PRAGA CON VISITA III

El último día en Praga cogimos el tren en Usti Nad Labem a las once y cuarto de la mañana por lo que sobre la una menos cuarto ya estábamos otra vez en la ciudad de Praga. Comenzamos por ver las cosas que nos faltaron por ver la última vez: la torre de la pólvora, el centro comercial, el edificio que baila, el teatro…

Comenzamos por la parte más cerca de la estación y fuimos hacia la torre de la pólvora y el centro comercial. Decidimos comer en el centro comercial porque tienen mucha variedad de sitios donde comer y diferentes tipos de comida: mongola, china, tailandesa, italiana, etc. Finalmente decidimos comer en un sitio donde no sé exactamente cuál es su procedencia pero nos hizo gracia la manera de venderlo y caímos como tontos. El sitio era como una especie de buffet libre donde tú te echabas la comida que quisieras en el plato y cuando acababas pasabas por una báscula y te pesaban toda la comida que llevabas en el plato. Por cada cien gramos de comida pagabas  30 CKZ = 1,2 euros. La comida nos salió en total comprando kétchup y bebida por casi veinte euros y no era gran cosa. No recomiendo mucho ese sitio, además todo son fritos y los acompañantes como patatas fritas o lechuga te los sirven ellos y los compras a parte.

Una vez acabada toda la comida fuimos a por el postre. El sitio del postre ya estaba más que decidido donde iba a ser porque cuando lo vimos desde fuera nos enamoramos al instante. Era un sitio muy parecido a los típicos del yogur helado pero en éste te podías servir libremente todo el helado que quisieras, del sabor que quisieras y con todos los acompañantes que quisieras. El método de pago era similar al anterior, ponías el recipiente del helado en una báscula y dependiendo del peso te cobraban una cosa u otra. Cuando la chica nos dio el ticket casi nos desmayamos del susto, así que si vas no te dejes llevar por la gula porque la acabarás pagando a precio de oro.

De todos modos, si tenéis interés sobre estos sitios, también hice una entrada más detallada en el apartado de lugares.

Después de toda la zampada de helado y comida aceitosa continuamos las andanzas por la ciudad de Praga. Fue una tarde tranquila y acabamos de ver todo. Callejeamos bastante para ver si encontraba un libro infantil en checo que me convenciera pero finalmente fue un fracaso. También compramos un rollito de estos que te venden en la calle típico de aquí (otra vez) y seguía tremendamente delicioso.

NOTA: Papá tranquilo, Paula y yo ya pensamos en buscar por internet cómo se hace para hacerlos en casa.

Para acabar la tarde, después de caminar hasta el edificio que baila, estuvimos tranquilamente sentados y hablando en la avenida de la Plaza de Wenceslao y finalmente cogí el tren de vuelta a Usti Nad Labem, desde donde ahora mismo me dedico a escribir.

Como conclusión de estos días creo que he hecho un buen trabajo turístico con mi hermana y mi futuro cuñado. Hemos aprovechado bastante los días madrugando y viajando y visitando cosas. Aunque solo me quede un mes aquí os animo a todos los que queráis a venir a visitar esta hermosa ciudad. 

Galería de fotos