Lugares que hay que ver por lo menos una vez en la vida. GaliciaI II.

Si en mi anterior viaje nos dirigíamos hacia el fin del mundo, hoy nos adentramos en el interior de Galicia, para descubrir en la llamada “Ruta de las Camelias” dos Pazos, ambos responden al tradicional dicho gallego:“Casa Grande, Capilla, Palomar y Ciprés, Pazo es” que esconden lugares llenos de belleza y donde una vez más es necesario tener todos los sentidos bien abiertos para disfrutar de todas las sensaciones que nos van a producir.

El primero es el Pazo de Oca, llamado por algunos “El Versalles Gallego” Está situado a unos 25 km de Santiago de Compostela, en el municipio de A Estrada (Pontevedra). El edifico del Pazo de Oca, forma una especie  de plaza, donde destacan un gran edificio barroco, la Torre del Homenaje, como recuerdo del castillo que existió en ese lugar. Al fondo, la Capilla y el paso elevado para el acceso privado de los propietarios. Cerrando la plaza, las casas de los antiguos sirvientes de la propiedad. El típico cruceiro gallego, te da la bienvenida, como pieza indispensable y original en los jardines de los pazos gallegos.

Como propiedad privada solo pueden visitarse los jardines, la entrada cuesta unos cuatro euros, pero realmente merece la pena.  En nuestro  paseo nos encontraremos con preciosos y muy bien cuidados laberintos de setos de boj, camelias de variados colores, un lavadero con tejado de madera construido en el  S. XVII, un impresionante paseo de tilos que tiene la peculiaridad de estar cerrado con setos de boj, numerosas fuentes y aprovechando las aguas del río Boo, que pasa por la huerta del pazo se construyeron dos estanques: El de las aguas tranquilas del estanque de arriba, llamado “de las virtudes” y de las aguas turbulentas de abajo conocido como “de las vanidades”

Oca todavía conserva el doble carácter de jardín ornamental y de huerta productiva con que nació en el S XVII, buscando la  perfecta armonía entre utilidad y belleza. Es por ello que en su conservación, se pone especial énfasis en cuidar que junto con ejemplares de gran valor botánico o con plantaciones ornamentales, como pueda ser una colección de camelias, convivan plantaciones comerciales como los kiwis o las viñas, colecciones históricas de manzanos o una huerta con alineaciones geométricas.

Después de esta maravillosa visita, nos dirigimos hacia El Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, se encuentra en el Concello de Vedra, perteneciente a la comarca  de Tierra de Santiago. Es un territorio que desciende hacia el río Ulla se encuentra el segundo pazo de la Ruta de las Camelias.

Para acceder al lugar es necesario atravesar un portalón de altos muros de piedra y un sendero con diferentes especies de árboles, llegando a una plaza donde se localiza la vivienda, la iglesia, al lado de la cual  y según costumbre gallega se encuentra un gran olivo, que se cree que es el  más antiguo que se conserva,  un gran corral, la entrada al jardín y el campo agrícola en cuyos muros se apoya la fuente de la Coca, donde se encuentran los viveros, prados para ganado  y el bosque de olivos que según cuentan es de 1525.

Como en el caso anterior al ser una propiedad privada solo pueden visitarse el jardín y la zona de los olivos, pero el  paseo es maravilloso, teniendo en cuenta además que es posible que no te encuentres con ningún otro visitante en todo el recorrido, se puede realizar de manera tranquila disfrutando cada rincón, cada sonido del agua que asoma por diferentes rincones….agotar la tarjeta de la cámara fotografiando cada rincón… y salir con una sensación de paz increíble, con los ojos llenos de colores y contrastes, la piel impregnada de todos los olores que transmiten unos lugares tan maravillosos y de muestra un botón…..o mejor una foto.

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