Mini-roadtrip: Dunes, Anza-Borrego y Julian

¡Hola de nuevo a todos! Me alegro mucho de estar otra vez por aquí y es que hoy os traigo un post sobre viajes, que espero que os guste tanto como a mi y sobre todo que os parezca interesante. La idea surgió porque un día cualquiera, mis amigas y yo estábamos pensando qué podríamos hacer durante la semana, y de repente se nos ocurrió que era una buena idea hacer un pequeño roadtrip para ver algunos de los sitios que hay por los alrededores de San Diego. 

Lo primero fue decidir el día, y no fue muy difícil ponernos de acuerdo ya que teníamos fiesta el miércoles y ninguna teníamos clase. Así que decidimos hacer nuestra pequeña ruta ese miércoles. Antes de que se me olvide, esta vez no fui de excursión con mis compañeras de piso como voy siempre, sino que fui con cuatro amigas francesas que son tamnbién muy majas. De esta forma pude practicar el francés que había aprendido en Niza y que por no practicarlo se me está olvidando un poco... La verdad es que me encantó estar este día hablando en francés con ellas y viendo los distintos acentos que tenían, ya que cada es de un sitio distinto en Francia.

Pues bien, lo que hicimos fue planear la ruta pensando en las cosas que queríamos ver y finalmente decidimos que haríamos un pequeño roadtrip con tres paradas principales que son:

• Imperial Sand Dunes

• Anza-Borrego Desert State Park

• Julian (un pueblito pequeño)

Cuando decidimos dónde queríamos ir alquilamos el coche según nos aconsejaron en la tienda, y es que en un principio habíamos pensado alquilar un coche y al llegar allí nos dijeron que no era válido para ir a las dunas... El caso es que para alquilar los coches en el sitio que hay aquí al lado (Dirt Cheap Car Rental) hay que decir a dónde vas para que te aconsejen un coche u otro. Esto la verdad es que no era muy relevante y no sé muy bien por qué os lo estoy contando, pero ya me estáis empezando a conocer y sabéis que me voy mucho por las ramas... 

Alquilamos el coche el martes por la tarde y lo cogimos para dos días para poder devolverlo el jueves, también por la tarde. Como inciso voy a comentar que en esta tienda los coches se alquilan por veiniticuatro horas, es decir, que si lo coges el martes por la mañana y lo devuelves el jueves por la mañana, te cuentan solo dos días y no tres por haber estado martes, miércoles y jueves. La razón por la que decidimos alquilarlo el día de antes fue para no tener que ir el miércoles por la mañana rápido y corriendo, y de esta forma pudimos despertarnos tranquilamente e iniciar nuestra ruta.

Aunque teníamos tiempo, decidimos madrugar ya que aquí en San Diego en esta época del año amanece muy pronto y el sol se va a eso de las cinco de la tarde, así que hay que aprovechar las mañanas si se quieren ver las cosas con luz... Esto tenéis que tenerlo en cuenta si estáis pensando en venir a visitar San Diego.

Nos levantamos a las siete y media y a las ocho pusimos rumbo a nuestra primera parada: Imperial Sand Dunes

Parada número uno: Imperial Sand Dunes

Las "Imperial Sand Dunes" se encuentran a aproximadamente dos horas y cuarto de nuestra residencia, por lo que llegamos allí a eso de las diez y media. La verdad que la carretera no era muy complicada ya que la mayor parte del trayecto era autopista. Sin embargo, tampoco puedo opinar mucho al respecto ya que fui durante todo el camino dormida aprovechando que no me tocaba conducir...

Llegamos a las dunas y aparcamos en el parking que tienen destinado para ello. La verdad es que es alucinante porque están en la mitad de la nada. Literalmente. Tú vas conduciendo por la carretera y no ves más que todo desierto a ambos lados de la misma, sin embargo, llega un momento en el que se ven estas dunas. Como era de esperar, tras pasar las dunas todo vuelve a ser desierto de nuevo.

Las dunas son básicamente eso, dunas. Lo que hicimos fue dar un paseillo duna para arriba, duna para abajo... Siempre teniendo cuidado ya que hay varias personas haciendo motocross o conduciendo a toda velocidad con los quads, y a veces no te ven... 

Aprovechamos para hacer bastantes fotos, ya que es básicamente lo que hay que hacer en las Imperial Sand Dunes. Os voy a dejar unas poquitas por aquí para que veáis lo bonito que era y lo felices que estábamos mis amigas y yo:

El paisaje, como habéis podido observar en las fotos que he puesto anteriormente es precioso, y parece totalmente que estás en medio del desierto del SaharaA pesar de que es muy bonito, pienso que merece la pena ir a verlo si estás haciendo un viaje y te pilla de paso, ya que ir específicamente a ver las dunas como hicimos nosotras  y luego volver, en mi opinión no tiene mucho sentido. Aún así yo soy una persona que le suele gustar todo así que estuve contenta y me lo pasé bien.

Pues bien, una vez acabada nuestra primera visita, pusimos rumbo a nuestra siguiente parada: Anza-Borrego Desert State Park.

Parada número dos: Anza-Borrego Desert State Park

Cogimos la carretera correspondiente y en cuanto encontramos una gasolinera paramos para echar gasolina. Un consejo que os quiero dar es que cuando se hacen este tipo de viajes en las carreteras no se suelen encontrar gasolineras. Por eso siempre es recomendable llevar el depósito lleno o prácticamente lleno. No sería la primera vez que alguien se queda tirado en la carretera incluso habiendo empezado el viaje con tres cuartos de depósito lleno...

El trayecto desde Imperial Sand Dunes hasta Anza-Borrego Desert State Park dura aproximadamente una hora y media, sin embargo se hace un poco más pesado que el primer trayecto debido a que la carretera es de bastante peor calidad.

Llegamos a nuestra siguiente parada y lo primero que hicimos fue comer el picnic que llevábamos. Creo que no lo había mencionado antes pero lo que hicimos fue prepararnos la comida en casa y llevarla en las mochilas con la idea de comer en el parque. 

Cuando llegamos a Anza-Borrego Desert State Park eran las dos de la tarde más o menos, así que teníamos muchísimo hambre (hay que tener en cuenta que habíamos desayunado muy pronto porque habíamos salido de casa a las ocho de la mañana...). 

Después de comer fuimos al Visitor Center para que nos explicasen qué es lo que podíamos hacer, ya que hay distintas rutas, y para que nos contasen también alguna cosa sobre el parque.

Anza-Borrego Desert State Park es el parque estatal más grande de California, con muchísimas rutas de senderismo. Lo que recomiendan hacer es aparcar el coche en el parking que está al lado del Palm Canyon Trail y cuesta diez dólares al día, siendo gratis los fines de semana y los días festivos. Sin embargo, otra forma de dejar el coche es aparcar en el parking que hay al lado del Visitor Center y luego andar hasta las distintas rutas durante unos veinte minutos aproximadamente. 

Esto último es lo que hicimos nosotras y después de hablar con la mujer que nos atendió en el Visitor Center, que por cierto era majísima, y teniendo en cuenta que no teníamos mucho tiempo ya que eran las dos y media de la tarde y el sol se iba sobre las cuatro y media... ¡decidimos hacer una parte del Palm Canyon Trail!

Esta caminata es de aproximadamente tres horas y no es circular, por lo que hay que ir y volver. Debido a que no teníamos mucho tiempo no la hicimos entera, pero sí nos dio tiempo a hacernos una idea de cómo es el paisaje por esa zona... Además, os voy a consejar que la dejamos a medias no solo por el tiempo sino porque pensamos que el paisaje no era muy bonito...

Lo bonito de esta caminata, según nos contaron, es que al llegar al final te encuentras un oasis rodeado de palmeras (ya sabéis lo que me gustan a mí las palmeras...). Sin embargo, el camino de antes hasta llegar allí no tiene nada de especial. Está todo bastante desértico y no es que sea muy bonito que se diga. Es cierto que es un parque y tiene alguna cosilla interesante, pero mi opinión general no es positiva…

De hecho, empezamos a hacer la caminata y decidimos abandonar nuestra aventura porque nos parecía que el paisaje no estaba mereciendo la pena. Es cierto que nos dijeron que durante el camino se pueden ver algunos animalillos y que los últimos diez minutos sí que son bonitos. Sin embargo, pensamos que no nos merecía la pena hacer un camino de dos horas y pico únicamente para ver diez minutos decentes. Además, veníamos de haber estado en el Joshua Tree (que por si no habéis leído el post de mi roadtrip por allí tenéis que ir a verlo…), y el paisaje era bastante parecido.

Dicho esto, no quiero ser yo la que os condicione para ir o no al Anza-Borrego Desert State Park, así que os voy a dejar por aquí una de las fotos que hice para que juzguéis por vosotros mismos:

Como podéis ver, es bonito, sí, pero no tiene nada de especial en mi humilde opinión... Dicho esto, cogimos el coche de nuevo y nos dirigimos a nuestra tercera y última parada: Julian.

Parada número tres: Julian

Os preguntaréis qué se nos había perdido en Julian, que es un pueblo de montaña perdido por ahí. Pues bien, hay una razón para ir a este pueblo y es que es famoso por tener la mejor pastelería de tarta de manzana: Julian Pie Company. Desgraciadamente, a mí no me gusta este postre, pero como mis cuatro amigas querían ir fui con ellas encantada. En vez de la tarta de manzana me pedí una cookie y estaba deliciosa, así que el viaje también mereció la pena para mi…

El camino desde Anza-Borrego Desert State Park hasta el pueblo Julian se me hizo eterno. Es un trayecto únicamente de una hora, pero la carretera es horrible. Es todo el rato por el medio de las montañas y llena de curvas, y yo odio conducir por ese tipo de carreteras. Además, para mi mala suerte, me tocó a mi conducir en todo este tramo y no veía el momento de llegar a nuestra última parada (es el precio a pagar por haber ido dormida durante todo el primer camino hasta llegar a las dunas...).

Una vez allí, aparcamos y fuimos a Julian Pie Company, que es la pastelería famosa por sus tartas de manzana. Cuando llegamos había una cola súper larga, pero la verdad que fue bastante rápida y al final no tuvimos que esperar tanto para conseguir nuestro ansiado dulce… Mis amigas dijeron que la tarta de manzana estaba muy rica, así que si sois fans de este postre os recomiendo que vayáis. Siento mucho no poder poner ninguna foto de la tarta, ya que me hubiese gustado que la viéseis, pero la verdad es que como a mi no me atraía mucho porque no me gusta, se me pasó totalmente hacerla… Aún así, espero que os fiéis de mi cuando os digo que tenía muy buena pinta, a pesar de no ser mi postre favorito. 

Una vez terminamos de merendar, cogimos de nuevo el coche para volver a casa. La verdad es que estábamos cansadísimas, y el trayecto de vuelta sí que se nos hizo un poquito largo. Aún así, creo que fue un muy buen día y que pasamos un buen rato todas juntas haciendo algo diferente. Y es que al final salir de la rutina se agradece, porque estamos siempre haciendo cosas en la residencia y creo que salir también es bastante necesario.

En definitiva, el viaje me pareció entretenido aunque como pega pondría que hicimos demasiados kilómetros para lo que realmente vimos. La verdad que yo no pude organizar nada del viaje y me lo dieron todo planeado, así que tampoco me puedo quejar mucho… Sin embargo, si que diría que si tuviera que volver a escoger qué viaje hacer en un día optaría por hacer menos kilómetros en coche y disfrutar más tiempo en las paradas, ya que es cierto que aquí fuimos demasiado corriendo en los sitios, sobre todo en la segunda parada.

Aún así, me llevo una experiencia positiva, unas fotos que me encantan y el haber practicado mi francés, que en el fondo, lo echaba de menos.

Espero que os haya gustado este post sobre mi pequeño viaje, y como siempre os digo, si tenéis alguna duda no tengáis ningún problema en preguntarme, ya que estaré encantada de responderos a todo lo que pueda. Así que, dicho esto… ¡Hasta el próximo día! 

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