Sevilla: visita turística día 2 y espectáculo flamenco inolvidable
Después de otra noche terrible - gracias a las personas que salen y a los ronquidos nocturnos - me desperté de nuevo como si no hubiera dormido nada. Así que dimos la bienvenida a unos nuevos compañeros. En realidad la mayoría de ellos eran personas mayores, haciendo el Camino de Santiago, así que se quedaron sólo una noche. Para aquellos que no sepan de lo que estoy hablando, el Camino de Santiago es una de las más famosas peregrinaciones cristianas que existen, esta en concreto termina en Santiago de Compostela, en el noroeste de España, donde corre el rumor de que enterraron al apóstol Santiago. Hay muchas rutas diferentes: se puede iniciar el camino en Francia, pero también en Sevilla.
Esa mañana, dejamos el albergue casi a las 12, con una bolsa llena de comida "robada" del desayuno. Cogimos nuestra lista y nos propusimos visitar todos esos lugares que no habíamos podido ver el día anterior, volvimos a algunos de los sitios que ya habíamos visto pero muy rápido con Medi, nuestro guía turístico. Lo divertido es que prácticamente terminamos siguiendo casi la misma ruta, solo que sin guía, pero al menos asi fuimos capaces de pararnos para hacer fotos o algo para comer en el camino cuando quisiéramos.
Nuestra primera parada, fue en la Plaza de Toros de la Maestranza, la famosa plaza de toros de Sevilla, y que es, sin duda, una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad. Una vez, cuando estábamos de paso por el edificio, creemos que había corrida de toros, porque había una cola muy larga frente a una de las puertas. Afortunadamente, la mayoría de los españoles que conozco están en contra de esta tradición y les resulta un entretenimiento cruel. Sin embargo, tenía mucho interés en saber cómo era por dentro, pero para entrar tienes que pagar. Aunque no mucho: con la tarjeta de estudiantes, son 4 € en vez de 7 €. Pero decidí no entrar y fuimos hacia la Torre del Oro de nuevo.
Luego, cruzamos el puente conocido como Puente de San Telmo para ver la Plaza de Cuba. Ya que no es nada especial, tras un par de minutos volvimos al otro lado del Guadalquivir y comenzamos a caminar hacia Puerta de Jerez. Allí hicimos un par de fotos y luego seguimos nuestro recorrido a pie en dirección al Palacio de San Telmo y al edificio de la universidad. Como ya he comentado antes, estábamos siguiendo una ruta muy similar a la que hicimos el otro día, asi que volvimos a ver a Medi y con otro grupo frente al palacio.
La siguiente parada importante fue en el edificio de la universidad, en el que entramos. Era bonito, muy elegante, pero nada fuera de lo común. Sin embargo, creo que debe ser muy guay estudiar allí, no sólo porque es una de las mejores universidades de España, sino porque se puede experimentar plenamente la vida de un sevillano llena de sol, pasión y con la sensación de estar de vacaciones durante todo el año.
Después de la Universidad fuimos a Plaza de España, donde me quedé tan impresionada como la primera vez. Me olvidé de decir en el post anterior que en las paredes del edificio, existen unos murales que representan las diferentes provincias de España; mientras que los cuatro puentes que representan los cuatro reinos antiguos. Yo os recomendaría reservar algo de tiempo para visitar este lugar y para poder asi ver su belleza. Nosotros, por ejemplo, queríamos comprar un helado y no solo sentarnos en un banco, pero tuvimos que ir a por uno un poco más lejos, al Parque de María Luisa. Un enorme parque con naranjos, pinos mediterráneos, estanques, fuentes y animales. En otras palabras, un pequeño paraíso en el interior de la ciudad. Además en el extremo sur del Parque de Luisa, se puede disfrutar de la hermosa Plaza de América, otra visita obligada. Además del hecho de que es otra plaza maravillosa, da a la sede del Museo de Arte Popular, al Museo Arqueológico y al Pabellón Real. Tienen un estilo muy similar a la Plaza de España, lo cual tiene bastante sentido, ya que los constuyó el mismo arquitecto: Anibal González.
Cuando terminamos de hacer las fotos de la Plaza de América, nos entró mucha hambre, así que el siguiente paso fue encontrar un lugar asequible para comer - y algo que no sea los 100 Montaditos. Cuando estábamos visitando el edificio de la universidad, descubrimos que en uno de sus laterales, hay una calle larga llena de restaurantes y bares de tapas, así que nuestro objetivo era volver allí. Aunque tuvimos que caminar más de media hora, encontramos un restaurante con unmenú diario especial : podíamos elegir entre 4 entrantes diferentes, un plato principal de 4 diferentes, una bebida y un postre por no más de 9 €. Al principio, no estaba muy segura sobre las porciones, pero nos sirvieron suficiente comida para estar llena al final de la comida. Pedimos paella con sangría, guiso de cerdo ibérico y un tiramisú para el postre. La comida estaba deliciosa, aunque el postre no era un tiramisú de verdad. Nuuestro camarero, que por alguna razón no nos trató como a un cliente no recibió ninguna propina.
Después del almuerzo, continuamos con la Catedral de Sevilla y la Giralda que estaba justo al lado. La catedral, también conocida como Catedral de Santa María de la Sede, es una de las más grandes del mundo. Fue nombrada como Patrimonio de la Humanidad en 1987, junto con el Alcázar y el Archivo General de Indias. Aunque mi amigo quería entrar en la catedral, estábamos bastante cansados, así que fuimos directamente a la Alameda de Hércules. Bueno, no era exactamente "recta". La Alameda de Hércules está básicamente en el otro lado de la ciudad, y en una zona llena de calles estrechas y sinuosas, así que nos costó un tiempo encontrarlo. Gracias a Dios que en este momento, ya habíamos comprado un mapa, de lo contrario nos podríamos haber perdido fácilmente.
Cuando llegamos al "monumento", fue un poco decepcionante: si hubiera sabido antes que tenía que andar durante una hora por la ciudad para ver dos columnas romanas, habría dicho claramente que no. De todos modos, ya habíamos hecho el esfuerzo, así que al menos tomamos algunas fotos obligatorias y luego nos fuimos. Estábamos planeando volver al hostal ya que teníamos reserva para el espectáculo de flamenco por la noche. Sin embargo, antes de hacer eso, necesitábamos comprar algunas cosas en el Corte Inglés para el viaje del día siguiente a Salamanca. Allí me topé con un montón de vestidos de flamenca y sentí una inexplicable necesidad de probármelos. Estaba a punto de ponerme un vestido negro, cuando mi amiga empezó a decir que no encontraba su cámara. Un poco confusa por la situación, al principio, no estaba realmente prestándole atención a ella, pero cuando empezó a ponerse muy seria, supe que la había perdido.
Por lo tanto, pasamos la siguiente hora volviendo a los lugares en los que habíamos estado desde que nos fuimos de la Plaza de la Alameda de Hércules. Por supuesto, nos llevó un tiempo encontrar las mismas calles, pero afortunadamente un hombre nos ayudó. Pronto nos sentimos muy afortunadas, porque encontramos la cámara en una tienda a la que entramos de camino. A pesar de esto, mi amigo todavía necesitaba un poco de tiempo para superarlo, además de que nos dolían los pies otra vez, estábamos apunto de llegar tarde al show de flamenco. Así que decidimos coger un taxi de regreso al albergue. Nos costó más o menos 4 €, así que no fue un gran gasto, pero así no nos perdíamos nada del espectáculo.
Y aquí viene lo más destacado del día. El espectáculo de flamenco tuvo lugar en el Museo del Baile Flamenco, fundado por la bailarina, coreógrafa y actriz Cristina Hoyos, situada en el Barrio de Santa Cruz. El espectáculo comenzó unos 10 minutos más tarde de lo previsto, pero por lo que sentimos la hora siguiente valió la pena todo el dinero y la espera. Había cuatro personas actuando: un guitarrista, un cantante, una bailarina y un bailarín. Recuerdo que la mujer se llamaba Raquel. Vimos cinco actuaciones diferentes, cada una de un tipo de flamenco; entre los que había diferentes bailes y solos de guitarra. ¡Todo el espectáculo fue simplemente impresionante! Todos los artistas estuvieron geniales
y fueron capaces de hacer que la realidad se detuviera a nuestro alrededor y se centrara sólo en ese momento. Tuve la piel de gallina durante todo el rato, y al final, la mitad de la sala se levantó a aplaudir. Fue una experiencia increíble, lo digo porque nos pasamos toda la noche hablando de ello. Fue un perfecto broche final de nuestro viaje a Sevilla.
Después de esto, no pasó nada que mereciera la pena mencionar. Nos fuimos a dormir bastante tarde y nos despertamos bastante temprano al día siguiente para llegar a Plaza de Armas, donde nuestro conductor de BlaBlaCar nos estaba esperando. Durante todo el camino estuve hablando de las cosas tan increíbles que había visto en Sevilla y me sentí un poco triste por abandonar la ciudad. Pero todo llega a su fin, ¿no?
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Sevilla: Sightseeing part 2 and an unforgettable flamenco show
- Polski: Sewilla: zwiedzanie część 2. Niezapomniany pokaz flamenco
- Italiano: Siviglia: tour della città parte 2 e indimenticabile esibizione di flamenco
- Français: Séville: Faire du tourisme partie 2 et le mémorable spectacle de Flamenco
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