transporte. La construcción de carreteras y ferrocarriles fue muy rápida en países de economías en expansión, como Argentina, Brasil y Chile. Pero la falta de planificación hizo que muchas de esas vías crecieran sin coordinación alguna con el resto del país y que las conexiones entre los estados fueran escasas.

Hoy en día la red de carreteras asfaltadas y las líneas ferroviarias resultan insuficientes y los suramericanos no han tardado en apreciar las ventajas del transporte aéreo, que ha experimentado, como en América Central, un enorme desarrollo.


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