Puno

Ya escribí anteriormente de Cusco, esta hermosa ciudad Inca en Perú, también le dediqué varias publicaciones exclusivamente a Machu Pichu y el recorrido que se tiene que hacer, y ahora toca la ocasión de hablar de mi último destino de Perú y mi cruce por la frontera rumbo a Bolivia.

Otro largo trayecto en camión.

Regresé de mi visita a Machu Pichu nuevamente a la ciudad de Cusco, pero en esta ocasión fue únicamente un trámite, como era de noche me dirigí al mismo hostal en que le que me había hospedado días anteriores y pregunte si tenían una habitación para mi esa noche, por fortuna la tenían, por la mañana siguiente tomé mis cosas, desayuné algo, y me dirigía a la central de autobuses para comprar un boleto de autobús que me llevara a Bolivia o aunque sea a la frontera, algo de lo que me fui percatando a lo largo de mi viaje, es que no hay una forma específica de cruzar una frontera entre países, es decir, en la frontera de Ecuador – Perú, si existía un camión que cruzara ambos países pero en un momento te tenías que bajar del autobús para poder hacer el tramite de migración y posteriormente volverte a subir, en la frontera de Colombia – Ecuador, existía una combi o mini van, que atravesaba la frontera sin preocupación y si no ponías mucha atención podías cruzarla sin realizar el proceso de migración (lo cual a futuro puede traerte varias problemas y dolores de cabeza), en la frontera Perú – Bolivia, tenías que llegar hasta Puno, de ahí tomar otro pequeño transporte que te llevara hasta la frontera, realizar el proceso de migración y de ahí volver a subirte al colectivo para finalmente llegar a Copacabana, en la frontera de Bolivia – Brasil, el proceso era un poco similar, tomas un autobús hasta una ciudad fronteriza, tomas otro transporte hacia la frontera y de ahí, otro autobús que te lleve a  tu destino final, en algunos de los casos todos estos transportes ya están incluidos en el momento de que compras el boleto, en algunos otros, solo los autobuses de mayor trayecto y debes ingeniártelas para llegar a la frontera; se que seguramente debe haber otras alternativas o que quizá yo me haya equivocado eligiendo compañía, pero a todos los Europeos principalmente les aseguro, que no será tan fácil como lo es en su continente.

En la fotografía: Fue la primera vez que observé que literal levantaran a la gente de las sillas para que entre varios encargados se pusieran a limpiar la terminal con agua y jabón.

El trayecto en autobús de Cusco a Puno es de un estimado de siete a nueve horas en autobús, de ahí el recorrido a Copacabana es mucho más rápido (unas dos horas). No recuerdo bien en que punto exactamente conocí a un grupo de tres chilenas que iban a viajar al mismo sitio que yo, nos pusimos a conversar en la estación de autobuses y realizamos un gran recorrido en conjunto.

Tips y consejos en la frontera de Perú y Bolivia.

El siguiente consejo debería de ser tomado como ley universal para cada vez que viajen largos trayectos, siempre asegúrate de tener Dólares o moneda local, y esto viene al tema por que a mi me ocurrió en dos ocasiones, que en las fronteras no suele haber grandes casas de cambio o inclusive puestos realmente establecidos que te aseguren un buen cambio de moneda o que tengan todas las moneas, en la frontera de Colombia y Ecuador, sufrí demasiado porque nadie cambiaba monedas ni billetes mexicanos, no quería quedarme con mucho cambio Colombiano y procure gastármelo casi todo antes de cruzar la frontera, tenía el erróneo pensamiento de que iba poder cambiar mis pesos mexicanos por dólares ecuatorianos y no perder tanto dinero en la transacción que si lo hacia cambiando de pesos mexicanos a pesos colombianos y luego, cambiar esos pesos colombianos por dólares ecuatorianos (lo sé suena un poco confuso pero espero haberme dado a entender). En había solo tres personas que cambiaban dinero y prácticamente solo aceptaban moneda chilena, moneda peruana, dólares y si no mal recuerdo, euros, aseguren de preguntar a todos los diferentes precios y así asegurarse de escoger la opción donde menos salgas perdiendo.

Otro consejo, las fronteras son cansadas, tardadas y en ocasiones con pocas instalaciones, así que puede llegar a tocar esperarte afuera de un edificio bajo el sol, procuren siempre prever estas situaciones, cargar con una gorra, y un buen libro para pasar el tiempo.

En la fotografía: La frontera, no recuerdo si es de Bolivia viendo hacia Perú, o de Perú viendo hacia Bolivia.

En la fotografía: Así te da la bienvenida Bolivia a sus tierras.

Hagan platica con sus “vecinos”, en las fronteras puedes encontrarte con personas que diferentes países que están realizando el mismo viaje y probablemente tengan diferente información que puede ser útil para ti, o pueden conocer a alguien del lugar que te apoye en situación extrema, o pueden compartir gastos para llegar a su siguiente destino.

¿Qué hay para ver en Puno?.

La ciudad de Puno está prácticamente dominada por la presencia del Lago Titicaca, el lago más alto del mundo y que se comparten Bolivia y Perú, otra de las principales características de esta ciudad, es que posee sitios arqueológicos prehispánicos de construcciones circulares llamadas chullpas que se usaban como torres funerarias para los personajes de alto estatus en la cultura Aymara y la cultura Inca, su material principal fue el barro y las piedras y algunas inclusive presentan tallados.

En la fotografía: el centro histórico de la ciudad de Puno. obtenida de (https://www.rutaschile.com/Destino-Detalle.php?D=62).

Otros de los destinos para visitar en Puno están: El complejo arqueológico de Cutimbo, el complejo Arqueológico de Sillustani, la Isla Taquile, el complejo arqueológico de Pukara, las islas Suasi, el archipiélago de Wiñaymarca y el centro histórico de la ciudad; yo no recomendaría más de un día en la ciudad en especial por la cantidad de lugares bonitos por conocer a su alrededor y por tener la posibilidad de ir a alguna de las islas a acampar.

En la fotografía: una de las vistas en el trayecto a la frontera, del lago Titicaca.

En camino a la acampada.

A lo largo de mi viaje, nunca tuve un plan completamente marcado y fue eso mismo lo que me llevó a conocer lugares que no tenía en mente, conocer personas increíbles y a dejarme sorprender por todas las maravillas que envuelven el misticismo de un viaje sin planes, el grupo de chilenas y yo, comenzamos a recorrer todo el trayecto de la frontera hacia Copacabana juntos, ya en Copacabana yo no tenía ni la más remota idea de que era lo que iba a hacer, mi plan original era dirigirme directamente hacia La Paz, donde me esperaba una gran amiga que fue a México a realizar un año de intercambio, las chilenas me platicaron de las islas que se pueden recorrer en el lago Titicaca, y preguntamos por precios y horarios para ir, pensamos que iba a hacer muy fácil el encontrar hospedaje en el lugar, pero nos dimos cuenta que el lugar es tan popular entre el turismo nacional e internacional, que muchos de los lugares estaban llenos, en el barco, además de nosotros cuatro, iba un hombre de nacionalidad francesa o inglesa no lo recuerdo bien, que iba más preparado que nosotros, el si llevaba su casa de campaña lista para los fuertes vientos (la de las chilenas no estaba completa y corría el riesgo de empaparse si una fuerte lluvia nos caía encima, cosa que si pasó), con toda la buena actitud de mochilero me ofreció darme alojo en su casa de campaña al ver los altos precios de las opciones de hospedaje y la poca cantidad de los mismos.

En la siguiente publicación voy a hablar más de la isla que visitamos, la fogatada que tuvimos, y los inconvenientes que tuve que enfrentar…

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