Una experiencia única en Praga

Como he dicho en otras entradas, si eres un estudiante Erasmus, lo normal no es quedarte en tu país de destino y pasar el tiempo en la residencia. El Erasmus se trata de viajar, hacer nuevos amigos y vivir nuevas culturas. En definitiva, si eres un estudiante Erasmus, tienes que estar preparado para vivir nuevas aventuras, experimentar nuevas cosas y viajar con tus amigos.

Todos los de la cuarta planta de la residencia estábamos listos para partir en una nueva aventura. Algunos intentamos planear a dónde ir, y otros se limitaron a unirse al plan. Seguimos siempre adelante, incluso cuando no teníamos el dinero suficiente para ir a ningún sitio. He oído hablar de un grupo de estudiantes que se fueron a Suecia y durmieron en un McDonalds por lo caro que era el país. Los estudiantes no tenemos el dinero suficiente. Ya sé que parece una locura, pero creo que, si quieres perseguir tus sueños, no te debería parar nada. Viajar no se trata de dinero, sino de valentía, así que, coge la maleta, haz una lista y vete. Siempre lo recordarás. No malgastes el tiempo dándole demasiadas vueltas a las cosas, persigue tus sueños, y ellos te llevarán a la felicidad.

Así empezó nuestro viaje a Praga…

Tengo que confesar que todo esto fue idea mía. Alguien me dijo que Praga era más bonito que París, y no sé si es verdad, porque nunca he estado en París, pero ahora puedo decir que Praga es precioso. Se merece el primer puesto como ciudad más bonita de Europa.

Gracias a eso se me ocurrió la idea, a mis amigos les gustó y se me unieron en esta aventura, incluso sin saber qué se podrían esperar de un viaje así. Si hubieran sabido lo que se les venía encima, probablemente no se habrían venido conmigo. Nuestro primer error al planear el viaje fue reservar primero el hotel y dejar el transporte para después. No nos esperábamos que los trenes y los buses estuvieran todos llenos para ese día.

Reservamos una habitación en el hotel Alexander, que era barato y estaba bien para dormir en Praga, aunque estaba lejos del centro (a unos 15 minutos en tranvía). De todas formas, el supermercado Kaufland está cerca y, si eres un estudiante sin recursos como nosotros, ahí encontrarás comida barata. Además, hay un parque enorme a 5 minutos para ir a dar un paseo o a correr, y la parada del tranvía está a solo 3 minutos del hotel.

En definitiva, un buen consejo que os puedo dar es que compres los billetes del transporte primero si estás organizando un viaje. Asegúrate de encontrar el mejor precio y no cometas el mismo error que nosotros. Después de reservar el hotel, lo más difícil fue encontrar un billete de bus o tren hasta Praga que fuera barato. ¿Por qué? Porque el autobús de la compañía Polski bus estaba lleno. Empezamos a ver el tema de los billetes a solo dos días del viaje, así que miradlo con antelación, no solo por la posibilidad de quedarnos sin sitio, sino porque así podréis ahorrar mucho dinero. Por ejemplo, si compráis los billetes con dos semanas de antelación, te harán como mínimo el 20 % de descuento y, con una semana de antelación, el 10 %. Además, los estudiantes tienen un descuento del 50 % en los billetes de tren (la compañía Polski bus no tiene descuentos de estudiantes pero, igualmente, es más barato que el tren).

Como no encontramos ningún billete de autobús, tuvimos que buscar billetes de tren, que so más caros. Estábamos a un día del viaje cuando fuimos a comprarlos. Tuvimos problemas con el idioma, porque no hay mucha gente que hable bien inglés, aunque los polacos son muy simpáticos y siempre intentan ayudar. Un hombre nos ayudó con el tema de las barreras lingüísticas, pero teníamos otros problemas:

• Lo primero es que no pudimos encontrar un trayecto directo entre Bydgoszcz y Praga. Tuvimos que ir a Varsovia y, de ahí, hacer transbordo para llegar hasta Praga.
• Lo segundo es que el tren de Varsovia a Praga estaba tan lleno que los únicos asientos libres que conseguimos fueron en el vagón cama.
• Los billetes eran carísimos, pero era la única forma de llegar a strong.

Acabamos comprando los billetes y, aunque por un lado estábamos contentos de haber encontrado una forma de llegar a tiempo, estábamos bastante tristes por todo el dinero que nos acabábamos de gastar en billetes de tren para ir (y de bus para volver). Todo eso solo fue el comienzo de nuestros problemas, y ni siquiera lo sabíamos.

El día del viaje estaba muy emocionada. Compramos y preparamos comida para el trayecto e hicimos las maletas. Durante el trayecto de Bydgoszcz a Varsovia, Deniz, uno de mis amigos, se dio cuenta de que faltaba un billete (éramos tres). Al comprarlos no los revisamos, porque estaban impresos en papel normal y, además, estaban en polaco. Cuando el revisor vino a ver nuestros billetes, tuvimos que comprar un billete extra para ese viaje, pero el problema más gordo era el del tren de Varsovia a Praga: sabíamos que ese tren estaba lleno y que no tendríamos muchas posibilidades de conseguir otro billete. Aun así, fuimos con la esperanza de encontrar alguno. Cuando llegamos, solo teníamos una hora hasta que el tren con dirección a Praga llegara a la estación. La cola de los billetes era enorme, así que nos dividimos en dos grupos para intentar solucionar el problema. Llegamos a un punto en el que el vendedor no nos quería vender uno, pero vimos que cerca de allí estaba la oficina de viajes internacionales. Pudimos comprar un billete de tren, pero sin cama.

Nos subimos en el tren pero, de nuevo, el revisor vino y tuvimos problemas con la cama que faltaba. Intentamos inventarnos excusas, Deniz dijo que mi compañera de piso era su novia y que dormirían juntos en una sola cama, pero al revisor no le gustó la idea. Solo quería que pagáramos por una cama más, y eso hicimos. Tras este terrible día, nos limitamos a dormir en el tren con la esperanza de que el viaje no fuera un error.

Cuando llegamos a Praga, estuvimos andando un buen rato hasta encontrar un banco, el centro comercial y, por fin, nuestro hotel. Ese día caminamos casi 7 km, pero nos divertimos bastante.

Primer día de turismo en Praga

El primer día estuvimos caminando mucho y, al cabo de unas horas, encontramos el centro comercial Atrium Flora. Lo mejor de todo fue cuando nos acercamos al centro de la ciudad. Había un montón de gente, turistas por todos sitios... era impresionante.

Los bancos de esta plaza tienen frases inspiradoras sobre la vida. ¡Me las leí todas! Aquí viene mi consejo: no os quedéis sentados en los bancos, leed lo que tienen escrito.

"Debes luchar contra la estupidez, pero no puedes ganar".

"Viajar no es cuestión de dinero, sino de valentía".

En el casco antiguo hay bastante gente haciendo espectáculos callejeros que alegran bastante a los niños. Mis favoritos son los que hacen pompas de jabón enormes. Me encantó perseguirlas.

Si quieres hacerte una foto con esta estatua, asegúrate de dejarle propina en la caja. Puede hablar.

Cerca de esta zona hay un punto de información para turistas. Es el mejor sitio al que puedes ir si quieres buscar un hotel, horarios de tranvías o de buses, o información sobre las visitas guiadas gratuitas. También te darán un mapa con todos los sitios a los que puedes ir en Praga.

¡Leed la segunda parte!