Lago Rabelj (lago del Predil)
- Dirección: Predil, Italy
- Etiquetas: Qué ver Trieste, Trieste, Italia
Un lago en mitad de la nada
Creo que todos los países de Europa tienen uno o dos lagos que merecen la pena visitar. Por ejemplo, en Eslovenia está el lago Bled; en Suiza, el lago Melide; en Hungría, el lago Balatón y en Italia, el lago Rabelj o lago del Predil. He visitado todos esos lagos en los últimos años y tengo que decir que el más bonito de todos, sin duda, es el lago Rabelj; por eso, he decidido hablaros de él.
Además, no muchas personas conocen este sitio, por lo que puede que alguien se decida a ir después de leer todas las cosas interesantes que os voy a contar. Aunque tampoco debe tener un turismo masivo, ya que una de las cosas que hacen que este lugar sea tan especial es que no hay mucha gente.
¿Dónde está el lago Rabelj?
Este precioso lago se encuentra en Italia, muy cerca de la frontera con Eslovenia. Como ya sabéis, las indicaciones para ir al lago depende de dónde vengáis, pero ninguna de las dos formas de llegar tienen demasiada complicación.
La primera forma de llegar es desde Italia. En casi todas las carreteras de la zona, veréis señales que os indican la dirección hacia Eslovenia. Pues bien, esa dirección es la que tendréis que seguir. Todo está muy bien señalizado y, en la mayoría de carreteras, veréis las señales de tráfico incluso antes de llegar a un cruce para que no os equivoquéis de dirección. Me pregunto por qué estará todo tan bien señalizado cuando en esta zona no hay demasiado turismo.
De hecho, en las zonas más turísticas de Italia, hay menos señales de tráfico y es mucho más fácil perderse. Pero bueno, el pueblo que hay antes de llegar al lago se llama Rabelj (de ahí el nombre del lago). Es un antiguo pueblo minero bastante pequeño, pero muy interesante de ver. Cuando lleguéis al final del pueblo, tendréis que seguir conduciendo unos cinco minutos más para llegar al lago. Después, lo veréis justo en frente vuestro y también veréis la entrada al aparcamiento.
La segunda forma de llegar al lago es para los que vengáis desde Eslovenia. En ese caso, tendréis que cruzar la frontera de Predil. Pero no hay que enseñar el pasaporte ni nada por el estilo. Antes de que Eslovenia firmara el Acuerdo de Schengen, se trataba de un cruce fronterizo oficial para llegar a Italia, pero actualmente, lo único que quedan son edificios y no hay nadie que lo controle. Después, pasaréis por un bosque verde (y unos cuantos túneles). Nada más cruzar la frontera, podréis ver el lago en toda su plenitud.
Pero, si estáis conduciendo, no apartéis la vista de la carretera porque hay algunos tramos difíciles de camino allí. Cuando lleguéis al final de la montaña, pasaréis por un pequeño puente. Después de cruzar el puente, si giráis la izquierda, llegaréis al aparcamiento. Pero, también podéis pasarlo de largo e ir a otro de los muchos aparcamientos que hay junto al lago. Lo que sí os aconsejo es que utilicéis los aparcamientos oficiales.
La leyenda del lago Rabelj
Antiguamente, la gente solía utilizar las leyendas y las fábulas para intentar dar una explicación a aquello que no la tenía, como por ejemplo, a las maravillas naturales. Así que, el lago Rabelj (o lado del Predil) no es una excepción de esta regla. La leyenda sobre este lago es bastante interesante, pero os haré un breve resumen:
hace años, había un pequeño pueblo en el lugar exacto donde se encuentra actualmente el lago y la mayoría de sus habitantes eran ricos y arrogantes. En una tarde muy fría, una mujer y su bebé llegaron al pueblo. Estaba oscureciendo y la mujer buscaba un sitio para pasar la noche, pero ninguno de los habitantes del pueblo le ofrecían su casa.
Incluso tuvo que soportar varios insultos. La mujer, cuando ya lo daba todo por perdido y pensaba pasar la noche en la calle, vio una cabaña al final del pueblo. Aunque había perdido casi toda esperanza, decidió probar suerte allí. En esa cabaña vivía un hombre mayor, que en cuanto vio a la mujer con el bebé, le ofreció comida y un sitio para dormir.
Durante la noche, empezó a caer un gran aguacero que duró varios días. Cuando el hombre se despertó a la mañana siguiente, ya no había rastro de la mujer con el bebé ni tampoco del resto del pueblo. Había llovido tan fuerte que toda esa agua había formado el lago Rabelj. La cabaña del anciano estaba rodeada de agua, pero él estaba sano y salvo; ahora vivía en una isla. Después de un tiempo, el hombre se dio cuenta de que aquella mujer con el bebé era la Virgen María con el Niño Jesús.
Lo creáis o no, actualmente, la cabaña sigue estando en una pequeña isla en mitad del lago Rabelj. Yo fui a visitarla una vez, pero, evidentemente, estaba vacía. También podéis ir nadando hasta ella. No sé si habrá algo de cierto en esa leyenda o si simplemente construyeron la cabaña para atraer a turistas.
El lago Rabelj en verano
Este lago es un lugar ideal para pasar un día de verano por dos razones principales:
- Tiene todo lo que podéis necesitar. Además, es un buen lugar para pasear o ir en bici. Al estar rodeado de naturaleza, siempre encontraréis un sitio para explorar. Creedme cuando os digo que está guay incluso andar por la carretera principal y, así, no tenéis riesgo de perderos en el bosque.
- No suele haber mucha gente en el lago, por lo que es un lugar muy tranquilo. Es como un oasis en medio del bosque.
Os estaréis preguntando que qué se puede hacer allí en verano.
Evidentemente, nadar es lo más común. Pero, no se lo recomiendo a la gente más sensible porque el agua está helada incluso en verano. Aunque solo os deis un chapuzón en el lago, después tenéis que estar mucho tiempo al sol para entrar en calor. El lago es bastante superficial, pero en el centro, sí que tiene una profundidad considerable, así que las personas altas pueden nadar en esa zona sin ningún problema. Intenté hacer fotos del lago, pero esta pareja se pensó que les estaba haciendo fotos a ellos y posaron para la cámara. Después, se les unió otra chica.
Deportes acuáticos. Cuando digo "deportes acuáticos" no me refiero a que en lago se pueda montar en motos acuáticas o hacer windsurf. Lo único que hay son unas colchonetas con forma de silla, unas bicicletas acuáticas y toboganes de agua, pero algo es algo.
Un restaurante. Al lado del aparcamiento y antes de bajar al lago, hay un restaurante bastante grande en el que aceptan a grupos aun más grandes de gente incluso sin haber reservado mesa con antelación. La comida está bien, aunque tampoco nada del otro mundo. Además, como es el único restaurante cerca del lago, no podéis poneros muy exquisitos con la comida.
Pasear por el lago. Hay un sendero que os llevará por todo el lago. Desde arriba, el lago Rabelj parece grande, pero en realidad, os lo podéis recorrer en solo media hora. El paseo es agradable y veréis varios puntos desde los que podréis tiraros al agua. Pero antes de saltar, aseguraos de que hay suficiente profundidad, ya que suelen haber zonas con grandes rocas justo debajo de la superficie. Así es el sendero la mayor parte del tiempo, pero no os preocupéis, si os mantenéis cerca del agua, no os perderéis.
Disfrutar de la naturaleza. Además de caminar por el lago, también podéis andar por algún camino cercano. Os sorprenderéis de la naturaleza tan bonita que hay en esa zona. Y si vais en bici, mejor que mejor. Para relajaros completamente, sentaos en mitad del bosque y poneos a leer un libro acompañados únicamente del sonido de la naturaleza. Cuando estuve allí, vi a tres personas haciéndolo.
Además, aunque cueste creerlo, no hay que pagar por el aparcamiento ni por las colchonetas. Lo malo es que siempre están ocupadas. Lo único por lo que tenéis que pagar es por las bicis acuáticas y por los toboganes. Si queréis tiraros por los toboganes tres veces, tendréis que pagar cinco euros (que no es mucho teniendo en cuenta lo divertido que es) y si queréis utilizar una bici acuática durante media hora, os costará seis euros. A mí no me gustan mucho esas bicis, pero el precio es bastante bajo.
El lago Rabelj en invierno
Por muy increíble que parezca, el lago Rabelj está completamente congelado todos los inviernos, así que se puede utilizar como una enorme pista de patinaje sobre hielo. Este deporte es muy común en invierno y aunque el hielo es muy fino en algunas zonas, no hay ninguna señal de advertencia. Supongo que la razón es porque no es del todo legal, aunque como he dicho, es muy común ir allí a patinar. Además, que yo sepa nunca ha habido ningún accidente. Pero, debo admitir que, aunque me encanta patinar, no me atrevería a hacerlo en el lago Rabelj.
Aunque no seáis fans del patinaje sobre hielo, también podéis visitar el lago en invierno. Tendréis la sensación de que estáis en un cuento de hadas invernal. Es el lugar idóneo para los fans de Frozen.
Qué hacer por la zona
El lago está en mitad de la nada y el pueblo más cercano es Rabelj. Pero, si queréis explorar los bosques o caminar por allí, hay varios sitios a los que podéis ir. Lo más importante es que recordéis el camino porque si os perdéis, no suele haber mucha gente por allí para preguntarles.
Unas palabras para terminar…
Si queréis relajaros en un lugar donde no haya demasiado turismo, el lago Rabelj es el sitio ideal. También es un lugar perfecto para nadar, divertirse con deportes acuáticos o tomar el sol. Además, todo está muy cerca. Tanto el restaurante como lo demás que necesitéis, está arriba del lago. Es una opción perfecta para pasar un día de relax.
En los veranos muy calurosos, el lago disminuye y deja ver otro secreto: una roca en medio de él. Lo más guay de esa roca es que si os hacéis una foto en ella, pareceréis sirenas. En la foto, podéis ver a una pareja sobre esa roca. Parece muy guay, lo sé. ¡Haced las maletas y visitad el lago Rabelj!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: A lake in the middle of nowhere
- Italiano: Un lago isolato
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