¿Cómo es el Erasmus? No te lo pierdas.
¡¡Bienvenidos a mi blog!!
Donde os contaré todas mis experiencias en viajes por Europa, pero antes de nada, os contaré la mejor experiencia de mi vida.
Mi primera experiencia, y os contaré todo lo relativo a mi Erasmus, la mejor experiencia de mi vida.
Tengo que decir, a todo el que lea mi experiencia que: si te estás planteando irte o no, VETE. Disfruta de la que será la mejor experiencia de tu vida, y aprovéchate de que has tenido la suerte de vivirla, para poder contarla.
Cuando vuelvas de tu Erasmus, y empieces a contar. Ten en cuenta que: Nadie lo va a entender, te escucharán pero dirán... pues bueno, muy bien.
Consejo: No desaproveches la oportunidad que te brinda la oportunidad.
Ya lo dicen, una vez Erasmus, siempre Erasmus...
Depresión Post-Erasmus.
Cuando la sientes, sabes lo que es. Los demás, no lo entenderán. Y es que, eso es el Erasmus, entendible solo para quien lo siente en sus carnes.
Al principio, todo lo que te venga a la mente, es... ahora estaríamos pensando qué comer, qué cenar o qué bar toca hoy, luego podríamos ir a Piazza Libertà.... en fin un millón de recuerdos llenarán tu mente, y luego, cada vez que oigas algo Erasmus, te girarás y dirás, yo también estuve, yo viví esta experiencia a tope.
LA DECISIÓN
Ya han pasado tres años desde que decidí iniciar esta experiencia. Nunca había hablado tan a fondo de esta, hasta ahora.
Fue en el año 2014/2015 cuando sentados en esa mesa de mi facultad, en Córdoba. Mi compañero de clase y amigo, de por vida, Rafa, dice: y si nos vamos de Erasmus?.
Al principio todo eran risas, y claro nuestra broma, poco a poco fue cogiendo forma, echamos los papeles, nos informamos en todos lados donde podíamos de todos los trámites que teníamos que hacer, para poder formular en primer momento la solicitud, que aun, no era nada seguro, seguíamos de broma. Pero llevando a cabo cada trámite. Pensando que en algún momento del proceso, la denegarían.
A pesar de todas las dudas y miedos que van apareciendo, y el no estar muy segura de lo que estaba haciendo (pues yo pensaba, ¡estoy loca! ¿dónde voy?). Algo me decía, que tenía que hacerlo, que tenía que vivir esta experiencia que en este momento estaba ahí para mí, entonces, decidí ‘tirar’ hacia delante con todo lo que ello suponía, sobretodo, papeles, muchos papeles y más papeles.
Era el momento justo para cambiar el rumbo de mi vida, y conocerme a mí misma.
Entonces, papeles rellenados casi rellenados a falta de destino... ¡Comienza nuestra aventura Erasmus! La decisión está tomada.
EL DESTINO Y ASIGNATURAS
Ya que estaba medio decidida, o bueno, por lo menos ya estaban presentados todos los papeles para que fuera concedida la beca, faltaba un único campo que rellenar, el destino y esa era la decisión más difícil que debía de tomar en cuanto al Erasmus. En mi mente me decía que tenía que elegir un lugar que creyera que iba a estar cómoda, me esperaba un año por delante.
Algo tenía claro y eso era que el sitio que eligiera no podía tener como requisito acreditar un B1, no lo tenía aún, y no me daba tiempo a presentarme y aprobarlo. Por tanto, ya descarté muchos sitios como Polonia, Inglaterra, Alemania…
Lo siguiente ¿dónde me convalidan más asignaturas? Bien, tras un ojeo rápido sobre el listado de las asignaturas a convalidar, descarto más lugares aún, y me quedan menos destinos de los que disfrutar.
Por último, y segura de que no es un destino que en ese momento quiera, por lo cercano que estaba de Córdoba, descarto Portugal.
Ahora sí, hago una lista con 10 destinos a los que, bien me gustaría ir, o bien por descarte añado.
Dándole prioridad a Italia, de la cual me ofrecen dos destinos, Udine y Siena y ambos son añadidos en mi lista, como primero y segundo destino, respectivamente.
Quizá me decantaba más por Udine porque es un país céntrico y eso te permite hacer más viajes por Europa; además, está muy cerca de Croacia, Eslovenia y Austria; puedo decir que incluso hay un tren que cuesta unos 5 euros aproximadamente desde Udine a Eslovenia.
No me equivoqué, hice buena elección; además, tenía información del destino, compañeros del año anterior habían estado allí, y la verdad que en el tema apuntes, exámenes, profesores, asignaturas.... me ayudaron muchísimo. Menos mal que estaban ellos.
Ya está presentada la solicitud completa.... y todo preparado para recibir buenas o malas noticias. Solo quedan esperar. ¡Cada vez más cerquita!
ACEPTACIÓN
Una vez presentada solicitud, llegan los primeros nervios… ¿me aceptarán? ¿me darán el destino que quiero?.... Tras un tiempo de espera, creo que un mes, aproximadamente, me conceden la beca ERASMUS 2015/2016 a UDINE (y, ¿qué es eso? ¿dónde está?); Ilusión es lo que recorre mi tiempo, y ya cuando lo pienso en frío, tras la emoción, miedo, mucho miedo. ¿Dónde está Udine? ¿Qué hay allí? ¿Hará calor o frío? ¿Será grande o pequeño? Tras investigar y poner respuesta a todas las dudas que me asaltaban, acepto irme de Eramus, acepto irme a Udine, y me pongo en marcha con todo lo que se me avecina, que no viene hacer otra que muchos, muchos, muchos papeles.
LAS CLASES
Ahora ya, tengo que elegir que asignaturas cursar allí, y aquí en España, empiezan las reuniones con la orientadora y la que será nuestra Tutora Erasmus, los problemas con las convalidaciones, entre los que incluimos miles de vueltas al Despacho de la tutora con mucho contenido por si coincidían las asignaturas para convalidar, donde nos dijeron muchos no se pueden convalidar, no es el mismo contenido, muchos, muchos no; y estas son las primeras tristezas, el que no se pudiera convalidar la asignatura más ‘difícil’ de la carrera.
Allí no sabía como serían, algo me habían contado, pero claro de un año a otro todo puede cambiar.. Fueron clases orales, en italiano, obvio. Pero había un profesor Pittino, que nos dejo hacer su examen en español. ¡Perfecto!
Eso de que por ser Erasmus te aprueban las asignaturas, es muy relativo.
ILUSIÓN Y PREPARATIVOS
A pesar de las trabas, pequeñas decaídas sufridas por el camino…., siempre tenía dentro la ilusión, la ilusión de que me iba, de que, sí, me había atrevido a salir a un país sola, sin tener ni idea del idioma y durante un cuatrimestre, que para mí ya era mucho (claro está, que esa solo fue la idea con la que salí de España, pero amplié mi Erasmus).
Creo que ese el miedo que tenemos todos, en principio. El salir y que te encontrarás, pero ten en cuenta que... Udine es un lugar seguro, por lo menos desde mi punto de vista y todo el miedo que llevaba, me sorprendí. Lugar tranquilo donde los haya.
Pues bien, ahora se lo cuento a mis padres, al principio y creo que hasta el día que me dejaron en el aeropuerto, no se lo creían. Yo, una niña que apenas salía, a la que todo le daba miedo y que por todo tenía vergüenza, ¿cómo me iba a ir fuera, y encima a otro país? Pues sí, me fui, entendí que era el momento de salir de la rutina y cambiar mi vida, porque sí, EL ERASMUS TE CAMBIA LA VIDA COMPLETAMENTE.
Tras un laaaaaaaargo verano de preparativos, maletas, ropas nuevas y de inverno, de muy invierno, lo que más abrigara de todas las tiendas, que en CÓRDOBA (mi tierra) jamás me hubiera puesto, me lo tenía que comprar, pero claro, iba a ITALIA, al NORTE, a UDINE, que las únicas informaciones acerca del clima que tenían era que: hace mucho frio, siempre llueve, incluso nieva. Pues claro, yo tenía que ir preparada; bueno pues eso, tras todos esos preparativos; el 16 de Septiembre de 2015, me tengo que ir, sale el vuelo, y empieza mi aventura a las 13 de la tarde (estaba asustada no, asustadísima; de hecho, preguntar a mi familia, que hasta ese mismo día no me decidí a hacer la maleta porque decía que no iba, que no, que no me podía ir, aunque sinceramente, eran los nervios, yo estaba ‘deseandito’, me moría de ganas, jajaja) pongo rumbo a Málaga, tengo que coger el avión, y además, encontrar en el aeropuerto a mi compañero, no es muy grande pero bueno, mejor ir con tiempo.
ES HORA DE PARTIR
LLega la hora, me voy, a un lugar que no se que me encontraré, con mucha incertidumbre, muchos nervios y mucha, mucha ilusión llegamos a Treviso, súper tarde, de noche, ni idea como tenemos que ir de allí hacia Udine, pero bueno, nos encontramos, encontramos ‘il treno’ que nos dejará en nuestra nueva ciudad por algún tiempo y por fin, llegamos y esa noche solo teníamos una botella de agua, y muchos restaurantes, buenos locales donde comer (Kebab, McDonalds, Pizza). Empieza mi nueva vida, mi EXPERIENCIA, la que me cambia la vida.
El primer día por tierras italianas, sin móvil, sin internet en casa, sin nada…. Me informan de que lo primero que tengo que hacerme es el ‘Codice Fiscale’, ni idea de lo que era, pero seguro que era importante, porque me lo tenía que hacer si o si; pues bien, me dirijo a la oficina, madre mía, allí como me iba a explicar, y no solo eso como me iban a entender. Pero me entendieron, y me lo hice, y me dieron un papel que durante toda mi estancia tenía que tener conmigo, era el número que me identificaba.
El siguiente paso, que debéis tener en cuenta, el teléfono móvil, un número italiano, porque sino… ¿cómo hablaba yo con mi familia?; yo, sin saber nada de italiano, tenía que ir a una tienda de telefonía (ni siquiera sabía cual era mejor ni peor, a la primera que pillara) a hacerme un número italiano; pues bien, no hay miedo, no se cómo ni de que manera, pero conseguí mi número italiano; y lo primero que hago, dárselo a mi familia, a esa parte de mí que me dejaba en España, y que iba a echar mucho de menos (eso pensaba jajaj)
Cierto es, que los ‘papeleos’ del Erasmus dan muchos dolores de cabeza, pero son imprescindibles… pruebas de nivel, reuniones con Renata, reuniones con los tutores Erasmus de España (nada cuadraba, necesitábamos créditos, papeles… y se nos acababan los plazos), las temidas reuniones con Alessia Bruno y Massimo Plaino (quién lo haya vivido me entenderá de lo que hablo y de su puntualidad), y lo que primaba en todas ellas eran los nervios sobre cómo irán, qué nos dirán, qué tendremos que hacer… millones de momentos que no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.
EXPERIENCIA
Los primeros meses, dicen, son de adaptación. Te tienes que adaptar a un idioma desconocido, a unos horarios totalmente diferentes (amanecía a las 4 y se hacía de noche a las 16, pero por favooooor, por qué era así???), a una vida totalmente diferente a la que venías teniendo en España. Sin embargo, yo considero que no me costó trabajo adaptarme, hablar otro idioma (yo no hablaba mucho) era imprescindible si queréis sobrevivir allí; los horarios, bueno, aunque no te acabas de acostumbrar nunca (y menos a la hora que tenías que salir de fiesta; como españoles no podíamos empezar el botellón a las 10 y acabar la fiesta a las 4; no estamos acostumbrados, si a las 10 no estamos ni arreglados), pero aprendes a vivir con esos horarios y hacer las cosas a sus horas, como ellos; el clima, es difícil, yo, andaluza, no podría nunca acostumbrarme a un clima donde prácticamente día sí y día también está lloviendo, pero… aprendes a vivir dentro de ese clima, y, ¡oye!, se puede.
Durante el primer mes, quizá la primera semana, lo pase realmente mal, mi Rafa, que hasta ese día había compartido Erasmus conmigo, incluso eramos compañeros de piso, se tuvo que volver; y mira que intenté convencerlo para que se quedara, para que disfrutara también de esta aventura, que gracias a su comentario comenzó. Fue duro, hubieron muchas lágrimas, pero, tomó su decisión, no compartida por casi nadie de nuestros compañeros del Erasmus, pero era lo que en ese momento él creía correcto.
Como despedida, le hicimos una fiesta, ¡claro está!; pero también hicimos un viaje, si si, de esos que estamos una noche unos cuantos en mi piso, y decimos, pues mañana mismo nos vamos a Eslovenia en el primer tren que haya; no, no fuimos en Tren, fuimos en Bus (era más barato y los Erasmus tenemos que ahorrar, tenemos muchos gastos jajajaja) pero bueno, así, con el motivo de que Rafa no iba a poder disfrutar más con nosotros, nos inventamos un viaje, nos vamos y hacemos ese fin de semana inolvidable.
Ya, una vez que te haces a la ciudad, al idioma, a los horarios… y todo, solo queda disfrutar; olvídate de echar de menos, no hay tiempo para echar a nadie de menos, habla con tus padres, con tu familia, para que sepan que estás bien; pero no tengas tiempo de ponerte triste y echar de menos, que el tiempo pasa volando y cuando menos te lo esperes estás con ellos, de vuelta, hazme caso, que sé de lo que hablo. Y seguro, que ellos quieren que disfrutes de todo y se sentirán contentos si te ven a ti alegre, así que, no eches de menos.
Sal de fiesta, ah! Eres Erasmus, no hace falta que te lo diga, es la única obligación de los Erasmus jajaja (no bueno, también estudia). Yo, si no recuerdo mal, la primera noche no salí, pero la segunda salí, si; eso que en el Erasmus no hace casi nadie jejejjejeje. No sabía ni con quién, ni a donde iba a salir, pues no conocía ni la ciudad ni a mis compañeros de Erasmus Españoles, menos a los extranjeros. Total que, llego a una casa, de otro compañero español, que estaba como a eso de una hora de mi casa andando (soy un poco exagerada, pero estaba muy lejos) y allí, mucha gente, mucha música y mucha vergüenza. Pero bueno, ya había que ir hacia delante con todo, y era lo que tocaba conocer gente nueva y de otros lugares.
Me ofrecen de beber, ¡OJO!. Es cierto, no hay hielos, en UDINE no existen los hielos, tal y como los conocemos en España, un vaso de tubo con tres hielos, un poco de ginebra y fanta de limón….. ¿eso qué es? Olvídate, olvídalo durante un tiempo. Vasos de cumpleaños (el primer día, después encontramos un poquito más grandes, pero nah, muy poco), un ‘chorreón’ de lo que hubiera y un poco de refresco. O, bueno, un trago de una botella de vino ‘rosso’ o ‘bianco’ de Freschello (a veces ‘rosso’ mezclado con Coca-Cola, lo convertíamos en Kalimotxo), y, sí, caliente.
En fin, lo típico, hicimos como en España, botellón en el piso y después a la discoteca ‘Krepapelle’, si no recuerdo mal, era el día de la apertura; la primera noche de fiesta, no estuvo mal; conocí gente y disfrute. ¿Qué más pedía para un primer día?
En definitiva, así eran los días de fiesta, en verdad, iban a mejor, porque nos íbamos conociendo cada vez más; a pesar, de que solo viernes y sábado había fiesta, no había más, porque no es que UDINE sea una ciudad que destaque por su fiesta; pero bueno, nosotros como buenos españoles, la inventábamos a cualquier hora, en cualquier piso, o en cualquier plaza; y cuando va llegando Junio, cambiamos UDINE por LIGNANO y su playa, y sí, su fiesta también.
He de decir, que no todos los días se salía, bueno sí para que engañarnos, pero también teníamos reuniones con la que sería nuestra tutora allí, nuestros profesores, conocer un poco de la ciudad en nuestros ratos libres, ir al cine que estaba en Città Fiera (a veces íbamos en bus, a veces, en la oscuridad de la noche andando, ¡OJO! Está fuera de la ciudad, pero nosotros no teníamos miedo ni a ir andando de noche por mitad de la carretera, ni nah!), ir al Estadio del Udinese a ver un partido Italia-España... en fin, mil actividad más que iban surgiendo conforme iban pasando los días e ibas conociendo la ciudad… En verdad, lo que haríamos si estudiáramos en otra ciudad aquí en España (o quizá, no... El Erasmus no se iguala a vivir en otra ciduad en tu propio país).
Iban pasando los días, como he dicho antes, y siendo sincera, de fiesta en fiesta. Erasmus ‘orgasmus’ para algunos ya tenía sentido, y lo cogieron cuesta abajo y sin frenos, si si, algunos no paraban. Pero a esas alturas del Erasmus, mis amigos, han aumentado, ya no solo son españoles, si no que de otros muchos lares, argentinos, serbios, italianos, griegos….
Muy típico eran, las reuniones en Córdoba’s House, así como se conocía mi casa (cuatro cordobeses y dos italianos), no habría otro nombre mejor. Esa casa fue el centro de muchas fiestas, de muchas reuniones, de muchos días de relax viendo películas, de muchas comidas y muchas cenas. De despedidas y de llantos. En fin, siempre habrá un piso en cada Erasmus que se recuerde, y yo creo, que en ese año, sin duda, era el nuestro. Ah! Y no me olvido de ese cumpleaños, sí, mi cumpleaños, en el que en mi piso había personas de todas las nacionalidades, amigos de amigos de amigos y de desconocidos, jaleo, ruido… y vecinos riñéndonos, muy típico, en una ciudad donde a las 11 de la noche ya no se puede hacer nada de ruido.
Nunca te olvidarás del cariño que te han dado las personas con las que has pasado un año de tu vida, no me voy a olvidar de la casa de mis vascos, de esa casa, tan lejos como estaba, pero que tantas historias tiene. De esa casa, me llevo a una gran amiga, mi Mai, sí, una persona que ojalá la vida hubiera hecho que viviera más cerca de mí; porque con el paso de los días y de las charlas y más charlas, nos íbamos dando cuenta de que eramos dos personas iguales, en dos sitios diferentes de España. ¡Gracias Erasmus por hacer que la conozca!
Quien diga que no, es mentira, pero en el ERASMUS hay personas que se convierten en tu segunda FAMILIA. Que te los quedas para siempre.
A esto he de añadir que todo estos momentos no serían bonitos ni se quedarían para el recuerdo si no hubiesen sido compartidos con personas geniales, que quizá es lo que, el día de mañana más echemos de menos de nuestra experiencia, a las personas que hemos conocido durante ella, mejores o peores, pero a todas ellas.
A las que, al final de la experiencia se le ha cogido un cariño increíble, porque gracias a ellos aprendes a ser persona, cambias, porque quizá muchas personas que llevaban a mi lado toda la vida, no han sabido valorar, lo que en tan solo 10 meses, han hecho otras, y no han sabido hacer por ti y enseñarte lo que éstas nuevas personitas (con corazón enorme) han hecho por ti, en lo que ha durado una etapa de tu vida, que no vas a volver a vivir, y que vas a recordar cada uno de tus días.
Bueno, no me pongo sentimental, y continúo. Pero sí… al final, a Udine se le coge cariño, y demasiado.
Es una ciudad triste, pero no triste en el sentido de estar vacía, no, es una ciudad invernal, con un clima muy distinto al andaluz, pero muy entrañable. Tiene rincones impresionantes, y otros muchos que seguro que no descubrí en su momento, que serán aún mejores.
Y, os preguntareis, los que estáis a la espera de ir a UDINE o los que ya estáis allí pero aún no conocéis nada de la ciudad, ¿dónde salimos? Y, ¿las discotecas cómo son? No es que haya mucho que añadir, porque no conozco todos los pub/bares, pero si que puedo decir que, el que más he visitado ha sido TETRIS un lugar de reunión, sobretodo la parte de arriba, de los ERASMUS, distinto al de un piso. Si, así es, se trataba de un bar, acogedor, donde conocimos a una camarera y un camarero entrañable, donde nos reuníamos a beber, claro está, y a pasar allí nuestras tardes-noches-madrugadas, ¡estábamos agustísimo!.
Debo añadir: Leon d’oro, Glass, Taverna dell’Angelo… y algunos más. Tampoco me olvidaré del Italian Secret, un lugar acogedor en la Piazza San Giacomo, donde hemos tomado nuestros mejores cafés y hemos probado el Aperol Spritz, acompañados de risas, juegos de cartas e incluso he vivido allí la sorpresa que me dieron el día de mi cumpleaños (tarta y regalo incluidos).
En discoteca, destacan por nuestras visitas KREPAPELLE, era gratis, pero no por eso íbamos, sino porque aunque estaba lejos (al norte de la ciudad) y la vuelta se hacia muuuuuuuy larga, era la que más cerca estaba. Hay otra, QUEEN, que esa si que cuesta dinero, no recuerdo cuánto, y allí he pasado, quizá, una de mis mejores noches, con aquel mítico ¡vaaaaaaamos señores!, de Alberto Canario; pero para ir, era importante o tener algún amigo con coche (siempre encuentras alguno) o los taxis (¿cuántos taxis habremos pedido?).
También, existe en Udine, B-SIDE, bar-discoteca, abierto los miércoles y con ingreso gratuito; que, poco puedo hablar de este lugar, porque en los 10 meses que he estado, solo lo he visitado una vez. He de decir que no me disgustó para nada, y que el ambiente era muy bueno.
Y, todavía estoy esperando encontrar, un bar que nos dijeron una vez, que nunca cerraba; creo que no lo ha encontrado nadie todavía.
No todo es fiesta como he dicho, también tenemos tiempo para visitar y conocer la ciudad, las grandes plazas que tiene Udine, donde (como ya he contado) puedes disfrutar de los buenísimos cafés o helados que tiene Italia, del precioso Castillo de Udine o de la Plaza de la Libertad. Además, Udine en Navidad es encantadora.
No nos olvidemos también de la Piazza Primo Maggio, Piazza XX Settembre o Piazza Garibaldi, y visita obligada al Parco Moretti (y lo bien que se está tumbados en el césped con una mantita viendo las estrellas, o hablando de fantasmas como fue nuestro caso).
Todos estos lugares los podrás visitar en autobús (Gratis, ah! No son gratis, pero todo el mundo se monta gratis; eso sí, siempre pendiente del revisor; puede ser que venga un revisor y te tengas que bajar en mitad del trayecto para coger el siguiente hacia el mismo destino (a todos nos ha pasado) o, que venga un revisor, no tengas escapatoria y pagues 35€ (como yo pague en su momento). O siempre te quedará la bicicleta, todos los Erasmu tienen una, sí también se dice que los Erasmus las roban, pues sí para que nos vamos a engañar, pero no es de mala fe. Es muy típico en Udine, el uso de la bicicleta, además, aunque haya muchos locos encima de ellas, casi todo el mundo respeta a las personas que van con ellas.
Ahora ya, van pasando los días y los meses y muuuuy rapido, ¡espera! UN INCISO, voy a decir, que nunca vayáis de Erasmus para un cuatrimestre, os estáis engañando. Sabéis que vais a ampliar hasta el máximo, en nada que paséis allí una semana. Eso hice yo, bueno yo y muchos de los compañeros que estaban conmigo. ¡ES UNA EXPERIENCIA QUE HAY QUE DISFRUTAR AL MÁXIMO!
En fin, retomo el tema de que no todo siempre es fiesta, una se cansa de fiesta y más fiesta, y al igual que yo, todos nos cansamos un poco de las fiestas, de los días y días por ahí en los bares. Es entonces cuando se dice: y, ¿si hacemos algún viaje? ¿si vamos a este sitio, o a este, o allí?, y se empiezan a planear los ‘miles’ de viajes sobre la marcha, claro está, y visitas a otros países que se hacen durante el ERAMUS. Para tus padres va a parecer que pasas más tiempo recorriendo Europa, que viviendo en Italia, pero, ¿sabes qué? HAY QUE DISFRUTAR TODO LO QUE SE ACONTEZCA, porque solo se vive una vez en tu vida, y de verdad de la buena.
Creo que durante mi etapa en Italia, lo que más he hecho ha sido viajar, ni siquiera he llegado a salir mucho de fiesta, el viajar durante el erasmus supera en creces a salir de fiesta. No te pierdas nunca el poder viajar de un lado a otro; he de decir, que yo, por donde menos he viajado ha sido por Italia, sí sí, como leéis; aunque conocí muchos sitios, y muchos ‘pueblitos’ escondidos de la Región de Friuli-Venecia-Julia, Trieste, Pádova, Palmanova… y algunos más; no conocí tampoco mucho más. Pero es que, un día se nos ocurre que al día siguiente nos vamos a Eslovenia, y nos fuimos (eso que ahora planeas una y mil veces, pues no, en el Erasmus se hace de un día para otro que si no, no se hace), al poco tiempo cogemos un tren y nos plantamos en Venecia (¿cuántas veces habremos visitado Venecia? En Carnaval, en Otoño, en Invierno, con la plaza San Marcos inundada, con la Plaza de San Marcos sin inundar, con la amiga de nuestro amigo, con mi hermano, con los padres de no se quién…..), que sí, esta vez toca más cerca; pero, que la siguiente vez, es a Budapest, allí que no sabíamos como nos íbamos a entender cuando nos bajamos del autobús, y que además, tuvimos que dejar a varios compañeros en el camino (teniendo que volver a Italia) por no llevar DNI. Esos viajes en los que dices, empiezan mal… pues van a acabar mal, y terminan siendo de lo mejor que has vivido, y ¿Rumanía? No me lo creía, me iba a Rumanía y no solo a Rumanía, Serbia, Bulgaria… y mil horas durmiendo en un tren durante ese precioso viaje que tanto me dio a conocer, y sino, Polonia, ¿quién nos iba a decir a nosotros que por hacer botellón en mitad de la plaza como señores nos iban a denunciar? Si si, pues nos denunciaron. Y, ¿qué nos perseguiría la policía por un parque? Bueno pues bien, ERASMUS, esas cosas solo pasan durante esta experiencia, después las piensas en frío y dices, vamos a ver, tenemos que tener cabeza, como vamos a hacer eso, y es cuando dices, madre mía, que locura de experiencia, quien me diría que yo iba a hacer todas esas cosas, y que tendría tantas historias que contar. De eso se trata, aunque quien no lo haya vivido no lo entiende, pero los ERASMUS siempre tendremos una historia nueva que contar que nos haga recordar lo bien y mucho que hemos disfrutado.
Si si, todos los viajes, todas las reuniones, todas las fiestas… son muy divertidas, nos lo pasábamos en grande, pero y ahora qué… llegan los exámenes (que conste que también hemos pasado horas en la biblioteca, haciendo o sin hacer nada, eh! Alejandro, Mai, Garazi, Fernando…, y vestidos para después ir de fiesta también ajajaja) y aquí, los primeros agobios, llantos y malas noticias. Pues, no todos los ERASMUS por el hecho de serlo, aprueban; un mito, que, desmiento. Sí que ayuda, pero no por decir este año estoy cursando esta asignatura aquí, soy Erasmus, estabas aprobada ¡Ojalá!. No todas las asignaturas serían suspensas, pero yo asimilé desde el primer momento, que para España, me traía alguna segurísimo.
En ese momento, no prestaba mucha atención a eso, sinceramente no me importaba mucho. Para mí, esta experiencia más que mejorarme a nivel académico, que también lo ha hecho, me ha conseguido mejorar a nivel personal, y muuuuucho. Lo reconozco, me fui a Italia siendo una persona con miedos, prejuicios y muy fácil de influenciar; y vine, siendo otra persona, pocas cosas me dan miedo (y las que me dan, aprendí a afrontarlas); ahora, antes de juzgar, conozco, porque aprendí que nada es lo que parece; y sobre todo, ahora, he aprendido a valorar lo que tengo, pero sobre todo a valorarme a mí, a decir, no, cuando tengo que decirlo y a afrontar situaciones que antes daba por perdidas; en general, en aprendido a quererme, y a quererme mucho.
EN DEFINITIVA.....
Ya lo dicen, es una experiencia que te cambia la vida totalmente, no te la pierdas nunca, es una experiencia que quien no ha vivido, debería vivirla, considero que debería ser algo imprescindible en la vida, el poder disfrutar de esta experiencia; te abre la mente, los ojos, te hace conocerte y conocer; siempre os llevaré en mí, y siempre tendremos una marca que compartir (nuestro tatuaje del Erasmus, sí, esa bicicleta que siempre nos unirá)
Galería de fotos
¡Comparte tu Experiencia Erasmus en Udine!
Si conoces Udine como nativo, viajero o como estudiante de un programa de movilidad... ¡opina sobre Udine! Vota las distintas características y comparte tu experiencia.
Añadir experiencia →
Comentarios (0 comentarios)