Museo de los botones (Santarcangelo)

¡Hola a todos! Espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien, pues bien hoy quiero compartirles un poco de una de mis visitas a uno de los museos más sencillos e interesantes que he podido conocer en Italia.

Ingreso del Museo de los botones en Santarcangelo 

Este museo se llama el Museo de los botones,  cuando escuché hablar de este museo me pareció algo tan raro que en verdad me llamó mucho la atención y fue justo en mi primera visita a Santarcangello que pude conocerlo.

El Museo es un lugar gratuito y para venir aquí no debes de gastar ningún euro en su entrada, el ambiente no es grande pero cuenta con tanta información que te va a dejar bastante satisfecho.

Tantas cosas gratuitas 

Para poder llegar al Museo de los botones vas a tener que caminar un poco desde el mismo centro de Santarcangello que en verdad no es mucho en menos de unos quince minutos ya está en esa calle donde no solo encontrarás el museo de los botones sino también muchas otras cosas más como por el ejemplo el Museo de Tonino Guerra el cual también es gratuito además de MUSA que es como una especie de Museo de historia de la ciudad de Santarcangello, a este último hasta el momento no he tenido oportunidad de poder visitar pero estoy seguro que cuando tenga un tiempito me daré la oportunidad de poder conocerlo.

Amo Santarcangelo:

He tenido de ir a Santarcangelo hasta en tres oportunidades, y fue exactamente en mi primera oportunidad de viaje a este pequeño pueblo que me enamoré de él ya que pude encontrar tantos puntos interesantes como lo fue el museo de los botones hecho por un amante de los botones y quién es un coleccionista de ello este se señor se llama  Giorgio Gallavotti.

Cantidad y calidad juntas aquí:

Este Museo tiene aproximadamente unos 8000 botones en su potestad y verlos es hacer un viaje a la aventura de la historia de Italia del mundo, no me imaginé que los botones pudieran tener tanta pero tanta información valiosa como lo que encontré en este Museo que estoy seguro que los dejará tan bien servidos como me dejo a mí.

Pensar en la diversidad de los botones:

Cuando ingresé al museo fue en un día en el cual había decidido “dejarme llevar por el viento” sin mapa en mano lo único que había hecho previamente era leer un poco de Santarcangelo antes de salir con mi bicicleta desde Rimini, el lugar como ya les he contado me dejo sin palabras y la vista que se tiene desde aquí es para quitarse el sombrero.

Piccola ciudad:

Una de las cosas que me encantan de estos lugares que son poco conocidos por los turistas es que tienen ese silencio y esa tranquilidad que busca todo buen viajero, eso es lo que ofrece Santarcangelo y estoy seguro que ustedes van a experimentar lo mismo que yo cuando se den una vuelta por este museo de los botones.

Sencillo 

Cuando llegué al Museo entré la verdad con un poco de vergüenza ya que en aquellos tiempos, mi italiano no era tan bueno y pensé que quizás me iban a tirar arroz como decimos en Perú pero nada de eso paso, fui recibido cálidamente por una señora que trabaja allí de manera voluntaria ayudando así a la difusión de este museo.

Me preguntó de donde era ya que por claras razones por como luce mi rostro de forastero ¡de italiano no tengo nada! Así que le dije que de Perú y la señora se asombró mucho de que llegará de tan lejos y me preguntó como así supe del museo, le dije que había leído un poco en la página de internet sobre Santarcangelo y que al saber que este museo era gratuito era algo que tenía que recorrer sí o sí.

Por otro lado, les cuento que como ya algunos saben, yo también trabajé como guía de turismo en mi ciudad y es por ello que todo lo relacionado con la historia me apasiona y es algo que disfruto mucho cada vez que escuchó, leo y me nutro de las historias que un museo puede ofrecer.

Sin embargo, no era solamente el sentimiento de querer conocer más sobre este museo lo que me unía a él, sino también por un tema netamente personal, pues les comento que en mi casa vivía una tía que era costurera y se llamaba Genoveva, ella tenía una máquina de costura con la que trabajaba de manera independiente en el segundo piso de mi casa, ver los botones en Santarcangelo sin lugar a dudas me hizo recordar mucho a mi tía, a mi familia y a parte de mi niñez sin querer queriendo.

Nada es estatico, todo cambia:

En ese momento recuerdo que mi motivación de querer regresar a Perú era tan fuerte, no había día en que no dejará de pensar en mi país , en mi familia, en mis amigos, en mi cultura, sin embargo venir aquí a este pequeño lugar me dio que alguna manera la paz que necesitaba, esa tranquilidad que hace bien a cualquier persona que está lejos de su tierra y de su gente, si hay algo que les puedo decir por si alguna vez les sucede lo mismo es que vean las cosas como transitorias y como etapas, todo pasa , todo cambia, el presente de hoy ya no será el mismo y así sucesivamente.

Tantas cosas que ver y escuchar:

En fin, como ya se están dando cuenta, este museo me provocó tantos sentimientos encontrados, me sentía como si fuera un vaso semivacío que le estaban llenando con agua y me daban tanta información que disfrutaba al máximo cada sorbo que podía recibir de la voz tan cálida y amigable de la señora que en sus ojos se le vía esa dulzura que tienen las personas cuando hacen las cosas sin esperar nada a cambio, le brillaban los ojos de alegría de mostrar la colección que había aquí, ella y yo estábamos en nuestra gloria como diríamos en Perú, era un lugar que definitivamente estaba escrito en las líneas de mi vida que tenía que conocer de todas maneras estando aquí en Italia.

La señora tenía en su mano una pequeña linternita con lo que me empezaba a guiar por cada uno de los puntos que íbamos viendo, básicamente el museo de dividía en tres etapas y algo que recuerdo era que esto no era solo para distraerse, este museo tenía tanta información que en verdad uno salía maravillado con todas las cosas que uno podía encontrar, era como si de alguna manera hubiera retrocedido en el tiempo y me estuviera encontrando nuevamente en el colegio, era como si la señora fuera mi maestra y yo un niño que tomaba apuntes con todo lo que me decía y por supuesto también era uno que con cámara fotográfica en mano iba capturando cada cuadro que ella me mostraba con tanta paciencia, en ese momento no había nadie más en el museo, era como si tuviera un recorrido privado solo para mí.

También quiero aprovechar en mostrarles la fachada de este museo, como pueden darse cuenta tiene una fachada de color amarillo además de una bandera de Italia y otra de la Unión Europea.

Cuando le comenté a la señora que iba a hacer un blog sobre el museo, ella me dijo muy emocionada que podía tomar todas las fotos que quisiera con su linterna pequeña en mano me empezaba a instruir sobre cada botón, sobre cada colección que de alguna manera eran únicas en el mundo y que sin lugar a dudas son verdaderas reliquias para cualquier amante del arte y para las personas que tenemos ese alma viajera de querer descubrir cada rinconcito de esta tierra.

Botones como simbolo de poder:

Una de las cosas que pude descubrir de la mano de la señora era saber ¿Cuál era la finalidad de los botones dentro de la historia? Qué valor tenía el botón dentro de la historia de la humanidad, quizás pensarás como yo al inicio que era solo con un fin decorativo, sin embargo ¡estaba equivocado! No era para nada sí, los botones tenían un fin que iban mucho más allá que eso, los botones eran de alguna manera un símbolo de poder, un símbolo que mostrada el estrato social al cual pertenecía cada persona, y algo que me sorprendió mucho era que los botones eran usados no por las mujeres, sino más bien por los varones, con ello se podía saber a qué rango de la sociedad pertenecía y que rol cumplía dentro de la sociedad.

El botón de Sudamérica:

Cuando uno miraba cada uno de los botones era como si estuvieras viendo cuadros en miniatura, y no crean que solo van a encontrar cosas hechas en Italia sino también de Europa y de todos los rincones del mundo, no pueden imaginarse la cantidad de botones que van a poder encontrar aquí, cuando yo llegué y la señora supo que era de Perú no estaba muy segura si había algún botón traído de mi querido país sin embargo ella con mucho gusto me enseñó un botón hecho con tela traído de Argentina, entonces me di cuenta que de alguna manera la señora quería que me sintiera como en casa, si bien el botón no era de Perú al menos era de Sudamérica, y aquí se los comparto los colores son blanco, rosado y morado, y aquí entre nosotros, les cuento que el morado es el color favorito de mi maravillosa madre:

Botones hechos de plata:

Mientras seguíamos viendo más de la historia de los botones en este museo a puertas abiertas, la señora iba mostrándome con su linterna cada una de sus piezas para darme cuenta del valor que estos tenían allí por ejemplo podía darme cuenta que habían botones con una finura increíble que parecían brillar como si fuera la plata, algo que recuerdo que le pregunté a la señora que me estaba guiando era saber cuánto tiempo se demoraban las personas en fabricar un solo botón, ¿ustedes que creen? Pues les confieso que ella no me supo responder pero eso no quiso decir que ella no me quería responder sino que los botones como ya se están dando cuenta es todo un mundo y por ende cada botón encerraba la historia no solo de quién lo portaba sino también de quien lo fabricaba:

Los botones se enseñaban a hacer a través de los maestros especializados en este arte, estos eran hombres que iban adquiriendo de generación en generación la enseñanza de cómo realizar cada pequeña pieza de arte para la gente de poder que venía a ellos a pedir una confección especial para sus trajes.

Botones con detalles de casas:

Hoy los voy a llenar con muchas imágenes de las fotografías que pude tener en mi visita a este museo para que ustedes también conozcan un poco más y como dicen una imagen vale más que mil palabras, van a poder maravillarse tanto como yo de ver estas pequeñas pero grandes obras de arte, como por ejemplo estos botones que parecen sacados de un cuento de esos que te dejan pensando, parece como si el tiempo se hubiera quedado estático dentro de él, esas casitas características de esta zona además que les confieso que hasta que confundí en que fueran más bien aretes para las chicas, pero ¡no! Eran sencillamente mágicos, eran cosas que te transportaban a esa realidad, como ya se pueden estar imaginando este museo es un libro, inclusive les puedo ir adelantando que dentro del museo también pueden encontrar algunos recuerdos que pueden adquirir para poder ayudar al mantenimiento del museo, eso sí, no crean que se deben de sentir obligados a comprar alguno de ellos, en mi caso me hubiera encantado comprarme un libro y poder tenerlo para llevarlo a Perú, pero como en aquel momento no tenía ni un solo euro, o mejor dicho me había propuesto no gastar ningún solo euro ya que quería que este viaje o salida sea así, con esto les quiero decir que no se necesita muchas veces de monedas para poder recorrer los lugares que el mundo tiene para nosotros, a veces es solo necesario tener las ganas para poder recorrer sus secretos y dejarnos llevar por ese espíritu viajero que cada uno de nosotros debe de tener.

Botones con sabor a Guerra:

Les estaba ya comentando que los botones engloban momentos buenos y también momentos tristes de la historia de la humanidad, allí por ejemplo tenemos los botones hechos de la segunda guerra mundial que lamentablemente cobró la vida de tantas personas, pues bien aquí en el museo van a poder encontrar también una amplia muestra de los diferentes hechos que sucedieron en aquellos tiempos, uno de ellos es con la representación de los anclas que mostraban los combates que tuvieron entre los ejércitos de Inglaterra con los Alemanes.

Olor a muerte:

Y hablar de la segunda guerra mundial también nos lleva pensar sobre lugares que hasta hoy en día son motivos para que se generen tantos largometrajes en el séptimo arte, las películas basadas en estos sucesos también son de alguna manera lo que nos invita a reflexionar sobre la vida y sobre la existencia del hombre en esta tierra, uno de los botones que pude tomar una fotografía y que recuerdo mucho es uno que representa a un campo de concentración, uno de ellos es el  de Auschwitz que se encuentra en la hoy Polonia, yo la verdad no conozco aún esa zona de Europa, bueno mejor dicho aún ni siquiera he salido de los límites de Italia pero estoy seguro que este lugar va a ser sin lugar a dudas uno de los lugares a los que tengo que de todas maneras visitar y recorrer, al menos mientras tanto lo pude conocer en miniatura en este botón, aquí se los comparto:

Como hemos podido ir viendo, queridos amigas y amigos, los botones están presentes en diferentes etapas de la historia y no solo de momentos felices sino también de esos que nos quitan la alegría como lo son las guerras que se llevan la vida de personas inocentes sin motivo alguno, es por ello que también les quiero compartir un botón que hace mención a la participación de Estados Unidos dentro de la segunda guerra mundial, los botones han sido testigos mudos de hechos tan escalofriantes de la historia del mundo y créanme aún falta mucho más por recorrer de las cosas que se pueden encontrar en este museo de colección de Santarcangelo:

FIAT = Libertad de la mujer en los 50

Mientras seguíamos pasando cada uno de las muestras que este museo tenía para mí, la señora me mostró de manera casi placentera que no solo podía encontrar las cosas malas sino también las cosas buenas de este mundo, uno de ellos era por ejemplo la participación que tenía la mujer en la sociedad para poder reclamar sus derechos a través de la marca Fiat, los botones también estuvieron presentes aquí y bastaba solo con ver la siguiente imagen que les voy a mostrar para que vean a la mujer en su manera más independiente.

En la década de los 50 nace fuera de la bicicleta otro medio de transporte individual que apoyo a la independencia de las mujeres italianas en la búsqueda de su libertad para poder trasladarse de un punto a otro sin depender de otros, es así que surge la famosa vespa italiana para mujeres y hombres, es precisamente bajo estas circunstancias que las mujeres empezaron a usar unas chaquetas que llevaban las chaquetas con el logo de FIAT, mostrando así su independencia frente al hombre.

¿Muro de Berlin?

También les quiero compartir que en el museo van a encontrarse con unos fragmentos que son nada más y nada menos parte de lo que fue el muro de Berlín, aquel que separo a Alemania hasta inicios de la década 90, no recuerdo  mucho el cómo lo consiguió el señor dueño del museo de los botones pero si no me equivoco, el viajo hasta Alemania y tuvo que pagar una buena cantidad para quedarse con este resto de lo que fue el muro de Berlín para su colección, y hoy lo puedes ver de manera gratuita en este museo ¡Qué esperas!

Un nuevo siglo:

Quizás muchos de los que están leyendo estas líneas deben de ser personas que deben de haber nacido antes del 2000 o sino también pueden ser conocidos como los milenias, pues bien, en el museo también pueden encontrar una muestra de lo que fue para la humanidad el cambio de siglo con unos botones que están con la forma del número “2000”, yo recuerdo que en mi casa lo celebramos a lo grande pues era un niño en aquel entonces, inclusive también recuerdo que se hablaba en que el año 2000 era el fin del mundo y como en aquellos tiempos era un “chibolo” que se creía todo, les voy a tener que confesar que me moría de miedo, pero felizmente el mundo aún existe jejeje el año 2000 fue sin lugar a dudas un año importante para la historia de la humanidad y este suceso importante obviamente también tenía que ser manifestado en los botones de aquellos tiempos.

El mundo perfecto, el equilibrio perfecto

La cultura china también se encuentra presente en este museo de colección de botones ya que van a poder encontrarse con la simbología del Tao, el cual representa el modo perpetuo del universo. Ese equilibrio que todos buscamos y que queremos para nuestras vidas.

Atentado de las torres gemelas:

Les dije que este museo retrata tantas cosas que tiene un montón de información gracias a la paciencia y amor de su coleccionista, uno de los hechos que quedo grabado en Estados Unidos fue el atentado a las torres gemelas, los botones también empezaron a fabricarse en aquellos tiempos para mostrar y dejar una huella de que no había que olvidar ese momento doloroso para todas las familias que perdieron a su familiares en aquel fatídico atentado.

Yo recuerdo que estaba llegando a mi casa cuando vi por la ventana de la sala de  mis abuelos en vivo y en directo como iban los kamikazes para cometer su hecho, de hecho que me dejaron sorprendido no podía creer lo que estaba viendo parecía como si fuera una película hoy que han pasado tanto años es inevitable no olvidarse de ese hecho, me imagino como se sentirán las personas que pierden a sus familiares por estos hechos, hechos que no solo suceden aquí sino también en muchas partes del mundo, que será lo que tiene que suceder para que cambie esta situación y nos vemos cuenta que lo más importante es la tolerancia y la vida no tiene precio para sacrificarla o llevarse la de muchas personas inocentes.

Pasajes secretos en el museo:

Mientras seguía recorriendo el museo con la señora, me empezó a explicar que Santarcangelo también estuvo presente en situaciones terribles de guerra durante los tiempos de la segunda guerra mundial se usaron algunos pasajes subterráneos en donde las personas se protegían y me dijo que podíamos entrar al menos un ratito para conocer parte de ese recorrido, ya que por lo que entendí para poder tener un guiado propiamente a estos sitios se tiene que coordinar con la oficina de información turística de Santarcangelo.

Aquí les comparto una de las fotos que pude tomar del lugar para que también lo puedan conocer:

Todo se respira a botones hasta una silla que también se encuentra decorada con detalles de botones que los van a dejar quererse sentar en ella, pero no esta permitido ya que una pita te lo dice ¡pero al menos puedes tomar una foto! También van a encontrar ingresando a la mano izquierda un cuadro hecho íntegramente de botones las cuales forman el rostro de una mujer, la señora que me guio me contó que todos ellos han sido obsequios que ha recibido el señor del museo como una muestra de que él es un amante de todo lo relacionado a los botones.

Adicionalmente, también van a poder encontrar una placa de la comuna de Santarcangelo en honor al señor Giorgio Gallavotti por su pasión por haber podido armar esta interesante colección de botones y de contribuir al desarrollo turístico de la ciudad, y es que justamente han venido otros amantes de coleccionar botones únicamente a Italia para conocer este museo y ver toda la colección.

Encontrando al coleccionista en el museo:

Justo ya en estos últimos momentos de mi ruta tan maravillosa que yo no quería que terminará, llegó el señor Giorgio Gallavotti, la señora que era mi guía me lo presento y le dijo que me había venido en bicicleta desde Rimini y que era Peruano, el señor Gallavotti me dio un brochure del museo en español para que me lo pueda quedar y adicionalmente me mostró una parte donde había un botón traído de Perú, de mi maravilloso país, al parecer, este botón era sencillo hecho con las semillas de un árbol de mi país, adicionalmente en el centro de dicho botón se encontraba grabado la imagen de un animal típico del continente de donde provengo ¿se imaginan a que animal me refiero? Pues bien, me refiero a la vicuña, el animal que tiene su lana para la vestimenta de muchos peruanas y peruanos y que hoy es un producto de exportación de primer nivel, adicionalmente también se le considera como el animal con la que se puede fabricar la lana más fina del mundo, no por algo hoy en día los textiles peruanos están empezando a conquistar el mundo por su amplia calidad y su fino trabajo que se ha ido adquiriendo desde tiempos milenarios.

Luego de ello, de hablar un momento con el señor  y con la guía, era momento de decir no adiós, sino hasta pronto, había tenido una maravillosa experiencia, y no me cansaré de decirlo ¡vengan a conocer este museo! Que es gratuito y con tanta pero tanta información que se la van pasar tan bien como yo.

Ya en ese momento la señora que me guió, me sugirió irme al museo de Tonino Guerra así que no desaproveché la oportunidad, le agradecí infinitamente el que me haya guiado y prometí regresar, definitivamente tengo que regresar aquí ya que este lugar me dejo tan satisfecho, que siempre que estoy en Rimini se los cuento a mis amigos para que también vengan a conocerlo y lo disfruten al máximo.

Queridos amigas y amigos, espero que les haya gustado esta extensa explicación sobre un lugar mágico que está a un paso de Rimini, ya saben pueden venirse en tren, en bicicleta, en autobús o en carro propio, Santarcangelo tiene este museo y van a poder conocer a personas tan cordiales como lo fueron el señor Giorgio y la señora que me guió.

Muchas gracias por leer esta experiencia de viaje, que fue un verdadero viaje a tantas partes del mundo estando en un solo lugar, cuídense mucho y nos vemos en otra oportunidad ¡hasta pronto! 

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