Visitando Praga: la ciudad vieja parte II

¡Hola a todos, viajeros! Como os comenté en la post anterior sobre la ciudad vieja de Praga, en esta segunda entrada os voy a seguir hablando de los monumentos que debéis visitar durante vuestro descubrimiento de la parte este de la capital checa. 

Qué (más) ver en Praga

Si habéis leído el post anterior, ya tendréis una idea de cuáles son los monumentos más importantes de este área de la ciudad, pero aún así no podía dejar de lado el resto de puntos turísticos. Aunque puede que no sean tan conocidísimos como el reloj astronómico del ayuntamiento o el Puente de Carlos, su visita no merece menos la pena, así que... ¡apuntároslos también!

• Torre de la Pólvora

La Torre de la Pólvora me recuerda un poco a la de la entrada al puente de Carlos, pero en realidad esta torre marca el inicio de la Ciudad Vieja. Me llamó la atención especialmente por lo oscura que es su piedra. Por dentro tiene una sala con una exposición sobre la historia de la capital checa, y además puedes subir hasta la parte de arriba para disfrutar de las vistas de Praga. Yo no entré a ninguna de las dos cosas, así que no os puedo dar mucho feedback sobre ello. Está abierta hasta las 10 de la noche en verano, y cuesta 65 coronas entrar si eres estudiante. 

Te recomiendo que llegues hasta la torre andando, por eso de poder ir callejeando por la ciudad, pero si quieres ir en tranvía, las líneas 5, 8, 24, 26 y 14 te dejarán cerca de la torre. 

• La biblioteca de Clementinum

La primera vez que supe de la existencia del Clementinum, fue por una foto que vi en Pinterest, y si os digo la verdad pensé que estaba retocada. La foto enseñaba una enorme sala de una biblioteca, toda repleta de libros antiguos, y de diferentes representaciones del globo terráqueo. Cuando volví a Praga por seguda vez, ya había descubierto que la foto que me había guardado pertenecía a un edificio de esta ciudad, así que hice un hueco para ir a visitarla. 

El Clementinum es un enorme edificio que no te pasará desapercibido, porque además lo verás nada más terminar de cruzar el Puente de Carlos (obviamente, empezando desde la zona oeste de la ciudad). Está formado de tres partes, la más bonita de todas, bajo mi punto de vista, la sala de la biblioteca; pero también podrás visitar la Torre Astronómica. La biblioteca, de estilo barroco, es una enorme sala cuyas paredes están llenas de estanterías con libros y, como os he comentado antes, hay pequeñas representaciones a escala de la Tierra, de épocas y estilos diferentes, pero que os prometo son verdaderas obras de arte. Desafortunadamente, no se puede entrar a la sala, sólo asomarte a verla, pero hay un pequeño rellano que entra en la biblioteca y desde el que puedes observarla. Además, si tienes tanta suerte como yo y tu guía es simpático, no le importará que te quedes un buen rato disfrutando de ella (yo estuve un buen cuarto de hora ahí parada...).

Por otro lado, visitar la Torre Astronómica durante la visita también me gustó, pero sinceramente después de haber visto esa maravilla de biblioteca, el resto de cosas que vimos en el Clementinum se le quedaba bastante corto... Aún así, las vistas desde el mirador de la torre fueron espectaculares, y sobre todo me gustó mucho el ir en tour guiado, porque nos explicaron para que servían cada uno de los aparatos y máquinas que había en el observatorio que, obviamente, eran my antiguas y todas rústicas, pero aún así fue muy interesante.

El horario del complejo del Clementinum cambia según la época del año, así que te recomiendo que consultes la página web. Sólo se puede ir en visita guiada, y hay plazas limitadas para cada sesión del tour, así que lo que yo hice fue comprar la entrada personalmente, elegir la hora a la que quería ir (había tours cada 30 minutos), y volver más tarde a la hora que había elegido. La entrada para estudiantes es de 140 coronas, y de verdad os digo que merece muchísimo la pena dedicar vuestro tiempo a esta visita. A mí me fascinó la sala de la biblioteca, y sólo por poder verla ya merece la pena entrar. 

Para llegar puedes ir andando sin ninguna duda, pues está muy céntrica, o coger los tranvías 17 o 18. En metro tendrás que bajarte en la parada de Staromestska.

• El barrio de Josefov

El barrio de Josefov es el barrio judío de Praga, y es una de las visitas más famosas de la ciudad. Desgraciadamente, no voy a poder contaros mucho sobre este barrio porque lo máximo a lo que he llegado ha sido a pasearme por sus calles. Sé que hay seis sinagogas repartidas por la zona, y que todas se pueden visitar, pero lo cierto es que son tirando a caras (cuestan alrededor de 13 euros la entrada), y además cuando hice ademán de visitar dos de ellas, había mucha cola. Aún así, vayas o no a visitar el interior de las sinagogas, te recomiendo que vayas a pasear por el barrio judío, por lo menos para poder verlas por fuera. Está en pleno centro de la ciudad, así que no tienes excusa, y podrás visitar el barrio nada más salir del Clementinum.

Algo que sí podrás visitar de forma totalmente gratuita en el barrio de Josefov es la estatua de bronce dedicada a Franz Kafka, escritor vanguardista del que os hablé hace dos entradas, en la primera sobre Praga. La encontrás justo a la izquierda de la entrada a la Sinagoga Española. 

• Plaza de Wenceslao

Para finalizar esta entrada, y mi experiencia sobre mi viaje a Praga, os voy a hablar de la Plaza de Wenceslao. La única razón por la que la he dejado para la última, es porque está un poco apartada de lo que es el casco urbano de la ciudad (de hecho, no pertenece ya a la Ciudad Vieja como tal, sino a la Ciudad Nueva). Está más o menos a la altura de la famosa casa danzante. Para llegar hasta aquí podrás bajarte en las paradas de metro de Muzeum o Mustek, o coger algún tranvía siempre que sean de las líneas 3, 9, 14 o 24.

La Plaza de Wenceslao es una enorme plaza rodeada de edificios, restaurantes y comercios, en la que llama la atención la estatua de un hombre subido a caballo, el enorme Museo Nacional de la ciudad, y el parterre que adorna con flores el centro de la plaza. Sinceramente, la Plaza de Wenceslao no es nada del otro mundo, y casi seguro que sólo la visitarás para poder decir que has estado, no por mucho más. Puedes cruzártela o pasear por sus tiendas, pero bajo mi punto de vista, no es nada del otro mundo. 

Después de haber estado ya en Praga dos veces, pensé que se me pasarían las ganas de volver una tercera vez, pero lo cierto es que la ciudad tiene tantísimas cosas que ofrecer, y tantos monumentos por ver, que sería difícil aburrirse de ella. Si eres de los que soporta bien el frío, te recomiendo que la visites en la época de Navidad. Praga tiene sin duda un encanto especial en estas fechas, y además habrá mucha menos gente. La plaza central de la Ciudad Vieja se llena de puesos de vino caliente y trdlnik (el típico dulce checo que no puedes dejar de probar, vayas en la época que vayas) y de un ambiente festivo increíble.

Moverte por Praga

Praga es una ciudad relativamente grande, y esto hace que muchos de los monumentos o atracciones turísticas que vayas a visitar durante tu viaje se encuentren un poco esparcidos a lo largo y ancho de la ciudad, en especial porque el río Moldava la divide en dos. Para aprovechar al máximo tu tiempo, seguramente optes por utilizar el transporte público en alguna ocasión. En ese caso, te recomiendo que te muevas en tranvía, porque es bastante eficaz, hay un montonazo de líneas que conectan los diferentes puntos de Praga, y además, como es al aire libre, podrás disfrutar de la capital mientras te desplazas de un sitio a otro. Alternativamente, puedes usar el metro (que tiene tres líneas, A, B y C), pero es probable que de la parada en la que te bajes hasta llegar al sitio donde quieres ir tengas que caminar un poco más que cogiendo el tranvía. 

Ya sabéis que yo siempre soy partidaria de moverme caminando por una ciudad, sobre todo si no la conoces, porque es la mejor manera de descubrirla, pero aún así entiendo que de vez en cuando es necesario usar el transporte.