Samarcanda, Uzbekistán

Samarcanda es una región ubicada en Uzbekistán, un país del centro de Asia conocido por la hospitalidad de su gente, su arquitectura histórica y su comida exquisita. Siempre había querido visitar la ciudad histórica de Samarcanda, porque alberga algunas de las mayores estructuras arquitectónicas del mundo y está llena de historia. Por eso, me puse muy contenta cuando nos invitaron a mi marido y a mí a una boda en esta maravillosa ciudad.

¿Cómo viajar desde Taskent (capital de Uzbekistán) hasta Samarcanda?

Hay diferentes formas de viajar a Samarcanda. Se puede viajar en avión y es un trayecto corto de 40 minutos. El precio ronda entre 12-15 dólares para los locales y el doble para los extranjeros. También hay un tren de alta velocidad llamado Afrosiyob, que comunica las dos ciudades diariamente. Sin embargo, he de decir que los billetes de tren son un pocos más caros comparados con los de avión. Otra opción es ir en taxi o en bus, que puede que sea la opción más barata comparada con las mencionadas anteriormente. Suele costar unos 6 dólares y se tarda entre 3 horas y media y 4 horas en llegar a Samarcanda desde Taskent. Los billetes de avión se pueden comprar en la oficina de Uzbekistan Airways, mientras que los de tren solo se pueden comprar en la estación de tren. La tarifa del bus y del taxi se suele pagar directamente al conductor. Excepto por el bus y el taxi, los asientos de avión y de tren se tienen que reservar con antelación. Sí, los billetes pueden agotarse rápidamente, especialmente durante la temporada alta.

Alojamiento en Samarcanda:

Samarcanda es un lugar muy turístico, por lo que hay muchos hoteles y "Bed and Breakfasts" repartidos por toda la ciudad histórica. Los B&B suelen ser bastante artísticos y están decorados a la manera tradicional. Sin embargo, durante nuestra estancia, hicimos la reserva de la habitación en el Hotel Asia Samarkand. Disfrutamos mucho de nuestra estancia, ya que el hotel nos proporcionó acceso gratis al wifi, aire acondicionado y una piscina exterior muy bonita. Teníamos incluido gratis un estupendo desayuno en un abundante bufé que contaba con todo tipo de frutas, frutos secos, cereales, gachas y bebidas tanto frías como calientes. Los empleados también fueron muy hospitalarios y amables.

Como muchos otros hoteles en Uzbekistán, el Hotel Asia tiene dos precios visiblemente diferentes para uzbekos y para extranjeros. Los locales pagan entre 10-15 dólares, mientras que los extranjeros pagan el doble o el triple de esta cantidad. Opino que vale la pena pagar ese precio por el alojamiento y el servicio recibido en el Hotel Asia Samarkand. Las habitaciones y los baños están decentes. Hace bastante tiempo que no renuevan el mobiliario, pero está limpio y en buen estado.

Habiendo dicho todo esto, la razón principal por la que la novia y el novio nos recomendaron este hotel fue por su ubicación. Está cerca de muchas atracciones turísticas importantes, incluyendo la plaza Registán. Cosa que nos facilitó la vida, porque podíamos ir andando a todos estos puntos de interés.

Lugares que ver y visitar en Samarcanda:

1. Plaza Registán: esta plaza es, sin duda, mi sitio favorito de esta preciosa ciudad. Si alguna vez ves fotos de Samarcanda, te garantizo que verás estas tres increíbles madrasas.

Creo que estas preciosas construcciones representan el arte islámico y su arquitectura. Cuando te encuentras en medio de la plaza, no puedes evitar alucinar ante su imponente presencia. Hay tanta historia y belleza en estas maravillosas construcciones.

A la izquierda, se encuentra el edificio más antiguo del complejo de Registán llamado Ulugh Beg Madrasa. Este monumento fue nombrado en honor al famoso dirigente Timurid, Mirzo Ulugh Beg, quien también fue un respetado astrónomo y matemático. El Ulugh Beg Madrasa es una visita imprescindible, ya que alberga un museo donde puedes ver todos los descubrimientos de Ulugh Beg. También hay un pequeño patio donde se encuentran disponibles a la venta diferentes tipos de cerámica y demás artefactos.

En el centro de la plaza Registán está el Madrasa Tilya Kori, cuyo nombre significa "tapizado en oro". Al parecer, tardaron catorce años en construirlo y fue el último monumento construido del complejo de Registán. Me quedé maravillada con su belleza interior, debido a los techos y paredes embellecidos en oro. Sin duda, valió la pena ir a verlo.

A la derecha, verás el Madrasa Sherdor. Encontré bastante peculiar el exterior de este monumento, ya que tiene dibujados dos tigres encima de la entrada. En medio de los dos tigres, se encuentra la imagen de un rostro, que le da un toque completamente extraño. Las paredes de la fachada se encuentran recubiertas con fragmentos del Corán, cosa que me pareció fascinante.

2. Shah-i-Zinda: siento que repito esto todo el rato, pero en serio, esta impresionante necrópolis es uno de mis lugares favoritos de Uzbekistán. Es un sitio que tiene que visitar no solo cuando vienes a Samarcanda, sino a Uzbekistán. Es un lugar con mucha historia que data desde hace casi 800 años. Os advierto que hay un largo tramo de escaleras que tendréis que subir para poder explorar esta famosa atracción turística. Me habían dicho que el número de escalones variaba dependiendo de si subes o bajas. Mi marido decidió comprobarlo y resultó ser verdad, le salieron dos cifras diferentes.

Al entrar en este maravilloso lugar sagrado, me quedé sin palabras. Me quedaba fascinada a medida que íbamos cruzando uno tras otro los imponentes monumentos azules. Es, sin duda alguna, un paraíso para los amantes de la fotografía. No se pueden tomar más que fotos espectaculares de esos mosaicos azules junto a las puertas de madera hechas a mano. Tened en cuenta que es un lugar de interés no solo para los turistas, ¡sino también para la gente de aquí! Se cree que un pariente cercano del profeta islámico Mahoma (la paz sea con él) está enterrado en el cementerio de Shah-i-Zinda y por eso, hay muchos uzbekos que van de peregrinaje a este lugar sagrado.

3. Mezquita Bibi- Khanum: es uno de los sitios más importantes que ver en Samarcanda. esta mezquita fue dedicada a la preciosa mujer de Amir Temur, uno de los reyes más grandes que tuvo la dinastía Timurid. Parece como si gran parte de los edificios hayan sido destruidos por causas naturales, pero lo que sigue en pie es impresionante y digno de ver. Se encuentra a diez minutos andando de Shah-i-Zinda.

4. Mausoleo Gur-e Amir: quedé cautivada por la importancia histórica de este mausoleo en particular porque alberga la tumba del gran rey uzbeko Amir Temur. Tamerlán tomó un papel crucial en la historia de la población uzbeka. El Gur-e Amir fue construido en el siglo IVX y al parecer, fue precedente de muchos otros monumentos destacados como el Taj Mahal de la India. Aunque ha sido renovado y reconstruido a lo largo de los años, me sentí muy afortunada de poder presenciar semejante pieza arquitectónica tan asombrosa.

5. Mauselo de Iman Al Bukhari: este monumento conmemorativo está dedicado al teólogo islámico y coleccionista de hadices (dichos islámicos), Iman Al Bukhari. Está un poco alejado del centro de Samarcanda, por lo que tuvimos que coger un taxi para ir hasta allí. La tarifa fue de 10 000 soms uzbekos, lo que equivaldría a 1, 50 dólares americanos. Este lugar suele estar abarrotado de gente rindiendo sus respetos en tal sitio sagrado.

Experiencias que tienes que vivir en Samarcanda:

Samarcanda está llena de recuerdos y experiencias maravillosas. Una de las cosas que tienes que hacer antes de irte de Samarcanda es grabar tu nombre en árabe por un profesional del arte de la caligrafía. Como puedes ver en la foto de abajo, mi marido y yo grabamos nuestros nombres en un trozo de piel de cabra. Hemos colocado este souvenir en la repisa de la chimenea, y actualmente, representa un precioso recuerdo de lo bien que lo pasamos en Samarcanda.

El plato principal de Uzbekistán es el delicioso Plov (pilaf). Mi marido insistió en que probáramos la versión de Samarcanda de este plato, ya que le habían dicho que el sabor y la textura eran diferentes del de Taskent. No recuerdo el nombre exacto el restaurante en el que cenamos, pero os aseguro que hay muchos puestos parecidos por toda Samarcanda. Todos ellos sirven este famoso plato al mediodía (normalmente sobre las 2:00 p. m. ya se ha terminado). Posiblemente os estéis preguntando qué es lo que diferencia a estos dos platos. Y es, principalmente, la textura del arroz. En Samarcanda les gusta el arroz semicrudo, cosa que me pareció extraña, ya que yo lo prefiero bien hecho. Así que he de decir que, tristemente, no me gustó la versión pilaf de Samarcanda, aunque mi marido sí que lo devoró. Para gustos, los colores, ¿no?

Si estás en Samarcanda, también tienes que probar un vaso de zumo de albaricoque puro. Si decides visitarla durante los meses más calurosos, tomar esta exquisita bebida será inevitable. Suelen venderla en las zonas con sombra de los madrasas. Las vendedoras suelen ser mujeres cubiertas por una larga gasa, que llevan para protegerse del calor. Sé que me estoy desviando del tema, pero me gustaría compartir algo de información importante acerca de las mujeres de Uzbekistán. Como en muchos otros países del este de Asia, se dice que las mujeres uzbekas de piel clara son más agraciadas y atractivas. En algunas zonas y círculos, tener la piel clara todavía es símbolo de riqueza y nobleza, mientras que la piel más oscura representa a los aldeanos y a aquellos que trabajan en el campo. Sin embargo, esto no se aplica en todos los sitios de Uzbekistán, especialmente en la capital, ya que estar bronceado y tener color se está convirtiendo en algo culturalmente aceptable, e incluso guay.

Cosas varias:

Vestimenta: la mayoría de las atracciones turísticas de Samarcanda son lugares sagrados, y por lo tanto, se ha de tener un respeto y vestir de forma modesta. No hay ninguna regla escrita sobre las normas de vestimenta en esta ciudad histórica, pero uno tiene que entender que cuanto está visitando estos lugares sagrados y religiosos, se ha de respetar tanto al lugar como a la gente que lo visita.

Seguridad: puedo dar fe sobre la seguridad de la ciudad, ya que no hemos tenido ningún problema al respecto. En Samarcanda los carteristas no son un problema, así que no hay que estar constantemente vigilando. Durante los tres años que he estado viviendo en Uzbekistán, nunca he oído nada acerca de las medidas de seguridad que se tengan que tomar en esta antigua ciudad.

En resumen, Samarcanda ha sido uno de mis viajes favoritos. Mi marido y yo tenemos un recuerdo muy bonito de él. Hemos aprendido mucho sobre la historia de la ciudad y del país. No teníamos ni idea de que esta antigua ciudad había sido casa de muchas de las figuras históricas más importantes del islam, y también de la historia mundial. Siempre vamos a llevar en el corazón todos los preciosos recuerdos y momentos vividos: felicidad.

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