Roller Coasters (I)

Después haber escuchado ayer a Rosa en el último Onda Erasmusu hablando de San Diego, me hizo recordar mi historia de amor-odio con estos monstruos de acero, madera...

Resulta que hace años era un cagao. En las fiestas de mi pueblo, cuando llegaban los feriantes y colocaban todos los cachibaches, había uno que me impresionaba bastante, se llamaba;El Torbellino;. Son unas tazas, que van girando y la plataforma donde están colocadas va elevandose hasta ponerte casi en posición vertical. He de decir que sólo subí una vez, pero claro, después de muuchos años.

Cuando tenía 13 o 14 años (más o menos) tuve un accidente en los coches de choque, me dieron por detrás y me empotré contra el bordillo de la pista, como consecuencia de todo esto se me partió un diente y tuve que ir al hospital.

A raíz de todo esto, le empecé a coger respeto a las cosas estas... hasta que me fui de viaje de estudios a Port Aventura y claro, el Dragon Khan impresiona más que todo lo que te puedes encontrar... asi que con un par de huevos me subí. Y tengo que decir que me moló bastante. También disfruté como un enano en Stampida, TuTuKi Splash y demás.

Pues claro, ese año me subí en el famoso;Torbellino; y bueno... había caguitis pero se pasó muy tranquilamente.

Pero no es ahí a donde quiero llegar. Mi aventura en San Diego y la visita a Universal Studios Hollywood y al Six Flags Magic Mountain cambiarían mi visión sobre las atracciones y los parques.

Continuará...

Parte II