El jardín nacional Shinjuku Gyoen

El jardín nacional Shinjuku Gyoen es una de las atracciones más famosas entre los japoneses y los turistas.

Según la página web Japan Guide, se puede acceder desde la estación de Shinjuku, y cuenta con tres jardines: el jardín inglés, el jardín frances y el jardín japonés.

Mientras andaba desde el teatro Kabukiza Ginza hasta el jardín nacional Shinjuku Gyoen, me crucé con este templo shinto.

Era tan bonito que tuve que echarle una foto.

El cielo estaba nublado y pensaba que iba a llover, pero al final no lo hizo. Según las fotos que había visto online, durante la temporada de la floración del cerezo y el otoño, el jardín nacional Shinjuku Gyoen es impresionante. Sabía que iba a visitar este jardín durante el verano, cuando la tiempo es caluroso y húmedo, o lluvioso.

Si, exactamente. Durante esta época, la tierra del sol naciente esta asediada de tifones.

Desde cualquier ángulo, Japón es un país muy estético.

Aunque el jardín era precioso, me preocupaba que fuera a llover mientras lo visitaba. Supongo que a cualquiera le preocuparía eso. Nadie quiere empaparse de lluvia mientras está de viaje.

Cuando llegué al jardín, me puse en la cola para pagar la entrada. El precio para los adultos es de 500 ¥ (4,22 €). El precio para los universitarios, los niños y los ancianos es de 250 ¥ (2,10 €).

En cuanto entré, me quedé maravillada por la gran extensión del jardín. Había tres caminos que iban a los jardines ingleses, franceses o japoneses. Decidí empezar por el jardín japonés.

Por culpa del cielo nublado, el cual escondía el sol, algunas partes del camino estaban muy oscuras, y parecía que estaba andando por en medio del bosque. La belleza de la zona se aumenta gracias a los sutiles colores de follaje y las hojas.

Aunque las vistas no eran igual de espectaculares que en las fotos que había visto por Internet, me pareció un paisaje relajante y estimulante. Me daba un poco de miedo andar sola por las partes oscuras del camino, así que me aseguré de hacer esas zonas con un grupo de gente.

Cuando llegué a la entrada del jardín japonés, me quede impactada por la gran cantidad de vegetación, la calma que se respiraba y el pintoresco paisaje. Todo el lugar era sereno y relajante. Mientras paseaba por este jardín me sentía totalmente en armonía con la naturaleza. Este es el sitio perfecto para pensar en cosas importante y reflexionar sobre la vida.

Verdes vivos dan la bienvenida a los turista a este paraíso.

Mientras vas andando por el parque, puedes ver los edificios en el fondo. Pero incluso así, este jardín es un tesoro nacional de Japón, donde los japoneses pueden venir a descansar de la frenética vida de la ciudad.

Mi foto no hace justicia a la belleza y grandeza de este lugar.

Visitar el jardín mientras el cielo esta nublado también tuvo sus cosas buenas. Era mucho más fácil hacer fotos, no tuve que preocuparme por quemarme por estar mucho tiempo bajo el sol.

Conforme me iba adentrando más en el jardín, vi algunos paisajes interesantes, incluso uno de ellos me recordó a una pintura china, tal vez por el farolillo de estilo oriental.

Aunque no haga sol, los colores de la naturaleza son brillantes y vivos.

Estuve alrededor de una hora paseando y disfrutando de los maravillosos paisajes del jardín. La verdad es que me hubiera gustado tener más tiempo para explorar el jardín, pero se estaba haciendo tarde, y ya estaba cansada de tanto andar.

Antes de irme, hice una foto de este paisaje. Parece una escena sacada de una película.

Encuentra paz en la naturaleza.

Recomiendo a cualquier persona que quiera descansar de la ajetreada vida de Tokio que se pase por este lugar. Solo estuve una hora en el jardín, pero cuando me fui me sentía revitalizada y con fuerzas nuevas.

Si alguna vez sientes estrés o ansiedad, intenta salir y pasear por un jardín o un parque, o intenta hacer alguna actividad que te acerque a la naturaleza. Al hacerlo veras las cosas de una manera diferente y en una nueva luz positiva.

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