Bosques y Cascadas

Escapismo es una forma de sobrevivir. Al menos si estás en la ciudad donde estar a +46 es considerado una temperatura normal. Aunque yo no tenga que salir durante el día cuando el sol es más cruel con las personas y es un infierno para alguien del norte como yo. Normalmente, los sevillanos se van a las playas cercanas o lejanas de la ciudad.

Sin embargo, mi curiosidad era sobre los pequeños bosques con cascadas que por lo que he oído no es un paisaje típico de Andalucía. Así unos amigos y yo cogimos un coche e hicimos un viaje a un pequeño pueblo llamado San Nicolas del Puerto.

Aunque nos podríamos haber perdido, el serpenteado camino valió la pena solo por poder ver belleza natural de la provincia desde el coche. A las afueras del pueblo, lo cual coge parte del parque natural Sierra Norte, hay un maravilloso enclave que ha sido declarado monumento natural y que se conoce como Cascadas del Hueznar y está en medio del canal del río con un bosque de olmos, sauces y fresnos.

Mientras que me quitaba mis zapatos y me ponía el sombrero, estaba anticipando el poder sumergirme en la fría corriente de las cascadas españolas y no fue nada decepcionante. Estar bajo del agua fría a unos 15 grados justifica cualquier expectativa, especialmente durante este calor agotador. De alguna forma me recordó a mi país; agua subterránea fresca, piedras resbaladizas y los pies congelados después de estar un minuto en la cascada.

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