Croacia: playas paradisíacas y acantilados de vértigo

Kamenjak: Parque Natural en Croacia

¡Hola de nuevo! Como os prometí, aquí os traigo una nueva entrada con muchísima información sobre Kamenjak, un Parque Nacional que está en Pula. Se trata de un cabo muy grande, lleno de acantilados, playas y senderos para perderse en todos ellos. Está cerca de Premantura, que es un pequeño pueblo situado justo antes del comienzo del cabo. Tardamos alrededor de 40 minutos en llegar hasta Kamenjak, desde el centro de Pula.

Cómo moverse por Kamenjak

Hay varias formas de recorrer el cabo. Se puede ir a pie, en bicicleta o en coche. Kamenjak es muy grande y nosotras solamente tuvimos un día para visitarlo, así que decidimos hacerlo en coche. Si decides caminar, te llevará mucho más tiempo y la verdad, bajo aquel sol abrasador no nos apetecía, solamente queríamos estar en el agua. Hacerlo en bicicleta o a pie es gratis, pero ir en coche cuesta 80 kunas. Para aparcar, no hay problema. Hay aparcamientos suficientes por todo el Parque: antes de cada playa, en los acantilados, cerca de los bares, etc. Justo al entrar, nos dieron un folleto con información y un mapa donde venían señaladas todas las zonas de aparcamiento permitidas, los senderos para ir caminando, ir en bicicleta, las playas, las granjas, áreas de pesca, los bares de playa, etc. También las zonas de más riesgo, pues hay que tener cuidado en ciertos puntos ya que la corriente es muy fuerte y no se debe nadar a más de 100 metros de la orilla. Y otra cosa importante que debemos saber es que debemos irnos de este parque natural antes de las diez de la noche, pero no os preocupéis, es tiempo suficiente como para disfrutarlo. A continuación os relato la ruta que nosotras hicimos, punto por punto.

Pinizule

Kamenjak es enorme. Hay miles de playas para elegir así que mi recomendación es que escojáis unas cuantas al azar y que paséis un buen rato en cada una de ellas. Nosotras empezamos nuestra ruta yendo hacia Uvala Pinizule. “Uvala” en croata significa “playa”, y fue esa la primera palabra que aprendimos. Llegamos allí a las 9:30 de la mañana así que estaba prácticamente vacía. Es una playa de piedras, como el 90% de las playas de Pula, así que la mejor opción es buscar una piedra grande medianamente plana y tumbarse al sol. Pinizule es una playa pequeña y acogedora aunque a medida que las horas iban avanzando, más personas llegaban. Aun así, el ambiente es muy tranquilo. Cerca de Pinizule había un bar-restaurante donde podías comer diferentes platos o tomar algo. Los platos no eran muy variados, típicos de bar de playa, pero suficiente para matar el gusanillo. Nosotras preferimos llevar tupper y comer en la playa, en un rincón donde había sombra.

Polje

Después de darnos unos cuantos chapuzones y disfrutarlos como si tuviésemos 10 años, fuimos a la segunda playa, que quedaba muy cerca de allí, 10 minutos andando, no hizo falta coger el coche. Esta playa se llama Polje y no es tan salvaje como la anterior. Aquí ya se puede ver en el paisaje rocoso algunas casitas y en el mar había algunas barcas. La anterior era pura naturaleza, no había nada artificial. Ambas me gustaron mucho, pero si tengo que elegir, me quedo con la primera. Nos sentamos en las piedras, que son bastante incómodas para caminar, así que mi consejo es que os compréis unos escarpines, porque las chancletas no son lo suficiente cómodas. De hecho, yo acabé con los pies destrozados, llenos de heridas. Comprad escarpines, aunque vayáis a estar solamente unos días.  En Polje estuvimos nadando un buen rato y finalmente, nos movimos hasta lo que sería la tercera y última playa del día. 

Plovanije

Esta última playa se llama Plovanije y fue la que más me gustó de esas tres. Tuvimos que coger el coche para ir porque quedaba ya en la mitad del cabo, así que no compensaba ir andando con el calor que hacía. Aparcamos cerca de un restaurante muy bonito, decorado con flores y donde había mesas de madera para comer. Desde allí, caminamos hasta Plovanije. Es una playa pequeña, del estilo de la primera, pero el agua era mucho más azul y cristalina. Además, había zonas desde donde podías saltar. El agua era tan clara que cuando buceábamos, era increíble lo nítido que se veía todo el fondo del mar. También se podía ver cómo los peces nadaban cerca de nosotras. Ni se asustaban ni se escapaban, era una gozada verlos tan pegados a mí. La temperatura del agua, por supuesto, buenísima y el color una fantasía. Como era la hora de comer, la playa estaba un poco más abarrotada que las dos anteriores. Tomamos mucho el sol y yo incluso me eché una siesta.

Los acantilados

Después de estar en estas tres playas, fuimos al lugar que más ilusión nos hacía. Son unos acantilados que están en la punta del cabo así que cogimos el coche y aparcamos justo en el final. Sin duda era el sitio donde más gente había, también porque es el mejor. Toda esta zona está llena de acantilados altísimos, desde donde la gente se tira al mar. Yo tengo miedo a las alturas así que no me atreví, ni siquiera la idea pasó por mi cabeza. Hay muchos vídeos en YouTube de recopilación de saltos, por si les queréis echar un vistazo y que se os pongan los pelos de punta. Había varias alturas para tirarse y cada vez que alguien se tiraba desde el punto más alto, todo el mundo aplaudía, sobre todo cuando alguien hacía algún salto mortal. El ambiente era muy guay: personas de todas las edades tirándose al mar constantemente. Las niñas/os más peques eran las que menos se lo pensaban, se tiraban como si de un tobogán se tratase. Todo el mundo estaba con escarpines, menos nosotras, dando el cante. Estuvimos hasta el final de la tarde nadando cerca de los acantilados, incluso fuimos a una cueva impresionante. Era muy profunda y nadamos hasta el final de ella, donde hay una playa llena de pequeñas piedritas. Nos dejamos la GoPro en casa así que no hay fotos, hay que ir allí para vivirlo en primera persona.

Safari Bar

El tiempo era espléndido hasta que de repente se asomaron unas nubes muy negras que amenazaban con tormenta. Decidimos recoger nuestras cosas e irnos a un bar que está muy cerca de allí. Se llama Safari Bar y es probablemente el bar más original donde he estado. No es un bar convencional, porque para empezar todo el bar se encuentra en un recinto abierto. Es enorme y cada parte está rodeada de plantas y árboles que recuerdan mucho a la selva. Por esa razón lleva ese nombre. En el bar puedes comer típica comida croata, hamburguesas, calamares… Nosotras optamos por un plato de aceitunas verdes y negras con taquitos de queso, la clave para la felicidad.

Nos sentamos debajo de un árbol, en una mesa de madera y disfrutamos de las vistas al mar, justo delante de nosotras. La localización no puede ser mejor. Después dimos una vuelta por el bar, ya que tiene varias zonas. Una de ellas con mesa de ping-pong, tobogán y columpios. Son muy originales porque están hechos con materiales “de andar por casa”, es como vivir en la jungla. El suelo está siempre recubierto con paja y siempre te encuentras rodeada de hojas. ¡Incluso puedes tomarte tu café en una cabaña! Aquí os dejo algunas fotos, me encantó, la verdad. Además, como os digo, apenas había gente. Qué suerte tuvimos. En definitiva, es un bar para estar en contacto con la naturaleza y divertirse. Si vais a Kamenjak, tenéis que venir sí o sí. Por cierto, al final la tormenta desapareció y acabó haciendo un día espléndido.

Después de estar en el bar, pusimos rumbo a casa así que cogimos el coche y recorrimos el cabo hasta la salida. Volvimos a Pula, cenamos y nos echamos a dormir como troncos porque estábamos agotados de todo ese día, pero ¿hay mejor sensación que esa?

¡Y hasta aquí el post de hoy! Mi última recomendación para Kamenjak es que le echéis un vistazo al mapa e ideéis vosotras vuestro propio plan. Al final es lo más reconfortante. Hay muchísimas más playas por todo el cabo, cuevas y rincones que seguro merece la pena visitar. Lo mejor de un viaje es hacerlo a tu manera, solo así lo disfrutarás y lo recordarás al máximo. Después de este día mágico en este parque natural, lo único que siento ahora son ganas de volver y de sumergirme en el mar, disfrutar de sus playas, su comida y sus paisajes. Definitivamente mi primera vez en Croacia superó con creces mis expectativas, 100% recomendado. Espero que os hayan gustado las fotos y nos vemos en el siguiente post.

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