Paseo a Cesenatico en bicicleta (Parte I)
¡Hola a todos! espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien, el día de hoy decidí salir con una de mis amigas de mi universidad a bicicletear desde Rímini hasta una ciudad llamada Cesenatico.
El inicio del recorrido
Cesenatico es un lugar que se encuentra a aproximadamente unos 20 km de distancia desde Rímini y aunque era un tramo largo sé que valia la pena, como preambulo les quiero mostrar está imagen de uno de los recorridos por donde pasé para que también se den cuenta de la belleza de este lugar.
Inicialmente les tengo que confesar que no había visto bien por internet la distancia desde Rímini hasta Cesenatico, ya que por un momento yo pensé que no era más de 10 kilómetros pero luego un día antes de salir (quiero decir ayer) cuando estuve mirando por google maps me dí cuenta que la distancia desde Rímini hasta Cesenatico era de aproximadamente unos 20 kilómetros de distancia.
Esto quiere decir que era el doble de lo que esperaba pero como ya eran las dos de la mañana, era como se pueden dar cuenta, un poquito tarde como para avisarle a mi amiga para poder informarle la distancia correcta.
Punto de encuentro
De todas maneras habíamos quedado hoy martes en encontrarnos a las 8:30 hrs en la piazza Ferrari para poder ir juntos hacia nuestra aventura en bicicleta y vaya que fue una aventura porque nos paso de todo.
Por otro lado y haciendo como una especie de parentesis, quiero hacer bastante hincapie que las cosas gratis de la vida son las mejores que uno puede tener y que las que uno debe de aprovechar para poder ser feliz, justamente en esto es lo que he estado pensando estos días, por ejemplo si tienes manos, pies y puedes caminar, entonces usa todos tus beneficios y explotalos al máximo.
Ya en un post anterior me di, como una catarsis para contarles todas las experiencias gratuitas que he podido tener sin gastar nada, y llevando en mi mente y en mi corazón un monton de experiencias que me han marcado, además que en estos viajes como que uno poco a poco va conociendo a las personas con los que comparte este itinerario, pero sobre todo, aprende también a conocerse así mísmo.
¡listo para salir!
Para salir me puse un short ligero, mi ropa de baño, un biviri blanco y un gorro con mis lentes de sol, en mi mochila carge conmigo un poco de uva, panes, miel de abejas y unso biscochuelos, además de una botella de agua, una toalla y una crema de sol, y por supuesto ahora que estamos en verano, tenía que de todas maneras traer conmigo mi cámara de fotos para poder tomar muchas recuerdos de este maravilloso día.
Vista del Rio Marecchia desde una parte del puente, este fue parte de nuestro principio de viaje en bicicleta.
Por otro lado, les cuento que hace mucho tiempo que no hacía tramos largos de bicicleta una de mis ultimas salidas fue en abril cuando me dio la locura de irme una tarde desde Rímini hasta San Marino, aquella vez terminé casí muerto pero con muchas imagenes en mi corazón y en mi mente, esta vez tenía que ser así y por que no quizas hasta mucho mejor.
Vamos
En el caso de mi amiga de mi universidad, era la primera vez que iba a ser un camino tan largo en bicicleta, así que por ello estuvimos haciendo muchas paradas no solo por ello, sino también para disfrutar de cada uno de los lugares que ibamos viendo en el camino y que nos encanto a ambos.
Como les estaba contando habíamos quedado a las 08:30 hrs en la piazza Ferrari, mi alarma me despertó y en menos de cinco minutos ya estaba listo para empezar mi recorrido, llegué a la piazza Ferrari en un dos por tres ya que yo vivo a un paso de dicha piazza en Rímini, sin embargo, les cuento que mi amiga no llegaba por lo que me imagine que quizas estaba todavía durmiendo, esto no fue un problema para mí ya que aproveché este momento para poder responder a una de mis mejores amigas unos mensajes de voz, mientras esparaba que me llamará mi compañera de bicicleta
Punto de encuentro de Rímini
Aproximadamente las 09:05 hrs de la mañana, mi amiga me llamó por teléfono para avisarme que efectivamente no se había despertado con la alarma, por lo que yo le dije que no tuviera ningún inconveniente y que se venga con calma ya que yo estaba respondiendo los mensajes de voz por whatsapp de mi otra amiga de Perú que también vive en el extranjero.
Algo que me pude dar cuenta en la Piazza Ferrari era que la mayoría de personas que empezaban a caminar por esta horario de la mañana eran personas ancianas que por momentos se paraban unos instantes para poder ver las noticias del periodico del día, por otro lado no solamente ello, sino que al hacer un día sol intenso era un poco contradictorío ya que la piazza Ferrari estaba aún con sombra y se sentía un friisito perfecto para mí, ese frio que por momentos te despierta cuando estas todavía con un poco de sueño.
Lejos ¿vamos?
Mientras estaba en una de las bancas de la piazza Ferrarí, llego mi amiga y luego de saludarnos y de reírnos un poco, le conté la verdadera distancia a Cesenatico, en todo casi nos dijimos que iríamos hasta donde nuestras piernas nos lo permítan y así fue.
Empezamos entonces nuestro recorrido en bicicleta por la calle Gambalunga en el centro de Rímini, para luego de ello cruzar uno de los puentes y llegar a lo que se conoce como el barrio de San Giuliano, lugar que hace poco también empecé a conocer cada día más ya que hace unos días estuve por el muelle de Darsena que me encantó un montón por la vista en el atardecer y es sin lugar a dudas un punto que les recomiendo para poder hacer algún aperitivo italiano, el costó de este sitio es de seis euros (el de un spritz por ejemplo)
Con mi amiga habíamos decidido tomarnos fotos en cada uno de los letreros de las comunas que teníamos que pasar para poder llegar a Cesenatico, uno de los primeros puntos que pudímos encontrar fue el de Rivabella, aquí en la anterior foto pueden ver el camino que tuvímos que recorrer, como pueden darse cuenta era un día maravilloso de sol, justo después de pasar por esa zona, empezó un camino que nos llevaba a un puente en bajada para poder llegar a la zona del lungomare, recíen había pasado unos 30 minutos en bicicleta y ya se nos venía la primera experiencia del día:)
Mientras estabamos cruzando el puente, mi amiga se dio cuenta que una de sus llantas estaban casi descinfrada por lo que no podíamos continuar pedaleando nuestro recorrido, afortunadamente en ese momento paso justamente por nuestro lado uno de los señores con su bicicleta y le preguntamos donde quedaba algún lugar donde pudieran inflar las llantas o un centro de reparación de bicicletas.
Arreglemos la bicicleta
El señor nos dijo que en vez de avanzar lo que teníamos que hacer era retroceder por el puente en bajada que apenas habiamos cruzado y que luego teníamos que ir a la derecha a unos 100 metros para poder así recibir asistencia de un mecanico o experto en bicicleta, fue así que no nos quedó más que retroceder y empezar nuestro retroceso.
Mientras caminabamos encontramos a una estación de mecanica pero unos metros más aya encontramos un pequeño puesto donde decía "riparazione di bici" fue allí donde mi amigo y yo, fuímos a inflar la bicicleta y luego de que el señor le inflará las dos llantas de la bicicleta le dijo a mi amiga que no se preocupará y que no tenía que pagar nada ¡fue entonces gratis! lo que sí le mencionó era que si en caso estuviera rota, tenía que esperar un rato más para ver si se descinflara la llanta.
Vista de una de las playas que encontramos rumbo a Cesenatico desde Rímini Centro.
En ese momento le agradecímos por el gesto que tuvo con mi amiga y volvímos a pasar por el mismo puente en bajada, en ese momento mi amiga ya sentía el cambio de manejar con una bicicleta que tuviera sus dos llantas bien infladas así que por un momento pensamos que ya todo estaba solucionado pero...no fue así, tiempo después nos daríamos con una ingrata sorpresa con una de las llantas.
En fín, empezamos a bicicletar por esta zona y en verdad la parte de aquí que era nueva para ambos era muy similar a la zona que se encontraba en el sentido opuesto por donde se encuentra la ruleta de la playa y toda una sección de hoteles, muchos pero muchos turistas dando sus caminatas y preparandose para ingresar a las diferentes playas que se encontraban a lo largo de toda esta costa adriatica.
Hay algo que sí era diferente y que quizas se deba a la última noche que sucedió en Rímini y es que recuerdo que estaba tranquilamente en mi mesa, viendo algunos videos en mi computadora cuando derepente empezó a sonar un sonido extraño en la ventana que se encontraba abierta, era la primera vez en mi vida que sentía un verdadero torrencial de viento como si Rímini estuviera sumergida entre un tornado o remolino, no me quedo más que cerrar mi ventana e irme a dormir después.
Aventura
Les cuento esto porque debido a ello es que quizas la marea del mar empezó a aumentar y a verse un poco más fuerte que en otras oportunidades, además de que las olas que usualmente son tranquilas empezaban a verse más altas y trayendo con sí mucha arena, pues así se encontraba la mayor parte del mar que estabamos recorriendo en esta oportunidad.
Hay muchas que también me empezaban a llamar la atención y era que por ejemplo vimos como una especie de riachuelo llegaba hasta el mar, yo me imagino que este tipo de riachuelos llegaban desde las montañas y en verdad me llamó mucho la atención por lo que se los estoy mostrando en la anterior imagen para que lo puedan ver, justo cuando estaba tomando dicha foto se me acerco un señor y me dijo algo en italiano que en verdad les voy a tener que ser sincero que ¡no entendi! y le volví a preguntar qué cosa me había dicho y fue en ese momento que pude darme cuenta que lo que me estaba diciendo era el nombre de este riachuelo pero les voy a tener que pedir disculpas ya que en verdad ya no me acuerdo del nombre :S
Seguíamos pasando por muchas playas, y claro esta una costa en verano sin hoteles no puede poder concentrar a toda esta cantidad de turistas que llegan a diario a veranear en Rímini, fue por eso que empecé de alguna manera a recordar a mi ex trabajo en Riccione y no solo por ello sino también por una señora que luego conocímos y que nos ayudó con la bicicleta, recuerdan que les había comentado que lo de inflar la llanta era solo el principio de un pequeño problema, pues bien, así fue, ya habíamos recorrdo casí unos sietes kilómetros en bicicleta cuando nos dimos cuenta que una de las llantas, la que se encontraba en la parte posterior se había vuelto a descinfrar.
Tortuga
En ese momento que nos quedaba como opción, estabamos rodeado de una calle recta llena de hoteles, restaurantes y acceso a la playa, donde ibamos a poder encontrar un lugar para poder reparar la bendita bicicleta, estuvimos casí como unos 15 minutos buscando un lugar, hasta que por fin pudímos encontrar uno que se encontraba al costado de un banco que se llama Unicredit y como mayor referencia frente a un bar llamado "Tortuga".
Seguíamos nuestro recorrido, y en ese local encontramos a una señora de casí unos sesenta años que nos dijo que sí queriamos que nos repare la bicicleta se lo teníamos que dejar y regresar después de las dos de la tarde para poder recogerlo, en ese momento como que mi amiga y yo nos vimos a la cara para que la señora se apiade de alguna manera de nosotros.
La señora dijo que tenía que salir pero que de alguna manera entonces iba a ser una excepción con nosotros, por lo que tomo sus tuercas, su cámara de llanta y empezó a ayudarnos, la señora era robusta era ya una nonna pero tenía una vitalidad que yo ya quisiera tener, además que luego se solto más y nos dimos cuenta que tenía mucho sentido del humor.
Estuvimos en su negocio casí unos quince minutos y lo que finalmente nos cobró para reparar la bicicleta fue 7 euros, no sin antes habernos dando un descuento y recordado que para llegar a Cesenatico nos falta aún unos 15 kilómetros más, por un momento pensamos que ya habíamos pasado bastante nuestro itinerario pero no era así, nuestra aventura recién comenzaba.
Esta es solo la primera parte de todo lo que nos tocó vivir en este recorrido lleno de pistas, muelles, puertos, montañas a lo lejos, aventuras, pasto y un montón de cosas más.
¡Muchas gracias por haberse tomado el tiempo de leer este testimonial! y espero verlos en la siguiente parte de lo que me sucedió.
Ya lo saben no lo duden más y viajen, vivan cada una de las cosas que este mundo tiene para cada uno de nosotros. sigan disfrutando del verano queridos amigos, y nos vemos en la siguiente parte ¡alli los veo! :)
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