San Marino

San Marino es una pequeña república, un estado muy pequeñito que se encuentra rodeado por el territorio Italiano, situada al este de Italia, muy cerquita de Rímini pero a la vez alejado por una carretera de curvas enrevesadas que suben hasta la cima de una pequeña montaña donde se encuentraba nuestro objetivo de aquel día.

El trayecto desde Ferrara a San Marino la verdad es que no es tan fácil ni se me hizo tan corto como pensaba ya que se necesita hacer cambios y subir a dos transportes diferentes para llegar. El primero el tren, en el que se tardan como una hora y media o dos para llegar (dependiendo de la línea que cojas) hasta Rímini donde, en la misma estación de trenes se coge un bus que te lleva hasta San Marino. La verdad es que lo peor de todo fue que no nos coincidían los horarios a los que llegaban los trenes con los horarios de buses que partían de la estación por lo que creo recordar que además del trayecto en tren tuvimos que esperar como una hora hasta que saliese el siguiente bus y otra hora más de trayecto hasta llegar a San Marino. Vamos, una locura.

Los horarios de los trenes obviamente se pueden encontrar en la aplicación o la página web de la que tantas veces he hablado de Trenitalia, y los del bus la verdad es que no sé si se pueden mirar por internet, nosotros preguntamos en una caseta  de información que se encuentra justo al salir de la estación. Allí nos dieron un papelito donde ponía las horas a las que pasaba y llegaba el bus y nos vendieron los billetes que creo recordar que costaron como unos 5 euros.

Sin embargo, nosotros que aprovechamos todas las oportunidades que se nos presentan, en el tiempo que el bus tardaba en salir nos fuimos a ver Rímini.

La verdad es que en Rímini nos equivocamos bastante ya que nadie pensaba que íbamos a para allí mucho tiempo y no nos informamos sobre si había alguna cosa interesante o bonita para ver. Por lo que no nos acercamos ni a la playa. Ya, ¿a quién se le ocurre? Pues a nosotros, que comenzamos a andar en sentido opuesto a la costa y no sabíamos ni a donde, cuando la playa estaba a menos de 200 metros de la estación. Y por si no fuera poco (y aunque en aquel momento estuviese llegando el invierno), luego supimos que es una de las playas más transitadas y turísticas de esta zona de Italia en verano por sus discotecas a pie de playa y las playas de arena fina y poco profundas que tiene. Me hubiese encantado verlas asique, no descarto volver allí ahora que hace mejor tiempo a disfrutar del ambiente.

En fin, sin saber dónde íbamos llegamos a ver el Duomo, vía Cavour y el Puente de Tiberio, donde los dos últimos normbrados fueron construidos y levantados por los romanos.

san-marino-4bb0e0f4134928e20820cbe0221de

san-marino-90a3689d00b903833a6aa564aa705

san-marino-b16ff52a52fe656fdfbf56ff8d886

Al final y como siempre tuvimos que volver casi corriendo por que se nos hacía tarde para coger el bus hasta San Marino, pero no, no lo perdimos y una hora más tarde y con mucha emoción llegamos a la parada de autobús final de la línea. La verdad es que ya desde allí se veían unas vistas bastante impresionantes, pero ni nos imaginábamos lo que nos íbamos a encontrar cuando llegásemos al punto más alto. Así comenzamos a investigar un poco perdidos la ciudad, a subir cuestas cada vez más empinadas y laberínticas a través de calles pequeñas y estrechas llenas de comercios y ambiente, aunque realmente era como pasear por una ciudad en la época medieval. Seguimos paseando e incluso nos perdimos los unos a los otros porque cada dos por tres uno se paraba y los otros no se daban ni cuenta, hasta que llegamos al Museo di Stato, donde todos entramos a informarnos sobre cómo podíamos visitar San Marino de la mejor forma. En este lugar la recepcionista nos dio un mapa y nos comentó qué se podían visitar con la obtención de una tarjeta en la que tú pagabas según las cosas que te interesaban ver. Es decir, si te interesa ver el museo y las tres torres que hay en San Marino el precio de la tarjeta es mayor y si solo te interesa ver un par de ellas (por tiempo o porque simplemente no te apetece visitar el resto) puedes comprar otra tarjeta que te permite por ejemplo entrar a 1 de las torre y al museo. Nosotros cogimos esta opción y la verdad es que si hubiese tenido un poco más de tiempo para visitarlo hubiese elegido la otra. Además nos dijeron que si devuelves la tarjeta una vez la hayas usado te devuelven 1,5 euros pero yo, que lo guardo todo, me la quedé como un recuerdo de este lugar.

Entramos todos al museo donde me llamó la atención la sala de congresos por una imagen gigante que había en la pared y que por lástima no pude apreciar bien porque no dejaban entrar más hacia adentro de la sala y además me hubiese gustado saber más sobre él.

Después de visitar este importante edificio de San Marino fuimos en dirección a la Basílica, que se encontraba en apenas unas calles más arriba del mismo, donde echamos unas fotos bastante graciosas en las imponentes columnas que se encontraban en la puerta y que me recordaron mucho a las del Pantheon de Roma aunque realmente no sé si existe alguna relación entre estos dos edificios.

san-marino-2c5e8bcd986d6a3eb86c49413de65

san-marino-9bf2634ac6e29aad7ae99408abe0f

Finalmente llegamos al lugar que más me gustó de esta pequeña ciudad: la Torre Guaita. Pudimos entrar en ella con la tarjeta que habíamos comprado y la verdad es que es uno de los edificios de estilo medieval más bonitos que he visto nunca. Y no precisamente por tener un gran museo o unas grandes obras de arte, sino por tener una de las vistas más bonitas que he visto nunca. Desde el punto más alto de la torre había una vista increíble hacia las partes más bajas de la fortaleza y el valle. Y no sé si ha sido casualidad al construirlo así o está hecho para que sea así pero cuando observas todo el resto de paisaje parece que estas en un barco, y más ese día que había un poco de niebla las nubes parecían ser el mar. Fue impresionante y siempre tendré esa imagen grabada en la cabeza.

san-marino-6247f13aaa24535e349b573d56e0b

san-marino-142f9e360e7a2e581d19587829354

san-marino-64db206ac055a7c38c7145e6047a3

Una vez descendimos visitamos el resto de la fortaleza y dimos un último paseo, donde hicimos fotografías y tomamos un café por toda parte de la muralla antes de retornar a la parada para hacer todo el trayecto de vuelta a Ferrara. La verdad es que esta otra parte con caminos estrechos y senderos que recorren esta parte amurallada de la fortaleza es también bastante bonita y, ¿por quéno decirlo? también bastante romantica, sobre todo al atardecer cuando la luz en el cielo se vuelve más tenue y las farolas se encuenden para alumbrar el camino. Precioso.

san-marino-15b59b5abdcfbef57c511a8ff0cf4


Galería de fotos


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!