Aventura con las algas

Soy bióloga. Una de las asignaturas que escogí en la Facultad de Ciencia fue ficología. La Ficología trata sobre el estudio de las algas. Era la única estudiante de erasmus en clase. Los profesores siempre fueron muy majos y estaban llenos de energía. Me encantaba ver la pasión con la que se expresaban y eso me hizo interesarme más por la asignatura. Lo único complicado fue que mis compañeros de clase hablaban checo prácticamente todo el tiempo. No se checho, y me es imposible entender algo. De todas formas, no voy a entrar en detalles sobre las clases. Solo quiero mostraros como el hecho de estudiar ficología me ha cambiado.

Primero, quiero señalar que me sentí como una experta en algas, ya que teníamos que presentar cada semestre algunos artículos. Y los artículos eran a veces de 20 páginas... En el primer semestre empecé a hablar con una de mis compañeras de clase, y en el segundo semestre, puedo decir que nos hicimos amigas. Además, una chica que era más tímida me invitó para ir a aprender salsa.

Finalmente, me apunté a un viaje de ficología con las chicas y estos profesores tan guays. Ahora empieza mi revelación.

Fuimos a una ciudad llamada Komarov, al lado de una zona protegida que se llamaba Brdy. El propósito del viaje era recolectar muestras de la zona. El primer día seguía teniendo el mismo problema, todo el mundo hablaba checo. Esta vez, los profesores también. Así que estaba un poco decepcionada porque iba a pasarme así durante 4 días. Al día siguiente, nos dividimos por equipos, cada equipo tenía un profesor. Teníamos que coger muestras de unos estanques. Cuando llegamos, el profesor nos dejo a nuestro aire para que descubriéramos el lugar nosotros mismos. En el proceso, encontramos un lugar en el que estaba prohibido entrar porque los soldados estaban practicando tiro. Nos las apañamos para cruzar esa zona y nos perdimos. Al cabo de un rato, vimos un soldado que parecía alegrarse de ver chicas. Mis compañeras le contaron nuestro problema, y después de un par de minutos, apareció su jefe en un coche militar. Dijo que nos subiéramos y que nos llevaría al estanque que necesitábamos. Atravesamos el bosque en el coche militar, sujetándonos lo mejor que podíamos y mirando a los soldados por la ventanilla. Terminamos el viaje con una buena cerveza checa y algo de comida, y acto seguido, volvimos a nuestra tarea de identificar las algas.

No teníamos tiempo para nosotros (nos levantábamos a las 8 am y nos íbamos a dormir a las 2 am), pero siempre trabajábamos riéndonos y bebiendo cerveza. El tiempo pasó sin darnos cuenta. Realizamos muchas actividades de aprendizaje y fue divertido. Por ejemplo, por la noche, estuvimos jugando a un juego que era como ir a la caza del tesoro, pero antes de eso, habíamos estado asando salchichas en el fuego y cantando canciones utilizando palabras científicas. Poco a poco, empezaron a hablar en inglés y conocí a gente maravillosa. Me dijeron que su inglés no era muy bueno, y por eso les daba vergüenza hablar conmigo. Me sorprendió mucho, pero me alegró de que al final nos lo pasáramos tan bien juntos.

Después de todo esto, me di cuenta de que con pasión puedes lograrlo todo, y lo más importante, puedes enseñar a los estudiantes de tal manera que siempre se acordarán de la experiencia y la información recibida. El idioma es una barrera, pero en cuanto conoces a la persona y ganas confianza lo demás no importa, porque llegas a crear una conexión. No entiendo como es posible que en cuatro días haya conocido a gente que influenciara tanto en mi vida, tanto profesores como compañeros de clase. Gracias.