En la visita a las cascadas de Pozo Azul en MInca, no hay que perderse la visita a este asadero. Es un sitio a mitad de camino, donde se puede uno deleitar con una completa carta de carnes a la brasa, refrescar con bebidas y tener una amena conversación con Camarita, el propietario.
En un entorno tan natural y después de la caminata desde el lago o si bien subes y quieres tomar algo fresco, es una excepcional opción. Si el momento es el almuerzo, la picada de carne, pollo y embutido, acompañada de yuca y papa cocida está deliciosa. Y por supuesto no hay que desmerecer el postre, la buena compañía, la música y el entorno en general.
Toda una experiencia!!
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