Erasmus en Rávena/Ravenna. Università di Bologna. Facoltà di Beni Culturali
Como el 90% de los Erasmus que acaban en Rávena, mi solicitud original fue la Universidad de Bolonia. Después, ya concedida la beca, descubrí que la sede de la Facultad de Bienes Culturales estaba en el campus de Rávena. Al principio me desilusioné un poco, pero ni por asomo pensé en renunciar. Una fundación asociada con la universidad (Flaminia) me ofreció alojamiento para estudiantes. 250 al mes, contrato por meses (pero legal, es régimen especial para estudiantes), gastos incluidos, habitación doble, pleno centro, pared con pared con una de las 3 sedes de la facultad y a 5 minutos de las otras. Asi que cuando aterricé allí llegué directamente a mi casa, y lo agradecí muchísimo, porque los demás pasaron mal los primeros días llamando a mil anuncios de pisos (muchos ya alquilados, caros, información errónea, contratos demasiado largos, etc).
Llegué, ilusionadísima, pero sin saber bien qué encontraría. Solo iba prevenida de que allí, fiesta, bien poca. Estudio Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid; allí estuve en la Laurea di Beni Culturali. Encontré cosas que me esperaba y otras muchas que no. La universidad...había oído decir que es de las pocas de Italia que funciona bien. Pero sinceramente, oí en su día decir lo mismo de la mía, y me han timado, pues en mi Grado estamos sometidos a un sistema a mi juicio indigno, de nivel escandalosamente bajo, de nula asistencia y preocupación por el estudiante, de escasísima libertad de elección y acción y yo, completamente desmotivada tras haber llegado a la carrera con un 9'4 en en Bachillerato y un 8'7 en la media Bachillerato-PAU (ojo, cuando se contaba sobre 10) me planteé seriamente el abandonar la universidad. El Erasmus me ha salvado la carrera, y veréis que somos muchos en esa situación. A lo que iba, esperaba algo bueno, pero en comparación con mi universidad de origen, me quedé sin palabras. Me atendieron de maravilla. En todo momento. Para todo. No tengo ni una sola queja. Sin problemas con los papeles, sin problemas con los tutores. Las instalaciones, impecables, en palacios restaurados del centro y en constante remodelación. Ofrecieron un curso gratuito de italiano para todos los de intercambio.
El nivel de las clases se notó. Y también el cambio de métodos de evaluación. Yo soy de las que está sufiendo la "evaluación continua" y los trabajitos que te sacas de Wikipedia del llamado "Plan Bolonia" (que es muy gracioso pero allí no saben lo que es, lo llaman "nuovo ordinamento") y cuando llegué, encontré clases magistrales de asistencia voluntaria, libros obligatorios a estudiar para el examen y profesores dispuestos a ayudarte si tenías problemas, pero no tuve ni criterios de evaluación especiales por ser Erasmus, allí no me perdonaron ni una ni media porque vieron que llegaba con un B1 de italiano bastante fluido. Y a los que llegaron sin él, tampoco les perdonaron nada, igual fueron un poco más condescendientes pero no más. En el examen te ayudan si te faltan palabras y tienen en cuenta los nervios y el ser extranjero, pero de estudiarte todo como cualquier otro, de eso no te salvas ni de coña. Como tendría que ser. En Erasmus te vas a otro país a estudiar, por tu cuenta y riesgo, y tienes que saber si estás capacitado para superar una universidad extranjera. No os asustéis, ni yo ni mis compañeros tuvimos problemas en pasar los exámenes, pero estudié más en este año (y aprendí el triple) que en todos los dos anteriores, estuve infinitamente más motivada, contenta y hasta orgullosa de poder estudiar allí. Profesores en gran parte jóvenes, innovativos, muy capaces, muy puestos en la tecnología (ojo, también tuve compañeros con otras asignaturas con profesores malos y que estuvieron mucho más descontentos que yo, esto es universal), que se manejan con bibliografía actual que puedes encontrar y que en un caso hasta me dieron en mano y la universidad con un sistema informático pa quitarse el sombrero y muy actualizado. Moodle es de la edad de piedra comparado con lo que hay ahí.
Dicen también que es así porque Rávena tiene relativamente pocos estudiantes, que Bolonia capital está un poco peor porque está más masificada. Personalmente no lo sé, no lo he comprobado. La sede de Rávena tiene solo 10 años. Además de Beni Culturali está la facultad entera de Scienze Ambientali y hay sedes de Ingeniería, Jurisprudencia, facultades de Bellas Artes, escuelas de Mosaico y de Restauración de mosaico (llegaron Erasmus también a una de éstas) asi que por haber, hay estudiantes. Lo malo es que una parte enorme de ellos viven en las ciudades de alrededor y se van cada fin de semana, desaparecen literalmente ¿Por qué?
Porque no hay fiesta y en cuanto llega el frío, a las 7 ya no hay nadie en la calle ni tiendas abiertas. Es increíble. No hay prácticamente nada. Hay bares contados en los que se puede estar bien: cervecerías como McGowan, Fargo y Bastione, si quieres reggaeton el Vin Vita, un irlandés cerca de la estación (ojo, es una zona un poco rara, la única de Rávena porque es una ciudad tan muerta que nunca pasa nada, ni bueno ni malo. Es muy segura, eso sí, y es un detalle por lo general muy a tener en cuenta si te vas a Italia) y poco más. Con taxi o coches, puedes llegar a la playa (un poco descuidada) y discotecas como Kojak en Marina di Ravenna y las zonas de la costa, a unos 10 km. A lo largo del año hay alguna cosilla, como una feria del chocolate y de vez en cuando movidas así, pero lamentablemente la ciudad está muerta hasta que llega el calor.
Las cosas cierran muy pronto. Mucho cuidado con los horarios de Rávena, son muy particulares. Cuesta adaptarse a ellos. Los precios son altos. Es una ciudad cuca y burguesita, y en ese sentido, es cara, pero en cuanto te aprendes los supermercados baratos (Eurospin, Via de Roma), con un alquiler barato y si te compras una bici al llegar (precio medio de una bici vieja pero no destrozada: 40 euros + las reparaciones que le tengas que hacer) y no pagas más transporte en todo el año, con los 300 que me daban de la Erasmus, me llegaba pa todo el alquiler y aún me sobraban 50 euros que me resolvían las primeras compras de comida del mes. Si eres amante del arte como yo, flipas con los monumentos que hay, es increíble. Patrimonio de la Humanidad con razón.
A los ravennates ni los ves. Los pocos estudiantes de fuera que viven en Rávena suelen recibir a los nuevos con alegría, porque están pocos y hay pocas cosas que hacer, y alguien nuevo siempre trae curiosidades, asi que haced contactos rápido y al inicio, llamadles bastante, así conocéis gente rápido y os dan mucha información práctica. Son muy agradecidos si ven que te esfuerzas en aprender rápido el italiano. Os acostumbraréis más que nada a "fiesta" en plan tranquilo, sobre todo en casas de estudiantes que a veces conocéis y a veces no, pero al final el círculo se cierra muy rápido, parece un pueblo, todos se conocen entre sí. Muchas comidas, cenas internacionales, pero también estarás muy rodeado de italianos, asi que a la lengua le das un empujón super fuerte. Hay poca gente, pero con la que creas buenos lazos y conectas, con ésa, haces cosas interesantes. Y se aprende mucho, muchísimo.
El clima es un poco puñetero. Las temperaturas no son muy exageradas en cuanto a grados, pero hay muchísima humedad y se lleva bastante mal cuando hace frío o calor...se te pega al cuerpo y te sientes calado, es horrendo. Este invierno nos tragamos una nevada bestial, pero no es lo normal. El resto del año se está bien.
Gastronomía (pizzerías como D'Azeglio o La Buca, baratas -pizzas entre 5 y 7 euros-, para llevar y recomendadísimas, super buenas) y aprended a cocinar platos típicos, interculturalidad (para tener tan pocos estudiantes, hay una parte importante de gente de intercambio y de extranjeros), respeto, saber qué se siente cuando eres tú el que viene de otro lado y la impotencia de querer hablar y que te falten, al inicio, más de la mitad de las palabras...y mucho más. Es Erasmus.
Viajad mucho. Yo me quedé con muchas cosas en el tintero por visitar, pero no me sobraba mucha pasta pa ir pendoleando por ahí. Siempre se puede volver. Ha sido el mejor año de mi vida, en todos los sentidos. Bellísimo. Aprender lo que significa verdaderamente vivir otra cultura sin estar constantemente rodeado y cerrado a un grupo de mil españoles, como sucede en las ciudades grandes, aquí al principio estábamos muchos pero luego nos quedamos tres y nos movíamos en un grupo super multicultural con mayoría italiana. Y si alguien dice que los Erasmus sólo se dedican a follar, a emborracharse y a no estudiar, le responderé que no tiene ni idea. Que una parte lo hace, pero que otra gran parte no lo hacemos, y que quien no estudia tiene que devolver la beca. Que la experiencia ha sido un reto en muchos sentidos. Que el mejor país para la fiesta es España, y que si la queremos nos quedamos aquí, que es más grande y más barata ¡no te jode! Yo entre estudiar y entre lo poco que había en Rávena, no recuerdo un año en el que haya salido menos (en plan por la noche y de fiesta) y no solo yo, todos los que vivimos en Rávena podemos dar fe de ello.
Y podemos dar también fe de que aunque nuestras expectativas del Erasmus eran las de un año más movido en cuanto a fiesta y desfase y mucha gente todo lo que dicen (al final siempre nos creemos un poco que todo es jauja, como este nuestro país) y no fue para nada así, que siendo así de tranquilito, ha sido una experiencia irrepetible. Inolvidable. Y en el Erasmus hay momentos duros, hay momentos en los que piensas por qué te fuiste. Pero cuando acaba, te quedas desolado. Vuelves diferente. Te cambia la vida.
No tengáis miedo. Adelante.
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