Casa de Pilatos

La Casa de Pilatos es un enorme y precioso palacio situado en la plaza con su mismo nombre en el centro histórico de Sevilla.

Este palacio se empezó a construir en la segunda mitad del siglo XV, en concreto en el año 1483, fruto de la unión de Pedro Enríquez de Quiñones y su segunda esposa, Catalina de Ribera.

Diez años después de empezar a construir el Palacio, muere Pedro Enríquez, dejando la misión de seguir adelante con el diseño del palacio a su esposa, Doña Catalina de Ribera.

A lo largo del siglo XVI la intensa relación que existía entre miembros muy importantes en Sevilla con Italia hizo reflejar en la decoración del Palacio las nuevas formas y gustos del Renacimiento.

El hijo del matrimonio, Fadrique Enríquez de Ribera y su nieto Per Afán de Ribera y Portocarrero, fueron los encargados de completar la decoración del palacio, teniendo éste finalmente una síntesis armoniosa del gótico-mudéjar, el renacimiento y el romanticismo.

Hoy en día está abierto para la visita del público.

Accedemos por una gran puerta de mármol, realizada por Antonio María Aprile, de estilo renacentista, con un acabado gótico. Llegamos a un gran patio principal, de estilo típico andaluz, con una fuente en medio y dos estatuas de diosas, rodeado por veinticuatro bustos de emperadores romanos y españoles y algunos otros personajes, entre ellos Cicerón o Marco Aurelio, llevados hasta allí desde las Ruinas Itálicas.

Desde el patio llegamos a dos grandes jardines, donde debemso observar los zócalos y las rejas de estilo plateresco.

Cogemos una bonita escalera adornada con azulejos para llegar a la planta de arriba. Si miramso hacia arriba veremos que el techo es una gran cúpula.

En la primera planta vemos diferentes salas con pinturas de entre los siglos XVI y XIX, como la famosa Piedad de Sebastiano del Piombo que se encontraba en la Sala del Torreón antes de ser cedida al Museo del Prado.

En otra de las salas podemos ver pinturas en el techo realizadas por el pintor Francisco Pacheco, y en otra podemos observar una pequeña pintura obra de Francisco de Goya, en la que se ve el arrastre de un toro.

El palacio también tiene una capilla de estilo gótico con decoración mudéjar llena de manuscritos.

A lo largo de todo el edificio podemos disfrutar de unos precioso azulejos.

En la actualidad es la residencia de los duques de Medinaceli y está considerado como el mejor edificio nobiliario de Andalucía.

 

 

 

 

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