La Catedral

Es la catedral gótica más grande del mundo y la tercera más grande del mundo como centro religioso.

Es Patrimonio de la Humanidad desde 1987, al igual que la Giralda.

Su descripción y demás podeis encontrarla en internet, así que voy a contaros su historia detalládamente.

Recién conquistada Sevilla por Fernando III en 1248, la Mezquita Mayor de los moros fue convertida en templo cristiano, llamándola Iglesia de Santa María de la Sede.

Por noticias de Espinosa de los Monteros y por las que Ortiz de Zúñiga recogió de antiguos papeles del Archivo de la Catedral, sabemos que en tiempo de Alfonso X fue dividida la Iglesia en dos partes: en la de poniente se colocó el Altar Mayor con la Virgen de la Sede, forrada de chapas de plata; en la de Oriente hacia la torre se hizo una Capilla Real cercada de rejas y en medio la Virgen de los Reyes en un altar portátil de plata, a modo de tabernáculo.

Un edificio de patio de los Olmos se dedicó a los Cabildos, el Eclesiástico y el de la Ciudad, la parte superior para éste y la de abajo para los canónigos ( en cuyas salas estuvieron hasta el siglo XVI, trasladándose el Eclesiástico a la Catedral, y el Municipal fue al actual ayuntamiento); quedando desde entonces en dichos departamentos el Juzgado Eclesiástico, hasta que a comienzos del XVIII fue trasladado al Palacio Arzobispal. Además, desde el principio de la Conquista se comenzaron a labrar capillas religiosas, que servían también de sepulcros a personajes, en los muros de la que fue mezquita y en los claustros del Patio de los Naranjos; disponiendo en el del norte, donde se halla la puerta del Perdón, el Sagrario antiguo, suprimido en el siglo XVII cuando se erigió en el claustro de poniente el Sagrario actual.

En el siglo XIV existía una amenaza de ruina de la mezquita tras el terremoto del 24 de agosto de 1356, en el cual se partió el eje de hierro del remate de la torre, razón por la cual el Cabildo Eclesiástico acordó en el año 1401 hacer otra Iglesia y dijo textualmente “tal é tan buena que no haya otra su igual”.

Durante el siglo XV se llevó a cabo la construcción, con algunos periodos de interrupciones.

En el año 1462 estaba muy adelantada la obra del trascoro. En el 1479 fue terminada la obra del Coro, y en el 1482, concluida la Capilla Mayor.

En 1496 el maestre Ximón dirigió gran parte de la actividad de las obras, hasta que en 1502 le sucedió el maestro Alfonso Rodríguez, quien terminó la fábrica por el cimborrio en octubre de 1506, alcanzando la altura del primer cuerpo de la Giralda.

Ya en el siglo XVI, el 28 de diciembre del 1511 se desplomó el cimborrio que estaba revestido de brillantes azulejos y de hermosas estatuas de Pedro Millán, de Miguel Florentín y de Jorge Fernández; arrastrando arcos torales y parte del crucero y de la Capilla Mayor. Fue acordado cerrar el hueco, sin cúpula ni linterna porque los pilares no tenían resistencia suficiente para soportarlas por mucho tiempo.

Se encargó de la reconstrucción el maestro que trazó la Catedral de Salamanca, e famoso Juan Gil de Hontañón, terminándose en 1519 el cerramiento con bóveda de tracería y florones, algo más alta que las demás.

En 1531 fueron concluidos los altares exteriores del Coro, y en 1537 terminada la Sacristía de los Cálices.

De 1535 a 1543 fue el periodo de obras de la Sacristía Mayor; del año 1552 a 1575 la Capilla Real; del 1558 al 1568 la agregación de la Giralda; del 1561 al 1584 la sala Capitular.

En el siglo XVII, del año 1618 al 1662 fue construido el Sagrario.

En el siglo XVIII la Puerta de los palos fue restaurada; se construyeron las oficinas y dependencias del frente sudoeste, desde la Puerta de San Cristóbal a la esquina de la Puerta del Nacimiento; a finales de siglo fue colocado el pavimento de losas blancas y negras de mármol en el Templo.

En el siglo XIX fueron concluidas las Puertas Principal y de San Cristóbal.

En el siglo XX fue concluida la Puerta de los Naranjos; continúan la ornamentación de la Principal con esculturas; y la construcción de las fachadas del ángulo sudoeste, reanudada en 1913 bajo la dirección del arquitecto madrileño Don Joaquín de la Concha Alcalde.

En el diecinueve ocurrió una catástrofe en la fábrica del Templo. La fábrica no era bien sólida, pues se continuó notando manifestaciones de endeblez o de ruina en otras bóvedas y pilares, hasta que se dispuso la reparación, cuyas obras comenzaron en 1883, bajo la dirección del profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid, don Alfonso Fernández Casanova.

Se extendió una complicada andamiada bajo las bóvedas de la Catedral; aquel conjunto de andamios y andenes, de acodos y tirantas, de puntales y escaleras, parecía un bosque de maderas descortezadas y cortadas. Entonces, el señor Fernández Casanova estudió y denunció los grabes efectos causados en el hermoso templo por los terremotos de los tiempos anteriores, así como la deficiente construcción del mismo.

“Desigualdad de asientos, gravísimos descuidos de ejecución que se advierten en sus fábricas, así como la heterogénea estructura molecular de la piedra empleada, decía”. “Ofrecen los pilares de esta Catedral un revestimiento de sillarejo y un macizado o un simple enripiado inferior de piedra o ladrillo. El corazón, por regla general no presenta trabazones con el sillarejo que lo envuelve”.

En junio de 1885 se terminó el apeo de la bóveda de tracería del crucero en el lado del evangelio, y continuaban las obras cuando, en la tarde del día uno de agosto de 1888, se derrumbó el pilar del ángulo sudoeste del centro, lado de la Epístola, dando lugar a que los operarios se alejaran a tiempo del peligro por síntomas que observaron poco antes.

La ruptura del pilar arrastró las cuatro semibóvedas que descansaban sobre él, y el murete del Sur del crucero con las estatuas del barro cocido que contenía de las que hizo en 1520 Miguel Florentín para todo el crucero, y causando además, la destrucción de vidriera y grandes destrozos en el órgano y en la verja y parte del coro del lado de la Epístola.

Entonces se adquirió el convencimiento, debido a la dolorosa experiencia, de que el hundimiento del cimborrio en 1515, así como el del pilar en 1888, además de obedecer a los efectos que produjeron los movimientos sísmicos, fueron resultado de la mala construcción de los pilares y de las deficiencias de la calidad y del coste de las piedras.

Comenzados por el señor Fernández Casanova, los trabajos de limpieza y de acodalamiento que duraron hasta el año siguiente, en el que vino a reconocimiento otra comisión de arquitectos enviada por el Gobierno, la restauración del hundimiento se terminó en 1893, por el arquitecto y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla don Joaquín Fernández Ayarragaray.

En la Catedral se celebran hoy en día fiestas como el Corpus Christi y la Inmaculada Concepción.

Os dejo la página web donde podeis ver los horarios de visitas y esas cosas.

http://www.catedraldesevilla.es/

Dirección: Av de la Constitución, 0  41001 Sevilla

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