Rumania: La Belleza Oculta (Parte 4)
El cuato y ultimo dia fue, sin duda, el mejor que tuve en Rumania, y es que solo 24 horas paso todo lo que tenia que pasar, y mas. Sin duda fue un dia para recordar.
Todo comenzo pronto, sobre las 7 de la mañana la luz entraba por todas y cada una de las ventanas de la furgoneta. Si bien habiamos dormido tan solo algo mas de cuatro horas, siendo muy generosos, ya que fue imposible dormirse al llegar, entre el frio y las risas provocadas por la cantidad ingente de cervezas que nos habiamos metido en el cuerpo (y es que al cambio monetario el euro sale tan fuerte que los precios estan practicamente por los suelos). Al rato, cuando todavia no estabamos todos despiertos, se escucho un grito dentro de la furgoneta: "tios, tios, que hay un policia hablando por telefono, y no para de mirar la furgoneta. ¡Vamonos ya!". Eso hizo que todos nos acabasemos de despertar. Acto seguido, los ocho miramos por las ventanas y, en efecto, alli estaba el policia mirando nuestra furgoneta desde una pequeña distancia y llamando por telefono mientras gesticulaba. Obviamente, arrancamos la furgineta, espramos un par de minutos a que se descongelase la luna y salimos antes de que se presentase alli nadie mas. Con las mano temblando del frio que hacia busque como pude nuestro siguiente destino, me costo pero al final pude. n¡Emprendiamos es camino de vuelta a casa, pero antes pasariamos por Sibiu.
La carretera que unia Brasov y Sibiu era otra cosa, y es que la mayoria del trayecto era una especie de autovia en la que se podia circular a 130km/h. Via libre y camino comodo. Todos cayeron rendidos apenas cinco minutos despues de comenzar en viaje, en pie solo el conductor y yo. El principio, gracias a la carretera fue facil, pero segun iban aumentando los kilometros encima, el sueño se iba a apoderando de nosotros. No recuerdo las veces en las que me tuve que echar agua encima (la cual estaba casi congelada), porque sino me quedaba dormido y solo estaria despierto el conductor.
Varias personas nos habian dicho que Sibiu era una de las ciudades mas bonitas de Rumania, y por eso decidimos pasar por ahi. Sinceramente, y despues de haber visto unas cuantas ciudades de Rumania, me parece que no es para tanto. Es bonita, si, pero es muy parecida a las ciudades que estamos acostumbrados a ver, Sibiu podria ser facilmente una ciudad francesa o alemana, no sigue con el toque de las demas ciudades rumanas. He de decir que no es fea, eso tiene que quedar claro, pero no es como las demas ciudades rumanas que visitamos. De todo el viaje me quedo, sin ningun tipo de dudas, con Sighisoara. Esa ciudad, como explique en el post anterior, me parece una perla escondida en Rumania. Una ciudad que, en España por lo menos, nadie conoce, ni por el nombre ni por historia, y personalmente opino que es una gran pena. Tambien he de decir que hasta que no empezamos nuestro viaje por tierras rumanas yo tampoco sabia de su existencia.
Retomando el viaje, nos plantamos en Sibiu cerca de las 11 del mediodia. El casco antiguo de Sibiu es bonito, nada expecial, pero bonito. Si eres un apasionado de las fotos, como uno de los que hacia el viaje con nosotros, seguramente disfrutes mas de esta ciudad. A nosotros nos parecio que para estar un poco estaba bien, pero no tiene un atractivo expecial, como he dicho antes. Por lo que, antes de que nos caducase el ticket del aparcamiento, y una gran anecdota que junta un cajero y uno de nosotros que tuvo que intentar sacar dinero mas de cinco veces porque no sabia la cantidad de la que disponia, pusimos rumbo a Cluj-Napoca, la ciudad es la que nos hospedabamos
Casi se me olvida mencionar una de las cosas mas interesantes (a nuestro parecer) de Sibiu. Las casas tienen una especie de ventanas que dan la sensacion de que los tejados tienen ojos y te estan mirando o ponen caras. Dicho esto, queda claro lo que nos parecio la ciudad para fijarnos en este tipo de cosas.
Cuando ya ibamos rumbo Cluj-Napoca, pensando en la fiesta de la noche, si nuestro cuerpo era capaz de soportar lo que faltaba de viaje y podiamos dormir un poco antes, claro esta, uno de los compañeros sugirio que visitasemos Turda. Turda es un pueblo que esta a algo menos de 30 minutos de Cluj-Napoca, por lo que podria decirse que esta al lado. Resulta que este pueblo tiene unas minas de sal que son muy famosas (y como a continuación contare, con muuuuucha razon).
Las carreteras rumanas y sus usuarios dan para escribir una trilogia. Te puedes encontrar las cosas mas extrañas que te puedes imaginar. ¿No te lo crees?. Piensa en lo mas raro que se te ocurra. ¿Ya?. ¿Seguro?. Pues haya voy, ya he avisado. Al salir de Sibiu, entre pueblo y pueblo, nos encotramos a una señora, con un carro dos o tres veces mas grande que ella, empujandolo casi por el medio de la carretera, carretera de doble sentido y dos carriles, uno para cada uno, pese a los pitos de todos, a ella le daba igual, casi causa dos accidentes para cuando se dio cuenta de lo mala idea que era andar por ahi y se pego mas al arcen. Pero eso no es todo, varios kilometros despues, un carro tirado por un caballo y anciano subido en un tractor parecian que estaban disputando lo que era la carrera mas lenta y rara de la historia. Divertido desde fuera, y al principio tambien, pero muy desesperante cuandopasan los minutos y sigues detras de ellos. Otra cosa muy graciosa de las carreteras rumanas son las curvas en herradura, que parece que tienen predileccion por ellas, incluso llegando a entrelazar tres y cuatro de ellas. Siente como en cualquier momento encontrases a Alberto Contador y Alejandro Valverde disputandose la subida para ver quien consigue ganar el maillot de lunares. Pero, sin duda, lo mas extraño que vi en la carretera (si, mas que lo ya contado) fue al señor que intento apartarse y casi causa tres accidentes en menos de un minuto. Te pongo en situacion: carretera de dos carriles por sentido, la ambulancia con las sirenas intentando pasar y el carril de al lado del coche libre. Pues el hombre, en vez de seguir por su carril y dejar pasar a la ambulancia decide echarse al arcen de manera y brusca y frenando casi de golpe (primer casi accidente). No contento con eso, intenta entrar al instante a la carretera de nuevo, obligando a un coche a dar un volantazo metiendose en el carril de al lado, que por suerte estaba libre (segundo casi accidente). Visto eso, el señor decide pararse en seco, provocando que el otro que iba detras suyo diese un volantazo y acabase en la tierra que habia en el arcen, menos mal que era amplio y no paso nada. Bueno, tambien hubo varios intentos de entrar a la carreta por vias secundarias escondidas de varios coches, otra cosa que hay que tener en cuenta si alquilas un coche en Rumania. Bonito pero peligroso.
Finalmente, llegamos a Turda. Los carteles nos indicaron facilmente donde estaba la mina de sal. Por fuera parecia cierto centro que podemos encontrar en Valencia, pero en estos momentos no recuerdo su nombre. Si algun dia vas, que te recomiendo que lo hagas, lo sabras. La entrada no salio con descuento por se estudiantes (puedes presentar cualquier tarjeta universitaria, da igual, desde el Carnet de Estudiante Internacional, el carnet de tu propia universida, en mi caso el del UPV/EHU, hasta cualquier tarjeta de alguna asociacion universitaria) en nuestro caso nosotros presentamos la tarjeta de la ESN (es una organizacion de estudiantes erasmus internacional) ya que era la que teniamos todos y no queriamos tener ningun tipo de problema por si acaso nos decian algo por ser diferentes.
Al entrar, nos quedamos sorprendidos, y por supuesto nos perdimos. Y es que aunque aparecen los carteles con el nombre de las galerias, la primera es todo el pasillo, y nosotros nos tiramos un buen rato buscandola. Pasado el primer momento ese, disfrutamos de todas las galerias como niños pequeños. Desde unas con su belleza hasta otras que repetian, nada mas y nada menos, que 25 veces todo lo que decias, el eco ahi era increible. La vigilancia nula de la zona, hace que puedas meterte por todos los sitios, se pueda o no se pueda, y corretear y escalar como si fueses un niño pequeño. Pero, sin ningun tipo de duda, lo mejor fue el final, y es que, al bajar por unas escaleras por las que no se podia bajar, nos encontramos de frente con lo mas bonito de toda la mina... ¡Hay un pequeño parque de atracciones dentro! Si, como te digo, increible pero cierto. Hay un campo de baloncesto y otro de futbol, seis mesas de tenis de mesa, cinco mesas de billar, dos pistas de bolos, un escenario y asientos para que presencie el espectaculo alrededor de sesenta personas y... ¡HASTA UN LAGO PARA PASEAR CON BARCAS!. Si, un lago dentro de la mina. El tesoro que tenia la mina dentro fue increible. Obviamente, no era gratis nada de eso, habia que pagarlo aparte, realmente merece la pena, ¿y es que cuantas veces vas a poder remar en un lago dentro de una mina?
Salimos completamente anonadados, y es que fue increible todo, justo cuando cerraban. Pusimos rumbo a Cluj-Napoca, ahora si. Estabamos cansados pero contentos, el viaje habia merecido la pena. Llegamos en un rato a Cluj-Napoca, entorno a media hora de viaje. Al llegar, unas amigas de uno de los que viajaban nos dijeron que habia fiesta en un bar del centro, y sin duda decidimos que nosotros teniamos que ir, era l ultimo dia y teniamos que acabar a lo grande. Finalmente, tan solo salimos cuatro de los ocho que eramos, se nos rajo la mitad del grupo, pero daba igual, queriamos salir si o si.
Llamamos al taxi y a los dos minutos estaba en la puerta, cogimos todas las cervezas que nos quedaban, que no eran pocas, y pusimos rumbo al centro. El taxista, Gabi, fue increible, y es que resulta que trabajo en España durante dos años y sabia un poco de español. Nos recomendo que no fuesemos a ese bar, pero aun asi no le hicimos caso y fuimos. Fuera, estaba completamente vacio. Dentro, tambien. Por lo tras haber habado con los camareros, y distraer al que llevaba la cuenta del baño, vaciamos y nos fuimos. Fuera nos esperaba Gabi, como si de un angel de la guarda tratase. Nos falto tiempo para saltar dentro del taxi, mientras el reia y nos repetia que si ya nos habiamos cansado. Le dijimos que, por favor, nos llevase a otro sitio, que esta vez nos fiabamos de el. Y nos sorprendio. Nos llevo a NOA, una discoteca como en la que nunca habia estado en mi vida. La entrada y los precios eran muy similares a los españoles, pero el ambiente dentro era increible. Por poner un ejemplo, parecia que todo el mundo iba vestido como si fuese nochevieja, y es que las chicas iban con trajes y los chicos con camisa y zapatos. La discoteca, y no solo la discoteca, nos enamoro en cuanto la vimos desde fuera. Acabamos las cervezas que nos quedaban y entramos. Jaggeboom arriba, jaggerboom abajo se nos paso la noche, y cuando nos dimos cuenta era la hora de cerrar. Llamamos a un taxi y volvimos a casa, se acababa una noche increible. De camino la ultima aventura, y es que acabamos negociando con el taxista el precio y un poco mas y nos sale gratis.
Al dia siguiente la resaca era de campeonato, pero habia merecido la pena. Se acabo uno de los mejores viajes, descubriendo sitios increibles y personas todavia mejores, y es que la idea que tenemos en España de Rumania y sus personas esta completamente equivocada. Doy gracias de haber podido hacer ese viaje. Dejamos la furgoneta en el aeropuerto, y nos subimos al avion.
¡Adios Rumania, hasta la proxima, porque tengo muy seguro que voy a volver mas veces!
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