Despedida

He pensado mucho sobre aquello que habría podido escribir sobre mi Erasmus, como hacer un texto más bello y fascinante, y me he dado cuenta de que no podría haberlo hecho de otra forma si no fuese espontánea. Sería perfecto poder numerar cada evento, cada paso, cada día, pero los recuerdos son tantos, prepotentes e indisciplinados: por lo tanto he decidido, aunque con un poco de vergüenza y esfuerzo, no escribir un texto si no publicar una página de diario.

Mi página de diario, extractos de pensamientos, esbozados en un cuaderno el día antes del regreso a casa:

"Estoy aquí sentada en mi amada Plaza de la Pescadería - Aquella a la que yo impropiamente llamo Plaza Alfalfa, mi Alfalfa - y parece que todo empieza a cobrar sentido

Lo primero de todo, me parece estar en casa, estar entre las calles de mi ciudad.

A mi alrededor hay españoles sentados en una mesa y yo en un banco, llevo el collar que me ha realado Madelaine con Frida. Al principio no conocía bien su historia pero he aprendido también esta, como he aprendido miles de cosas que no se pueden contar. He dicho contar: A estas altura el español se ha quedado grabado en mi corazón y en mi mente.

Se cierra un poco el círculo: El viaje ha comenzado con un llavero, que ahora ya no tengo, con forma de flor y finaliza con un llavero con forma de flor que me han regalado Any y Francesco.

Tenía intención de tomar un café en esta plaza, pero tal vez sea mejor una cerveza o unas tapas.

Esta comenzando a anochecer y es difícil escribir pero no me quiero ir. Quiero quedarme aquí. Tal vez un día, tal vez una vida entera.

Me encanta este sitio y no podría encontrar otras palabras para explicar lo que siento.

Es un amor, como una historia, breve como todas mis historias a la vez que intensa.

Querría abrazar y besar esta ciudad. Habíamos hecho el amor tantas veces y tantas veces he pensado que no era justa para mí, y sin embargo volvía siempre a ti.

Siempre sobre mis pasos, para entender que tal vez no estaba tan mal. Y luego un día me enamoré de ti. Así, porque e así como nos enamoramos, te levantas un día y te das cuenta que lentamente ha excavado en tu corazón y ha hecho que te enamores.

Esta plaza es mi favorita. Es Alfalfa y ya está. Siempre la misma, cada día la misma y no me cansa nunca.

Me llena siempre con su calor, con su gente y ahora que está vacía, está llena. E incluso ahora que comienza a anochecer y es difícil escribir, las luces están encendidas y la claridad me permite continuar.

Tan cerca de mi casa, la casa donde me siento verdaderamente en casa, el lugar que cuando vi por primera vez pensé "eres mío" y he imaginado vivir allí.

Estas son las sensaciones: Se me hace un poco raro pensar en los primeros días, parece que en realidad ha pasado una vida entera.

Cuando todavía hacía calor, cuando todo para mí era extraño.

De verdad que no se puede explicar todo lo que he sentido aquí.

Pienso en la primera noche en "Líbano" Gabriella y yo. Desconocidas, nos sumergimos y aprendimos a aprovechar y disfrutar.

Pero cuánto he disfrutado? Cuántas cervezas, risas, tengo tantos recuerdos que no puedo ponerlos en fila.

Soy un río inundado. Las tardes, Córdoba, Marruecos, el baño en el Océano. En estos momentos estoy emocionada.

Casi parece que es otra persona la que ha visto todo esto porque un corazón, una vida, no pueden llevarse consigo todos estos momentos.

No sé cuánto espacio y cuantas emociones puede guardar la mente antes de que explote de alegría un corazón.

El mío implosiona ahora, porque lo que vivo no se puede explicar. Tengo nostalgia, miedo, melancolía y felicidad.

Tengo miedo de no haber cogido todo.

Y el último día. Ha llegado. Todavía no lo he metabolizado. Tal vez sucederá mañana. He dado un paseo y ahora estoy en Plaza España y esto es un momento mío. La he visto ya mil veces pero tengo una extraña sensación: por una parte parece mía, por otra parte, nueva. Cómo me gusta esta plaza. Hay un hombre que juega con las pompas de jabón. Hay gente y estoy yo, sola.

No me creo que se haya acabado, no puedo imaginarlo. Cuánto tiempo permanecerán estos recuerdos en mi mente?

Querría que este momento fuese una fotografía. Querría que este momento durase para siempre. Es duro aferrarse a una ciudad y luego dejarla ir. El corazón sufre un poco, yo sufro un poco, pero estoy feliz de vivir sola este momento. Es mi viaje, mi experiencia, mi Sevilla.

Son mis ojos, mis emociones, solo yo. La puesta de sol tiene el mismo color que mi abrigo. Hoy duele esta puesta de sol.

Es violeta, amarilla, gris, fucsia, lila, blanca, azul y un poco rosa"

Claudia