Halloween en San Diego

¡Hola a todos de nuevo y bienvenidos un día más a mi blog! Sé que ya hace un tiempo que fue Halloween y que este post lo debería haber escrito hace más de un mes, pero bueno, más vale tarde que nunca... Y sí, como podréis intuir, hoy vengo a hablaros de una de las fiestas más importantes aquí en San Diego y en general en Estados Unidos: Halloween.

Todos sabréis lo que es Halloween porque es una fiesta que aunque inicialmente se celebraba únicamente en los países de habla inglesa como Estados Unidos o Inglaterra, se ha internacionalizado bastante y ahora se celebra prácticamente en todos los lugares del mundo (o al menos eso me parece a mi...).

Yo normalmente lo celebro en España y lo que hacemos es básicamente disfrazarnos el día que corresponde, que es el treinta y uno de octubre, y salir de fiesta. Sin embargo, aquí la fiesta de Halloween no tiene nada que ver con la de España, ya que se celebra como mínimo durante una semana. Sí, como léeis, ¡una semana! Es alucinante todo lo que organizan para esta fiesta y todos los eventos a los que puedes asistir. Así que como era mi primera vez aquí en Estados Unidos, quise hacer lo máximo posible. Por ello he decidido ir contandóos poco a poco qué es lo que hice cada día y de qué me disfracé en cada fiesta, ya que es un detalle que considero bastante importante..

Pues bien, lo primero que hice fue conseguir mi calabaza para poder después crear la típica cara de Halloween en ella. Es lo que se llama "Pumpkin Craving" y hay muchísimos lugares en los que poder hacerlo.

• La primera opción es hacerlo en la universidad, ya que organizan un evento específicamente para ello. Lo que te dicen es que pagues un dólar y con ello te dan la calabaza y todos los utensilios necesarios para trabajar en ella y que te quede una calabaza de Halloween magnífica.

• La segunda opción es ir a uno de los muchos "pumpkin patch" que hay por todo San Diego y escoger tu propia calabaza. Esta opción es muy intersante y es la que yo hice. Es gracioso ver cómo está el huerto lleno de familias con niños elgiendo sus calabazas para decorarlas después. La pega que yo veo en esta opción es que tienes que decorarla en casa, por lo que si luego eres un poco perezoso, como le pasó a mis dos compañeras de piso, te quedarás con la calabaza sin decorar...

Creo que es una experiencia súper guay y que se tenéis la oportuidad deberíais aprovecharla, ya que es algo que no es muy común en Europa y la única forma de hacerlo es en Estados Unidos.

Una vez tenía mi calabaza, la decoré y la puse tan contenta en mi salón. La verdad es que ahí sigue a día de hoy de decoración, porque como ya os conté hace un tiempo, mi casa está muy triste y no tenemos nada para decorarla, así que cualquier cosa que hacemos en celebraciones de cumpleaños o en este aso, en celebraciones de Halloween, las dejamos de adorno.

Dicho esto, lo que vino después del día de decoración de calabazas fue fiesta y más fiesta, y lo más importante, en todas había que ir con un disfraz y no se podía repetir, así que fue una tarea bastante complicada. Lo que se me ocurrió para los disfraces fue intentar buscar algunos que más o menos pudiese hacer con la ropa que tenía aquí o con la que me podían dejar mis amigas, y de esta forma únicamente tenía que comprar algún que otro accesorio. Pues bien, a continuación os voy a ir contando las fiestas a las que fui y los disfraces que llevé a cada una de ellas, pos si acaso en algún momento necesitáis inspiración y esto os sirve de algo. Son todos muy sencillos y poco currados en comparación con cómo se disfraza aquí la gente, pero yo estaba tan feliz, que es lo importante. 

Pues bien, vamos a empezar...

Veinticinco de octubre

Sí, habéis leido bien, la primera fiesta de Halloween fue el veinticinco de octubre. Aunque ya sabéis que Halloween se celebra el treinta y uno de octubre, ya os avisé que aquí lo celebran a lo grande y el primer evento ocurre seis días antes de la verdadera celebración...

Esta fiesta fue en la discoteca Omnia y la verdad que estuvo súper guay. Era de esas que incluían el autobús desde la residencia y que ya os conté en el post de sitios de salir de fiesta cómo funcionaba todo eso (si no lo habéis leído aún ya estáis tardando...). Me lo pasé muy bien y este día decidí disfrazarme de Sandy de Grease. Simplemente me puse una camiseta negra sin hombros y unos pitillos negros, y me compré una bandana roja para el cuello. Et voilà, mi primer disfraz estaba hecho.

Antes de ir a la discoteca nos reunimos varias chicas en un apartamento y aprovechamos para hacer alguna foto, así que como no quiero ser pesada y poner mil fotos, os voy a dejar por aquí simplemente una, mi favorita de ese día:

Cómo podéis ver en la foto, a diferencia de la gente que se curra tantísimo los disfraces, nosotras fuimos bastante normales. Mi amiga Amélie (a la izquierda) iba simplemente de negro y con un maquillaje más marcado de lo normal; y mi amiga Reyes (a la derecha) iba de diablo...

Veintisiete de octubre

Pues bien, la segunda fiesta fue en mi residencia. No podía faltar una fiesta de Halloween en BLVD 63, así que este día decidimos quedarnos en la residencia para pasar un buen rato y celebrar la segunda fiesta de Halloween del año. Nos juntamos un montón de gente en el piso de unas chicas que habían puesto carteles por toda la residencia anunciando su fiesta durante los días de antes. 

Pasamos un buen rato y para esta ocasión yo decidí disfrazarme de militar. Básicamente lo que hice fue ponerme una camiseta básica negra y un pantalon verde caqui. Es verdad que después me pinté unas líneas negras en la cara para darle un toque especial al "outfit", pero ya os digo que con la ropa que llevaba podía ir perfectamente un día normal a la universidad o a tomar algo.

Este día también nos lo pasamos muy guay pero fue una fiesta más como todas las que hemos hecho en la residencia, ya que por si no os acordáis, la gente en mi residencia es muy fiestera y día sí y día también hay algo que hacer.

Os voy a dejar aquí un par de fotos de este día:

Como podéis ver, cada una decidió ir de una cosa diferente ya que aunque al principio habíamos pensado hacer un disfraz de grupo, al final nuestra idea fracasó...

Treinta de octubre

El siguiente plan que hice para celebrar Halloween fue ir a otra fiesta en la discoteca Bassmnt, que por si no os acordáis es el sitio en el que pueden entrar los menores de veintiún años. Por tanto, aprovechamos este día para salir con mis amigas que son menores de edad y al menos disfrutar de una fiesta juntas.

Mi disfraz para este día fue ir de gato, y lo que hice simplemente fue ir toda vestida de negro y ponerme unas orejas que había comprado en una de las tiendas en las que venden todo tipo de cosas para Halloween.

De hecho, creo que es importante hacer un pequeño inciso aquí para contaros en qué consisten estas tiendas y qué tal están. Un par de semanas antes de la fiesta de Halloween, hay tiendas que se transforman y lo único que venden son disfraces y accesorios.

Había una que estaba súper bien y que fue donde compramos la mayoría de cosas, y era simplemente una carpa en medio de un parking del famoso centro comercial de San Diego, en la que habían puesto en el interior todo tipo de disfraces. Además de tener muchísima variedad, esta tienda era la más barata.

Es cierto que luego había también las típicas tiendas de disfraces normales pero en ellas no encontrabas ni un solo disfraz por menos de veinticinco dólares, y mi plan no era gastarme mucho dinero en un disfraz que iba a usar un solo día…

Treinta y uno de octubre

Pues bien por fin llegamos al día en el que propiamente se celebra Halloween y este día decidimos ir a una “frat party”, es decir, una fiesta organizada por una fraternidad de San Diego State University.

Mis amigas y yo teníamos muchas ganas de probar cómo eran, ya que hacen fiestas durante todo el semestre. Lo malo es que siempre son exclusivas y sólo pueden ir aquellos que forman parte de una fraternidad o si específicamente te han invitado con una entrada. Sin embargo, en Halloween estas fiestas estaban abiertas a todo el mundo y era la oportunidad perfecta para ver cómo eran. Así que aprovechamos este día para vivir la experiencia.

Este día cada uno nos disfrazamos de una cosa diferente, y a mi ya se me habían acabado las ideas así que lo único que hice fue vestirme completamente de negro y hacerme un maquillaje guay. Me hice el disfraz con mi amiga Amélie y al final, en mi opinión, no nos quedó muy mal.

Os dejo por aquí una foto para que lo veáis:

Además, este día salimos de fiesta un grupo bastante grande de mi residencia y antes de salir nos hicimos algunas fotos. Os voy a dejar por aquí mi favorita y así podéis ver también de qué iba disfrazado cada uno...

Este día lo pasamos bastante bien, lo único malo fue que cómo podéis ver en la foto, fuimos un grupo de chicos y chicas y en estas "frat parties" únicamente dejaban pasar a las chicas, así que los chicos se tuvieron que ir y buscarse la vida. Nosotras, aunque estuvo un poco mal de nuestra parte, decidimos quedarnos un rato en la fiesta porque queríamos ver cómo era.

La verdad es que estuvo guay pero era simplemente una fiesta en una casa. La música estaba a tope, había muchísima decoración y un patio gigante con más música. Pasamos un buen rato pero cuando llevábamos solamente unos cuarenta minutos allí, encendieron las luces y nos dijeron que la fiesta se había acabado. Por tanto, este día llegamos a casa bastante pronto y si os soy sincera incluso lo agradecí, ya que después de toda la semana también necesitaba descansar un poco.

Os voy a dejar por aquí una de las fotos que hice esa noche con dos de mis mejores amigas aquí en San Diego, que son con las que más salgo mucho de fiesta y siempre lo pasamos súper bien.

Pues bien, dicho esto creo que no hay mucho más que contar sobre Halloween. Con este post quería simplemente transmitiros la idea de que aquí viven Halloween a lo loco y si os soy sincera, yo fui bastante moderada... Había gente que salía literalmente todos los días de esta semana, y sinceramente yo no sé como lo aguantaban…

En mi opinión estuvo muy guay vivir esta experiencia aquí en Estados Unidos y espero que a vosotros os haya gustado leerla y vivirla conmigo de alguna forma. Así que dicho esto me despido y… ¡nos leemos en el próximo post!

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