Adiós a la familia

Hace un tiempo os hablaba de mi nueva familia. No me referia a una familia biológica, esa siempre es la misma. Me refería a la gente con la que había comenzado a vivir y con la que estaría unos preciosos 6 meses de mi vida y de mi erasmus.

Recuerdo la noche que llegué a mi nueva casa, sin conocer a aquellas chicas adorables, quienes me ofrecieron comida y bebida. Me vieron tan cansado que no dudaron en prepararme la cena e invitarme a salir un rato con ellas para que viese algunos de los locales de la zona y conocer a gente.

Aquella noche me lo pasé genial y me sentí estupendamente. Durante los 6 siguientes meses la convivencia fue el paraíso. Hacíamos cosas los unos por los otros, nos cuidábamos, nos sentábamos a hablar, conocíamos nuestros gustos, todo. Éramos una pequeña familia.

Pero ellas se han ido (pena) y, en su lugar, han venido mis nuevas compañeras y mi nuevo compañero de piso, quienes son cerrados, nunca comparten, no se preocupan de tus necesidades.

No me gustaría pensar que antes estaba mucho mejor porque las chicas no eran españolas y que los estereotipos que el español medio tiene son ciertos (porque ahora vivo con españoles).

La verdad, no sé qué pensar, pero ahora no siento que viva en familia. Ahora vivo con unas personas que no dan nada por ellas mismas y que, si dan, esperan recibir. Hasta tal punto llega ese pensamiento que, en el momento en que reciben, desconfían si no pides nada a cambio.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? No me avergüenzo de ser español, la verdad, pero sí admito que la mentalidad en mi país es demasiado cerrada.

Un abrazo a todos:

-FD