Mi experiencia en Tokyo DisneySea
Tokyo DisneySea es un lugar muy especial para Japón. De hecho, es el único parque temático de ese calibre en todo el mundo. Está inspirado en los personajes Disney, y deja al resto de parques temáticos con temática marina a la altura del betún. Como fanática de los parques temáticos que soy, sabía que tenía que incluirlo en mi itinerario.
Crecí yendo todos los veranos a parques temáticos con mi familia. Siempre he pensado que esos viajes eran una recompensa por todo lo que había trabajado durante el año escolar. He estado en algunos parques temáticos en diferentes partes del mundo, pero mis favoritos son Knotts Berry Farm, en Estados Unidos, Universal Studios, en Osaka, y Hong Kong Disneyland Resort.
Mi familia y yo no habíamos podido visitar Tokyo Disneyland o DisneySea las anteriores veces que habíamos ido a Japón. Hice una pequeña investigación sobre los dos parques, ambos propiedad de la compañía Disney, y no tardé mucho en decidir a cual quería ir.
Una foto del pintoresco puerto de DisneySea.
Por lo que había visto, Tokyo DisneySea es lo más parecido a un parque temático que hay en Japón. Esperaba ver muchos japoneses y atracciones inspiradas en su cultura.
Antes de viajar a Tokyo, me aseguré de comprar por Internet una entrada de DisneySea (adulto) en la página web oficial, y me costó 7000 ¥ (59 €). Klook estaba vendiendo entradas de DisneySea con precio reducido, pero cuando fui a ver si seguían disponibles, se habían agotado. Aunque no había mucha diferencia entre una y otra.
En mi segundo día en Tokyo, recuerdo que me desperté muy temprano, a las seis de la mañana, y empecé a prepararme para mi viaje a Tokyo DisneySea. Estaba a una hora en tren de mi hotel y tenía que hacer trasbordos. En la estación Maihama cogí el «Monorail Tokio Resort Line» que va a Tokyo DisneySea.
Dentro del Monorail Tokio Resort Line las míticas orejas de Mickey hacen de ventanas
Al principio me perdí un poco, y terminé en Tokyo Disneyland, pero después de dar un par de vueltas, encontré el camino.
Estaba tan entusiasmada, que cuando entré al parque apenas podía contener mi alegría, y me emocionaba por todo. De verdad, siempre que visito un parque de atracciones vuelvo a ser una niña.
Lo primero que vi cuando entré, fue un globo terráqueo enorme, igual que el que hay en Universal Studios. Estoy muy agradecida al simpático estudiante japonés que me hecho la foto.
Ya estaba perdiendo peso, ¡y eso que solo llevaba un día de viaje!
Ahora, vamos a hablar del plato fuerte, ¡las atracciones! La verdad es que no había pensado en cual me iba a montar primero, así que me dejé llevar.
En la primera atracción que elegí fue la Torre del Terror, así que me puse en la cola. Aunque había llegado temprano, a las diez de la mañana, la cola era muy larga. Intenté conseguir un «fast pass», pero la franja horaria que me tocaba era de cuatro a cinco de la tarde, así que elegí hacer dos horas de cola.
La cola de la Torre del Terror. Menos mal que me llevé una botella recargable y comida para hacer la espera más amena.
Básicamente, la trama va sobre un museo de reliquias antiguas poseído por fuerzas malignas. Hay algunos detalles muy siniestros e inquietantes, y, en general, fue una atracción muy intensa. Sinceramente, no esperaba que mi mochila saliera volando de repente. Definitivamente, esta atracción no es para los débiles de corazón.
La siguiente atracción a la que fui fue Nemo & Friends SeaRider. Habían muchos niños en la cola, así que supuse que esta atracción sería más tranquila que la anterior.
La cola para la atracción de Nemo and Friends SeaRider.
No me equivocaba. Aunque, incluso estando sentados en un teatro viendo una proyección 3D, las imágenes y los efectos eran increíbles. He crecido con Nemo, Marlin y Dori, así que esta atracción me hizo volver a mi niñez.
Después, me fui a comer. Eran las dos de la tarde, y donde yo estaba solo habían puestos de algodón de azúcar, palomitas y helados. Quería comer algo contundente, así que me puse a mirar los menús de los restaurantes, pero cuando vi los precios, cambié de idea.
El menú completo de un restaurante costaba alrededor de 3000 ¥ (25 €) por persona. Oí a mi cartera llorar al ver los precios. Menos mal que después de andar un poco, cerca de un castillo de aspecto medieval rodeado de barcos antiguos, vi un puesto donde vendían muslos de pavo asados por 800 ¥ (7 €).
Tuve que esperar un poco, porque había una cola muy larga, pero mi cartera me lo agradeció. El muslo de pavo estaba delicioso. No pude terminarme el que me compré porque era gigante.
Perfectamente asado.
Después de comer, hice cola para la atracción a la que más ganas le tenía, la del Viaje al Centro de la Tierra. Soy una aficionada a la ciencia ficción, así que, cuando vi las señales y los elaborados detalles dentro de la cueva mientras hacía cola, por poco me da algo.
No me arrepiento de haber esperado una hora para montar. Los detalles de la sala de espera eran fascinantes, y no podía evitar emocionarme por todo.
Una de las detalladas exposiciones que habían en la sala de espera.
La mesa del Capitán Nemo está mucho más organizada que la mía.
La atracción es maravillosamente increíble. Creo fervientemente que nada de lo que describa aquí le hará justicia a lo que sentí durante ese rato. Cuando vayáis a DisneySea, es obligatorio montar en esta atracción. ¡No te arrepentirás!
Cuando salí, decidí descansar un poco y dar una vuelta. Me lleve una sorpresa al ver a Jasmine y al Genio echándose fotos con las familias. Quería ponerme a la cola, pero un empleado del parque me dijo que la cola estaba llena, y que tenía que esperarme al siguiente pase, que era a la hora siguiente.
¡Aquí tenéis una foto que eché de lejos! Me pregunto dónde estarán Aladdin y Abu...
Seguí andando hasta que llegué al maravilloso castillo de Ariel, que estaba justo al lado de la zona de Oriente Medio y Agrabah, la guarida de Aladdin. Aunque no había mucha gente echándose fotos, a mi me pareció que era increíble y precioso.
Solo faltaba que aparecieran Ariel, Flounder y Sebastián.
Después de ver el palacio de Ariel, volví a Agrabah y me senté en una fuente. Vi un puesto cerca y decidí comprarme un helado.
Los más famosos eran las paletas de fruta de Mickey y Minnie Mouse, pero yo quería probar el sandwich helado de sal marina y frambuesa, que valía 300 ¥ (2,50 €). Es una combinación más bien rara, pero tengo que admitir, que los sabores se complementaban muy bien. ¿Quién me iba a decir que la sal y la fruta hacían tan buena pareja?
El helado estaba dentro de un envoltorio con forma de concha.
El resto del día lo pasé echando fotos y paseando. También hice algunas compras, pero intenté que no se salieran de lo que me había propuesto, que era gastarme solo 1000 ¥ (9 €) en mis caprichos.
Compré unas carpetas de las gaviotas de Nemo para mí y para mi hermana. ¿Os acordáis de las molestas gaviotas que salen en la película y que no paran de repetir «mío, mío, mío»? Eran productos exclusivos de Tokyo DisneySea y me parecieron adorables.
Las carpetas me costaron todas alrededor de 720 ¥ (6 €). No está nada mal para ser ediciones limitadas.
Un día no es suficiente para explorar Tokyo DisneySea entero. Estoy orgullosa y súper feliz de haber podido disfrutar de la magia de Disney y revivir mi infancia.
La niña está feliz.
Si pudiera, me encantaría volver y disfrutar de nuevo.
Galería de fotos
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- English: My Tokyo DisneySea Experience
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