La República de Chile es un país largo y angosto, localizado al sur del continente americano. Este país se divide en tres zonas, cada una en un continente distinto, es por esta razón que se conoce como un país tricontinental.
Al sur del país, se encuentran un montón de pequeños poblados, los cuales vale la pena visitar, lugares como Puerto Montt, Puerto Octay, Corral, Niebla y otros tantos, pero hay uno en particular que me gustó, y ése es la ciudad y puerto de punta Arenas, caracterizada por su paz, tranquilidad y por ser una de las ciudades más australes de todo el continente americano. Esta ciudad es accesible por carretera, pero viajar desde Santiago de Chile hasta punta Arenas puede ser toda una odisea en ese medio de transporte. Por lo cual no es para nada mala idea tomar un vuelo.
Actualmente existen varias aerolíneas en toda Sudamérica que son de bajo costo, y en Chile no es la excepción. Por aproximadamente unos $1,500.00 MXN (pesos mexicanos) o unos 70.000 pesos chilenos, es posible encontrar un vuelo de ida y vuelta, para viajar durante aproximadamente unas tres horas y media de Santiago de Chile hasta punta Arenas. Ahorrando así un viaje de 35 horas a través de diversas provincias de chile y Argentina, que pasa por Río gallegos y atravesar por ahí la frontera a través de la ruta 255 hacia el puerto de punta Arenas, que si también cuentan con mucho tiempo para su viaje pueden hacer pequeñas paradas por los distintos poblados en el trayecto.
Punta Arenas es una ciudad bastante austral, reconocida por su calidez, clima frío y tranquilidad, pero también como un punto justo en el centro geográfico de Chile, ese lugar donde se encuentra el mismo número de kilómetros hacia el norte, hacia la frontera con Perú y hacia el Polo Sur. Un sitio donde se puede recorrer hacia lugares como Puerto Natales y visitar uno de los parques nacionales más grandes y más importantes de todo el sur de América Latina como es Torres del paine, así como otros lugares turísticos como Ushuaia e iniciar recorridos hacia la tierra del fuego e inclusive hacia la Antártida. El aeropuerto de punta Arenas, Carlos Ibáñez del campo en honor al político y militar chileno presidente de la República en dos ocasiones, es un aeropuerto pequeño comparado con la importancia que tiene en ese país. Llegar al aeropuerto desde la ciudad de Santiago es una experiencia inolvidable, el tiempo de vuelo es un poco largo para ser doméstico (hay que considerar que la longitud de Chile equivale a casi una línea recta entre Helsinki y Madrid pero una anchura casi similar a la de Italia o inclusive menos), pero los paisajes que se pueden observar durante el transcurso de él son muy bellos. En ocasiones llegas a preguntarte si estás sobrevolando sobre chile o sobre Argentina debido a lo angosto que puede llegar a ser este país, y al acercarse a la ciudad se observa todavía alrededor y debajo del avión una gran extensión de agua y conforme el avión va aterrizando y va disminuyendo su altitud uno se puede llegar a preguntar si en verdad va a aterrizar porque parece encontrarse todavía sobre las olas del océano.
El aeropuerto se encuentra Aproximadamente a unos 20 kilómetros de la ciudad de punta Arenas, pero en tiempo de viaje aproximadamente unos 15 ó 20 minutos para llegar al centro. Durante el trayecto se pueden observar algunas casas regadas por aquí y por allá, que van siendo cada vez más pegadas conforme te adentras en el poblado. El camino se puede hacer utilizando un camión que sale cada media hora o en taxi, el cual puede ser individual o colectivo.
Empezar temprano recorriendo el Museo del recuerdo puede ser una magnífica opción para visitar esta pequeña ciudad, conocer un lugar desde lo más profundo y en su esencia requiere de manera obligada reconocer un poco de la historia del sitio. El Museo del recuerdo hace precisamente posible recorrer a través de los años en una ciudad que fue tan tranquila como lo sigue siendo ahora. En él se pueden observar muchos de los aspectos inundaban la vida de un pequeño poblado hace casi más de 100 años, cómo eran las casas habitación con paredes y techos de madera, sus muebles de un estilo muy clásico, los anaqueles donde se guardaban los trastes, aquellos hechos de porcelana, las cacerolas y algunos otros utensilios en madera.
Fuera de las casas se pueden observar algunos carruajes y trineos que utilizaban los lugareños para transportarse a sitios cercanos y otros un poco más alejados, pueden verse también algunas otras casas muy pequeñas y ya muy deterioradas por el tiempo. Incluso en una sala especial tienen todavía el equipo que utilizaba un dentista de la época para cuidar de la salud dental de la población. Es necesario de un buen tiempo y bastante disposición para recorrer el museo que está localizado Sobre la avenida presidente Manuel bulnes en la entrada del instituto de la Patagonia de Chile, mismo lugar donde se puede visitar un vivero, el centro de horticultura y floricultura Lothar Blunck. Sobre la misma Avenida presidente Manuel bulnes se puede visitar el cementerio municipal de la ciudad, también conocido oficialmente como cementerio Sara Braun. La señora Sara Braun hija de inmigrantes alemanes radicados en lo que actualmente sería el territorio de Lituania, fue una gran benefactora para la ciudad, su padre construyó el palacio Eva Braun y ella el pórtico del cementerio que lleva su nombre. El camposanto comprende aproximadamente unas cuatro hectáreas divididas por caminos que recorren a través de las tumbas y mausoleos del lugar. Con un toque un poco francés pueden observarse a lo largo del recorrido algunas construcciones que llegan a ser de gran tamaño y gran lujo, algunas escondidas entre los pinos que a lo largo de los años han ido creciendo y embelleciendo el lugar. También hay lugar para tumbas comunitarias y para nichos donde colocan algunos sarcófagos Y quizá también las cenizas de algunas personas que han sido quemadas. Aunque la ciudad es bastante segura y hay vigilancia, el cementerio no es tan concurrido y el camino de llegada no está demasiado a la vista de todos, entonces puede ser una buena recomendación guardar un poco de precaución y visitarlo acompañado de alguna persona para mayor seguridad.
El Palacio Sara Braun es un edificio que se localiza en el centro de la ciudad, ubicado frente a la plaza Muñoz Gamero, el inmueble que cuenta ya con más de 100 años es reconocido por su diseño francés y por su estilo neoclásico adornado con gran detalle. en ese lugar vivió durante toda su vida la señora Sara Braun, hija del ya mencionado alemán Elías Braun, y su esposa Sofía Hamburger, así es, como hamburguesa. Actualmente en el lugar se encuentra el hotel José Nogueira, la sede del club de la unión y el restaurante la Taberna. Además el edificio es desde 1981 monumento histórico, declarado así por el consejo de monumentos nacionales de Chile. En la fachada principal del edificio se pueden observar algunas columnas que dan lugar a una terraza con balaustres en la planta superior, a un costado del mismo se observa un jardín cubierto por una estructura metálica y por vidrios. En el primer piso se encontraba una sala de baile, el salón dorado y una sala de juegos, mientras que en la parte superior diversos dormitorios y la biblioteca de la casa.
Un lugar imperdible de esta hermosa ciudad es el cerro Santa Cruz desde dónde se pueden observar prácticamente todas las casas del puerto de punta Arenas, yo soy un gran amante a las imágenes panorámicas por lo que este sitio fue de los primeros que consideré al visitar el poblado, el cerro está adornado en ocasiones con la bandera chilena y es un sitio de reunión para los jóvenes y también para los visitantes de este lugar, en este sitio se puede uno sentar por ratos y observar a no tan lejos el mar y los bonitos alrededores y la vida misma de la ciudad. Para un turista puede ser de mucha ayuda para tomar referencia acerca de los puntos qué tiene que visitar y de los lugares donde se ha encontrado ya.
Alrededor del mundo muchos lugares se caracterizan por los platillos que se cocinan, algunos muy exóticos algunos demasiado típicos del lugar y que no puedes encontrar tan fácilmente en otros sitios, uno pensaría que en un lugar tan pequeño y tan austral, donde los grandes paladares parecieran no haber pasado jamás, no se puede encontrar comida tan buena o siquiera algún lugar decente para comer, mucho menos si mientras se va recorriendo las calles se ven pocos negocios comparado con las grandes ciudades y las más concurridas urbes del mundo. En este lugar donde difícilmente se encuentran grandes cadenas de restaurantes, es una sorpresa grande y es también muy grato saber que en ese rincón del planeta existen varios sitios donde se hace arte con la comida, toman en serio y bastante en serio la comida de autor. Entre varios sitios hay un lugar preparan cocina mestiza de autor, un lugar muy pequeño y colorido con una escalera de madera y barandales que se pintan de colores con cada bocado, un lugar de dos pisos donde se pueden probar unos platillos tan diferentes como deliciosos, donde estar arriba parece el cielo. Es sin duda una de las mejores comidas que puedes probar en el mundo entero.
Y qué mejor manera que terminar un día que en el atardecer de la Patagonia chilena, mirando hacia el mar sobre avenida 21 de mayo cerca de alguno de los barcos rompeolas como el County of Peebles, el primer barco de acero con cuatro mástiles, nave de más de 266 pies de largo y 11.8 metros de altura que se encuentra ahora bajo el nombre de Muñoz Gamero en el estrecho de Magallanes en el puerto de punta Arenas, otra de las bellezas de Chile.
