En primer lugar, debo decir que, definitivamente, ¡San Sebastián es una de mis ciudades preferidas! He estado allí varias veces y, ¡no me canso! El casco antiguo con sus bonitas y pequeñas calles, bares y sitios de tapas... Las tapas, sin duda, una de las principales razones por las que vine a San Sebastián. Pero este no es el tema sobre el que voy a hablar hoy.
San Sebastián no solo es característico por su casco antiguo, sino también por su naturaleza. Sus bahías y montañas alrededor de la ciudad la hacen, en mi opinión, una de las ciudades más bonitas de España. Para tener una vista perfecta de la ciudad, debes ir al Monte Urgull, una pequeña montaña a la derecha (frente al mar) de la bahía La Concha. Hay que subir un poco hasta el monte, pero hay diferentes formas de llegar a la cima. Las escaleras del puerto de la ciudad te llevan a diferentes niveles de la montaña y, finalmente, a la parte más alta. Una vez que lo has hecho, ¡merece la pena el esfuerzo!
Allí, tienes la bahía de San Sebastián a tus pies y, además, puedes disfrutar de la puesta de sol. Como está en el océano Atlántico, atardece sobre el mar y con unas cervezas y junto a amigos, no hay mejor forma de terminar un buen día en esta bonita ciudad. También hay un pequeño castillo en la cima de la montaña y una estatua de Cristo, que te recuerda a Río de Janeiro.
En verano, hay gente de todas partes, viajeros, estudiantes internacionales o de campamentos de surf, que se reúnen para ver el atardecer y disfrutar de las últimas horas de luz del día. Siempre hay muy buen ambiente, con gente tocando la guitarra y cantando. En uno de los niveles del camino a la cima, hay un bar en el que puedes tomarte un vaso de vino o de sangría con una vista impresionante.
Así que, si después de tomar el sol, ir de compras y comer tapas, quieres un final perfecto para tu día, sin duda, tienes que subir al Monte Urgull y disfrutar de unos de los sitios más bonitos para ver el atardecer.