BLVD 63 Apartments. Parte 2: cómo es el apartamento

¡Hola a todos otra vez y bienvenidos a este nuevo post! Hoy os voy a hablar de los apartamentos en la residencia universitaria BLVD 63 y concretamente del mío ya que es del que tengo más información. 

Para empezar, tal y como os conté en el post anterior, puedes compartir un piso de cuatro o de seis personas, y yo vivo en uno de de seis. En concreto, mi apartamento es del tipo VDUB (si no sabéis lo que es os invito a leer este post en el que os explico todos los tipos de aprtamentos mucho mejor y en mayor profundidad: https://erasmusu.com/es/erasmus-san-diego/blog-erasmus/blvd-63-apartments-parte-1-692672).

En primer lugar, nada más entrar te encuentras con las zonas comunes que son un pequeño salón y la cocina con la típica mesa estadounidense para comer. Por un lado, en el saloncito hay unos sofás y una televisión, y por otro la cocina tiene todo tipo de electrodomésticos incluyendo una nevera bastante grande con congelador incluido, lavaplatos, microhondas... No sé si habréis leído mis posts sobre mi Erasmus en Niza, pero comparando las facilidades que tengo en esta residencia con las que me daba la del año pasado no hay ni punto de comparación. 

Por aquí os voy a dejar un par de fotos de mi apartamento en concreto. He de decir que son de la primera semana y no teníamos mucho puesto a parte de la tabla de surf de mi compañero.  Sin  embargo, a decir verdad ya han pasado casi tres meses y en cuanto a decoración sigue más o menos igual. Bueno no, ahora tenemos unas calabazas que recogimos por Halloween, pero a parte de eso no hemos mejorado mucho. Sobre este tema de decoración os hablaré a continuación en el post así que de momento os dejo que observéis las fotos tranquilamente: 

En cuanto a las habitaciones, la mía es una doble y comparto con una chica francesa que conocí por Facebook. Ya os lo adelanté pero la habitación es enorme y aunque sea compartida, no es para nada molesto ni se hace incómodo, al menos para mí. Cada persona tiene espacio suficiente y muebles propios incluyendo obviamente la cama, una mesa de estudio y una mesilla de noche, un gran armario y unos muebles de cajones y finalmente, si tienes suerte, una silla. Esto último lo digo porque sé de primera mano que hay gente que llegó a su habitación y se encontró con que no tenía silla para poder estudiar en su propio cuarto. Esto es una muy mala noticia, y por eso os doy un truquito para remediarlo y evitar tener que ir a IKEA para comprarte una silla.

Normalmente, al principio del semestre tienen un montón de sillas acumuladas en una sala que las han quitado de las habitaciones por tener "algún desperfecto", pero sinceramente, hay sillas que están perfectas. ¡Mi propia silla estaba peor que algunas de las de esa sala! Por eso os recomiendo que si os encontráis en esta situación, vayáis ahí y os hagáis con una.

Finalmente, en cada habitación hay un baño. También tiene sus dos partes bien diferenciadas excepto el váter y la ducha, que eso sí que hay compartirlo en las habitaciones que son dobles (obviamente si tienes la individual no compartes nada y tienes tu propio servicio). Os dejo por aquí una foto de mi baño:

En la foto no se ven los lavabos, pero hay dos bastante grandes así que cada persona de la habitación usa el suyo propio y así no se genera ningún tipo de problema. 

La verdad que todo está genial. Es muy espacioso y de verdad que a pesar de ser un piso para seis personas cada uno tiene su propio espacio. Además, es muy difícil coincidir siempre los seis para cocinar o para ver la tele, así que yo no he experimentado ningún tipo de problema a parte de los pequeños roces de la convivencia sobre quien se ha dejado el plato sobre la mesa o quien se ha olvidado de guardar el vaso en el armario. Lo que digo, pequeñas cosas que también pasarían en un piso de dos personas, así que todo correcto en cuanto a esto.

Sin embargo, el piso deja bastante que desear en aspectos como menaje o decoración, ya que a pesar de estar bastante bien equipado en cuanto a muebles, no tiene ningún tipo de utensilio para cocinar y ni siquiera un mísero cuadro que de algo de color al salón. A continuación os cuento todo lo que he podido respecto a esto. 

En primer lugar, todo el menaje te lo tienes que comprar tú junto con tus compañeros de piso. Platos, tenedores, cuchillos... y no sólo para la cocina; también sábanas, almohadas y cojines, entre otras cosas, para la habitación y cortina de baño o alfombrilla para el servicio. No viene con nada de eso. Lo bueno de mi piso es que uno de los chicos vivía aquí el año pasado entonces tuve la suerte de que no tuve que comprar nada de la vajilla ya que teníamos la del año pasado. Sin embargo, sí que recuerdo haber comprado un tostador ya que yo no soy persona si no desayuno mis tostadas con aceite, y obviamente me tuve que comprar todo lo necesario para mi habitación porque como comprenderéis no me traje mi almohada desde España. Sin embargo, creo que haré un post específicamente sobre las cosas que tuve que hacer nada más llegar a San Diego y una de ellas fue ir al IKEA, así que ya os contaré más detalles sobre esto en un futuro cercano. 

En segundo lugar, respecto a la decoración no hay nada. Literalmente nada. N A D A. En este sentido los apartamentos en los que vive gente americana se diferencian mucho de aquellos en los que vamos a vivir internacionales únicamente durante un cuatrimestre o si tenemos suerte, como es mi caso, un año. Los primeros tienen cuadros, plantas... decoración que se han traído de sus casas ya que hay algunos que viven a una hora escasa y se pueden traer sus propias cosas con un coche. Los segundos no tienen nada.

Para que os hagáis una idea, en el mío hemos dejado los globos que utilizamos para celebrar el cumpleaños de mi compañera de piso, ya que le dan un poco de color al salón. En cuanto a la decoración de mi habitación, al principio no tenía muchas cosas porque no quería gastarme mucho dinero en decoración que al final del año no me iba a poder llevar a Madrid. Por eso, tal y como podéis ver en la foto que os dejo a continuación, la decoración de mi cuarto se basa en fotos.

La historia de todas estas fotos os la voy a contar ya que os prometo que merece la pena saberla. Para los que no me conozcáis, yo soy una chica a la que le encanta ir de compras y siempre que tengo un ratito me escapo a las tiendas aunque sea para mirar. Pues bien, estaba un día con mis compañeras de piso dando una vuelta por Pacific Beach y nos metimos a la tienda Brandy y Melville. 

Mientras esperaba a que una de mis amigas se decidiese a comprar o no una sudadera preciosa que había encontrado (y que por cierto, al final se compró porque de verdad que era maravillosa), yo estaba en la caja viendo los típicos artículos pequeños que tienen para que piques y te lleves alguno, tipo pines, pendientes, fundas de teléfono… Y de pronto, me encontré con unas fotos muy monas que anunciaban prendas de ropa de la tienda. Estuve mirándolas un buen rato hasta que una dependienta vino y me dijo: “son gratis y puedes llevarte las que quieras”. Así que inmediatamente pensé que eran una muy buena opción para decorar mi básica pared que daba pena. Ni corta ni perezosa me cogí dos paquetes de distintas fotos y nada más llegar a casa las pegué emocionadísima y de resultado quedó la foto que os he enseñado más arriba.

Después de esta historia que espero que al menos os haya hecho algo de gracia… ¡Me despido hasta el próximo post!

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