Viaje Edessa-Vergina-Monte Olimpo y III

Para terminar con el viaje voy a contar cosas sobre el monte Olimpo.

Es la montaña más alta de Grecia y la segunda más alta de la cordillera de los Balcanes. Sus picos más altos son el Mitikas y el Eskolo. Por ello en la antigua Grecia se creía que era el hogar de los dioses, que recibían el nombre de dioses olímpicos. El más importante de todos era Zeus, se creía que él había contruido allí mansiones de cristal. A parte de este había otros dioses, obviamente, pero cuantos eran no se conoce con precisión, un ejemplo de estos dioses es el Concilio de los Dioses compuesto por: Zeus(es el dios de dioses, también es dios del cielo y el trueno), Hera(diosa de las mujeres y el matrimonio), Ares(dios de la guerra), Hefesto(dios del fuego y la forja), Artemis(diosa de la caza, los animales salvajes y la virginidad), Apolo(dios del sol), Atenea(es la diosa de la sabiduría), Hérmes(es dios de muchas cosas pero se le conoce como por ser mensajero de los dioses), Afrodita(diosa del amor y la belleza entre otros), Deméter(diosa de la agricultura), Hestia(diosa del fuego del hogar) y Poseidon(dios del mar). Os hablaría mucho más de este tema porque me encanta pero si no te gusta se puede hacer pesado.

La montaña en sí tiene varios refugios en los que se puede dormir gratis si quieres subirla. Si os apetece ir os recomiendo que lo hagáis a partir de mayo que ya abren los refugios, la semana pasada estaba solo abierto el de Stavros que es el que más abajo está. Si vais por estas fechas no podréis subir casi nada, nada más pasar este refugio la carretera esta cortada por la nieve y es bastante complicado caminar si no vas bien preparado y aunque lo vayas ahí que tener mucho cuidado, cuando nosotros estábamos allí estaban buscando a un escalador que llevaba desde la noche anterior perdido. Al empezar a subir hay un puesto de información donde te piden el nombre y la matricula del coche, me imagino que si no ven pasar el coche en algunos días de camino al pueblo empezaran a buscarte.

Estuvimos andando un rato por la nieve y cuando nos cansamos nos sentamos en unas rocas a comer pipas, porque nosotros somos así. Después de este descanso, con unas vistas increíbles por cierto, bajamos otra vez hacia el coche y decidimos comer en una mesita que habíamos visto a un lado de la carretera mientras subíamos. Nos tiramos allí como una hora comiendo hasta que oímos un ruido en uno de los arbustos que estaban detrás, nos dio mal rollo y bajaron a mirar, por lo visto había huellas de animal, Paco cree que podría ser un zorro pero no estábamos seguros. Un rato más tarde emprendimos el camino de regreso ya para Tesalónica.