Desde que me mudé allí...

PARTE 1

Mi vida ha cambiado.

Llegué a Lyon el 31 de agosto de 2016 con un coche cargado de equipaje y un corazón lleno de esperanzas. No sabía nada sobre la ciudad y estaba allí sola, con solo un mapa en mis manos. Sin embargo, no tenía miedo; ¡Yo estaba muy emocionada! ¡Podía oler el comienzo de una nueva vida, una nueva experiencia y un nuevo yo!

Mi habitación estaba en un pequeño departamento de Lyon 8th y vivía con una mujer que realmente me ayudó a conocer un poco más sobre la ciudad y la cultura francesa. Ella era musulmana de Marruecos y para mí esa fue una experiencia completamente nueva ya que vengo de un pequeño pueblo en Italia donde todos son puramente italianos y cristianos y hay muchas personas que todavía tienen prejuicios contra los "otros". Sin embargo, nunca tuve ningún problema para vivir con ella y sus tradiciones. Por el contrario, me ayudó a comprender que todos estos prejuicios solo pueden venir de la ignorancia.

De todos modos, el 1 de septiembre comenzó mi vida universitaria. Se celebró una reunión con todos los estudiantes de primer año y estaba realmente nerviosa porque era la única estudiante italiana y ni siquiera tenía tanta confianza en hablar el idioma. Mi primer obstáculo fue buscar el salón donde se realizó la reunión y dado que las personas en el punto de información no habían sido útiles, sino groseras, finalmente logré encontrarlo por mi cuenta. Mientras estaba sentada fuera de la habitación, esperando el momento, decidí practicar mi francés con un estudiante (que ahora es un amigo muy cercano), para que también pudiera ayudar en caso de que no entendiera cualquier cosa durante el discurso de los maestros.

Una vez que terminó la reunión, me sorprendió tanto haber entendido todo sin ninguna dificultad y mi confianza también aumentó. Ahora, podría sentirme más relajada sobre mis clases, que, afortunadamente, eran principalmente en inglés y sobre conocer gente nueva. Solo tenía que obtener más vocabulario en mi francés al seguir hablando sin temor a equivocarme, pero con la voluntad de mejorar lo más que pudiera.

Así que puedo decir que, como primer día en una ciudad completamente diferente, solo, estaba realmente satisfecha y estaba segura de que eso era solo el comienzo de una larga lista de satisfacciones.

En las fotos, puedes admirar a mi universidad de noche y a mí posando frente al río Ródano.

PARTE 2

¡Hablemos de deporte ahora!

Ya había pensado en participar en algunas competiciones una vez que me uní a la universidad, y así lo hice. Solía ​​jugar al voleibol hace 4 años y lo comencé cuando tenía solo 8 años, pero las cosas se complicaron con la escuela secundaria y lo dejé. El voleibol siempre ha sido mi pasión, pero nunca quise hacer una carrera con él, así que una vez que me di cuenta de que estaba alcanzando un nivel realmente alto, decidí que era mejor enfocarme en la escuela y en lo que realmente quería hacer con mi vida.

Después de un descanso de cuatro años, eventualmente tuve la oportunidad de reducir mis habilidades de voleibol uniéndome a algunos entrenamientos en la escuela y las competiciones universitarias. ¡Sabía que la mejor manera de hacer amigos en una ciudad completamente nueva era encontrar a alguien con quien compartir tu pasión y el mejor ambiente es un lugar donde puedes ser irreflexivo y divertirte! Después de algunos entrenamientos, mi entrenador se dio cuenta de que realmente era muy buena y decidió meterme en el primer equipo. ¡Allí conocí a más chicas que eran realmente agradables y volví a sentir la emoción del juego! ¡Eso fue asombroso! Realmente me hizo adaptarme a la cultura ya que todo el mundo era puramente francés y es especialmente allí donde mejoró mi francés.

PARTE 3

Entrar en una nueva ciudad solo, no significa vivir sobre los hombros de tus padres; por el contrario, para mí significa desafiarte a ti mismo para crecer y demostrar que finalmente te convertiste en un adulto con tu propia fuerza y ​​voluntad. Por eso decidí irme allí.

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