RoadTrip por Cantabria

Hoy os voy a contar como ha sido el viaje que hemos estado haciendo durante una quincena por Cantabria. 

Hasta Cantabria fuimos desde Salamanca directamente y todo por autovía. El camino se hace muy cómodamente y llegas desde Salamanca a Santander en poco más de 3 horitas, aunque nosotros hicimos la primera parada en Torrelavega. 

Os voy a ir contando el planing día a día, lo que hicimos cada uno de los días, dónde dormíamos (porque cambiamos de ubicación unas cuántas veces y os diré a parte de lo que hicimos, algunas recomendaciones sobre sitios donde comer, etc). Este viaje lo hemos hecho en verano, por lo que la mayoría de los días hemos tenido súper buen tiempo e incluso días con mucho calor.

Día 1

Torrelavega fue nuestra primera parada. Aquí nos alojamos en el hotel Torresport spa, que es súper chulo y no excesivamente caro. 

Aunque Torrelavega es la segunda ciudad más importante de la comunidad de Cantabria, no destaca especialmente por su belleza ni por sus atractivos turísticos. Pero para nosotros fue un punto intermedio para alojarnos la primera noche ya que queríamos visitar pueblos de los alrededores antes de llegar a Santander.

Fuimos a Los Corrales de Buelna, ya que teníamos que visitar a unas amigas. Comimos en este pueblo, en un sitio muy chulo que se llama 'Un 8 de abril' donde nos comimos unos cachopos deliciosos...Y nuestro viaje continuó por tres cuevas cercanas: 

- la cueva de hornos de la peña

- la cueva del castillo

- la cueva de las monedas

Toda la tarde estuvimos visitando las cuevas, caminando y haciendo las fotitos de rigor. 

Por la noche nos volvimos a Torrelavega, dimos un paseo por el centro de la ciudad para no irnos sin verlo y cenamos en el restaurante 'Cien Vinos' donde nos pedimos un menú deustación delicioso por 25€. 

Día 2

Nuestro segundo día comenzó y pusimos rumbo hacia Santillana del Mar.

Santillana del Mar, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Es un pueblito pequeño pero con mucho mucho encanto. Conserva muy bien su arquitectura típica con las casitas de piedra y los balcones llenos de flores. 

En Santillana se encuentra la cueva de Altamira, pero actualmente no se puede visitar. Pero no podéis iros sin visitrar el Museo de Altamira donde se encuentra la Neocueva, que es una reproducción de la cueva original y es una visita muy curiosa. Explican todo muy bien y te ponen una película antes de entrar. 

Pasamos toda la mañana y parte de la tarde paseando por Santillana, por sus plazas, sus calles, y visitamos... el museo de la tortura. Es un museo un tanto extraño pero muy curioso. 

Para comer en Santillana os recomiendo el asador 'La Gloria', su nombre lo dice todo. Un menú del día perfecto para salir de allí rodando y todo casero y riquísimo. Buenísima relación calidad/precio. 

Desde Santillana pusimos rumbo hasta nuestra siguiente parada, el Laberinto de Villapresente. Nos habían hablado de él y fuimos a probar que tál ya que está a tan solo 10 minutos en coche de Santillana.

Es un laberinto muy grande que según nos contaron fue haciendo un señor en sus terrenos para una de sus hijas que se quedó en el paro. Es tan grande que nosotras tardamos casi una hora y media en salir, y después de haber ido una vez la verdad es que no creo que vuelva. Porque al principio hace gracia y tal, pero una vez que estás allí una hora dando vueltas desorientada y con calor, porque encima nos tocó un día de bastante calor, pues ya va perdiendo la gracia. Dentro además se suponía que había dos personas que te daban pistas, pero creo que se rieron un poco de nosotras. Pero bueno como experiencia no estuvo mal.

Desde aquí ya pusimos rumbo a Santander, que sería nuestra base para los tres próximos días.

El hotel de Santander era el Hotel Bahía, que nos encantó. 100% recomendable tanto por la comodidad de sus instalaciones, todo súper nuevo y además está súper bien situado en pleno centro.

Día 3 

Despertamos con vistas a la bahía de Santander, y antes de contarnos nada de este día os dejo un post que publiqué hace un tiempo de algunos de mis sitios favoritos de Santander: AQUÍ

Para empezar nuestro día por Santander, después de un buen desayuno en el hotel nos pusimos en dirección al Centro Botín, en el que queríamos ver una exposición de Joan Miró que nos encantó. Despúes de la exposición, nos fuimos en coche hasta la zona la península de la Magdalena. Aquí estuvimos viendo el Palacio de la Magdalena, paseando por todos sus jardines y después viendo los animales que hay por los alrededores que eran leones marinos y pingüinos. 

Para comer este día fuimos a un sitio que me encanta, que es el Faro de Santander. Todo riquísimo pero os recomiendo sobretodo pedir rabas y caracolillos... ¡delicioso! Además hay unas vistas increíbles. 

Por la tarde estuvimos paseando por el centro de Santander, la plaza Pombo, los jardines de Pereda, etc. Y cenamos en uno de mis sitios favoritos: Matices. Podés encontrar mi opinión sobre Matices en el post que os he dejado enlazado más arriba. 

También fuimos a visitar el museo marítimo del mar Cantábrico donde te cuenta absolutamente cómo ha influido en sus vidas a lo largo de la historia, la relación del hombre y el mar en Cantabria, a parte de muchísimas curiosidades de su fauna, su modo de pesca, etc. La entrada nos costó unos 8€ y la compramos en la página web de 'atrápalo'. 

Día 4 

Nos levantamos tempranito para aprovechar el día e ir de excursión a Cabárceno. Está a sólo 20 kilómetros de Santander y es un parque enorme donde los animales se encuentran en semilibertad y es súper bonito e interesante. En el parque nos dijeron que había creo que más de 400 especies y que tenía casi 800 hectáreas. Imagináos lo enormísimo que es. Los animales que más me gustó ver fueron las jirafas, los leones y las zebras. Además hay muchos espectáculos y demostraciones: vuelo de aves rapaces, reptilario y espectáculo de leones marinos. Nos gustó mucho. La entrada de día completo nos costó 30€, que no es nada caro para todo lo que hay allí dentro, os lo aseguro.

A la entrada del parque te dan una especie de mapita del parque y ahí aparecen todos los caminos y dónde están situados todos los animales. Además hay rutas prediseñadas para los que os guste tanto la botánica como a mí en la que podéis ver toda la flora de esta zona cantábrica. 

De vuelta a Santander paramos en el centro comercial Valle Real a hacer unas compras, es un centro comercial enorme y también tiene supermercado. 

Para cenar en Santander fuimos a Cañadío y no podeis iros de allí sin probar su Steak Tartar de solomillo que es un homenaje a Alberto Chicote, y las albóndigas de atún y calamar que estaban deliciosas no, lo siguiente. No es muy caro el sitio, pero tampoco es un sitio barato. 

Día 5 

Pusimos rumbo a Somo donde nos esperaba una intensa mañana de Surf en la escuela cántabra de surf. 

Somo es uno de los sitios más famosos de Cantabria para hacer surf y por eso decidimos probar aquí, la verdad es que hay muchísimas escuelas de surf por la zona y también mucha gente que va para allá exclusivamente a eso, a surfear. Hay super buen ambiente, en la escuela donde lo reservamos nosotros nos trataron genial y había un buen rollo increíble. 

Por la tarde aprovechamos el buen día y nos quedamos por allí por la playa. La playa de Somo es súper grande, tiene más de 5 kilómetros porque se une también con la playa de Loredo. Es un muy buen sitio para pasar un día de playa. 

Día 6 

Tocó cambiar de ubicacíon y esta ves nos fuimos a Noja para hacer allí tres noches en el Hotel Liber & spa, que también nos gustó mucho, aunque las habitaciones nos parecieron demasiado simplonas pero en sí el hotel estaba bastante bien. 

Noja es un lugar de veraneo de muchísimos vascos y estaba a tope de gente, había un ambientazo. También tuvimos la posibilidad de ir allí a la playa del Ris porque nos pilló súper buen tiempo. Y por supuesto, aprovechamos para salir allí también de fiesta y nos encantó el ambiente. 

Día 7 

Santoña, conocida por sus famosas anchoas. ¿Cómo nos íbamos a ir de Cantabria sin ir a Santoña? 

No podíasmos dejar pasar esta oportunidad y nos acercamos a una conservera de allí donde nos atendieron amablemente y nos dieron la posibilidad de visitarla. Si tenés tiempo, hazedlo porque es súper interesante. 

Además en Santoña hicimos una ruta chulísima para terminar en el Faro del Caballo. Es una ruta de unos 4 kilómetros que tardamos una hora y media más o menos en hacer, teniendo en cuenta que nos paramos a hacer fotos y todo, seguro que tardáis menos. 

Subimos por el monte hasta el fuerte de San Miguel y seguimos las indicaciones que nos guían hasta el faro del caballo, justo al inicio del camino hay un pequeño aparcamiento donde podéis dejar el coche si queréis subir hasta allí y ahorraros las dos primeras cuestas. A partir de este punto, ya es todo un camino de tierra. 

A lo largo del camino nos vamos encontrando algunas señales, y cuando llegamos al kilómetro 2  aproximadamente nos encontramos paneles informativos sobre la fauna y la flora que habitan el Monte Buciero, que es el monte por donde vamos caminando. Aquó hay un mirador que se llama 'la punta del Fraile'. 

Seguimos subiendo hasta un punto en el que el camino se divide en dos, a la izquierda podemos ir hasta el faro del Pescador (nosotros no fuimos) y hacia la derecha llegamos hasta el Faro del Caballo, que este fue nuestro destino. 

No os asustéis cuando lleguéis al primero de los casi 700 escalones que hay que bajar hasta llegar al faro. Porque aunque parezca complicado, tampoco lo es tanto. Hay en todo momento una cuerda a la que te puedes ir agarrando. 

Al bajar, os quedaréis impresionados de las vistas. Y seguro que con el calor os entran ganas de daros allí un bañito. Está genial para bañarse y casi siempre hay mucha gente allí tirándose y eso. Ah! Al faro podéis subir, porque está abierto. Sólo hay que subir unas escaleritas y listo. 

Si tenéis pensado hacer la ruta por la mañana y quedaros allí a daros unos baños, una buena idea es que os llevéis unos bocatas para comer allí y ya después volver tranquilamente. Pero si vuestra idea es hacer la ruta ida y vuelta en la mañana y volver al pueblo, seguro que os alucina la cantidad de bares de pintxos que hay en Santoña. En casi todos de los del centro se come genial, nosotros nos tomamos unos pintxos de la barra que tenían super buena pinta (del primer bar que vimos que nos gustó, que no me acuerdo ni del nombre) y una ración de rabas y otra de anchoas, por supuesto. 

Día 8 

Laredo es una villa marinera que está situada frente por frente a Santoña y decidimos ir allí a pasar el día. 

Primero estuvimos paseando por la Puebla Vieja, que es el centro del pueblo donde se encuentra la plaza del ayuntamiento y subiendo unas escaleras ya te adentras en la Puebla. Callejeamos por allí hasta llegar a la Iglesia, donde hicimos una visita guiada. 

Después subimos hasta La Atalaya, que es súper guay. Puedes subir bien andando desde el pueblo o en un trenecito llamado 'El atalayero' que creo que costaba unos 2-3€ Por la atalaya hay un caminitos que van haciendo rutas por allí y hay unas vistas chulísimas del mar, del pueblo y también de la zona de Santoña donde habíamos estado el día anterior. 

Bajamos de la atalaya y fuimos a conocer la Playa de la Salvé, donde nos encontramos con un barco que hacía rutas turísticas y decidimos montarnos. Estuvo muy bien, porque vimos la zona del Faro del Caballo donde habíamos estado el día anterior pero esta vez desde el mar. 

Para comer en Laredo estuvimos en un sitio muy cerca de la playa y comimos genial y no fue muy caro, el restaurante se llama 'Casa Ruiloba' y os lo recomiendo. Además las rabas estaban deliciosas. 

Por la tarde aprovechamos el buen tiempo para dar un paseo por la zona del puntal de Laredo, y bañarnos también por allí. Después nos fuimos con el coche hasta 'La Torre' donde se encuentra el bar k85, y tienen una terraza desde la que las vistas son excelentes. Allí estuvimos tomándonos unas cervezas. 

Para cenar bajamos otra vez al pueblo y fuimos al bar 'El tunel', donde a parte de las rabas os recomiendo unas gambas fritas que tienen con una salsa deliciosa. Nos encantó el sitio. Además después de cenar fuimos al tunel que está justo al lado y está debajo de la Atalaya donde habíamos estado por la mañana. El tunel desemboca en el mar y es un sitio muuuy chulo. 

Día 9

Aprovechamos este día para conocer Castro Urdiales, que es ya casi el último, o sin el casi, pueblo de Cantabria. Es decir, estábamos en la frontera con el País Vasco. 

En Castro estuvimos paseando por la Puebla Vieja, donde visitamos la principal iglesia, que es la de Santa María de la Asunción. 

Después fuimos al Castillo de Santan Ana, que está justo al lado. 

Decidimos hacer una ruta que nos habían recomendado, asíque nos fuimos por la carretera nacional en dirección a Bilbao, hasta que llegamos a Mioño. Mioño es un antiguo pueblo minero donde estuvimos paseando, que es precioso, y visitamos la iglesia de San Román. 

Día 10 - Santander 

Cena en la Capilla Stixtina

Día 11 - Comillas

Día 12 - San Vicente de la Barquera

Aquí visitamos las cuevas del Soplao

Día 13 - Playa 

Para comer fuimos por la zona del embarcadero de Pedreña, a uno de los chiringuitos que hay del que no recuerdo el nombre y comimos unas sardinas increíbles, bonito a la plancha, rabas, y muchas cositas típicas y estaba todo delicioso. 

Día 14 - Playa

Playa de la Arnía por la mañana

Por la tarde nos recomendaron un sitio, que me encantó y por eso os lo voy a recomendar yo ahora a vosotros. Se llama 'Avril en la ría' y es un bar-restaurante que está en plena ría de Mogro, justo casi en la orilla del agua. Las vistas son increíbles, además hacen unos batidos y unas tartas deliciosas. Eso sí, es un poco carillo. 

Día 15 - Reinosa


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