Auschwitz I
Pues creo que el título lo dice todo. He tenido la suerte (o desgracia según se mire) de estar en este horrible lugar.
He de decir que el sitio en si impresiona nada más entrar, sobre todo cuando por debajo de de las letras: ; Arbeit macht frei; ,;el trabajo os hace libres;.
Por fuera de los bloques dónde pasaban la noche los prisioneros, he de decir que es lo que más me ha llamado la atención: rodeados de jardines, el césped bien verde... Por dentro ya es otro mundo.
Cada bloque es como un mini-museo-exposición. Puedes ver las maletas de los que llegaban, sus ropas, zapatos, gafas... pero eso de ir viendo por los pasillos las fotos con las cabezas rapadas de mucha gente que ha muerto allí y luego ver el pelo de esa gente, si el pelo, y al lado una alfombra hecha con ese mismo pelo... sin palabras.
Otra cosa curiosa ha sido ver que en los bloques, ¡los peldaños de las escaleras estaban desgastados! Como abombados. No quiero ni imaginar cuantas pies han subido y bajado esas escaleras para que estén así.
Y entrar en la cámara de gas y que te cuenten como morían... en fin.
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Comentarios (5 comentarios)
Rosa hace 13 años
cierto es que pone los pelos de punta a cualquiera. se respira otro ambiento en sitios así, no sabría explicarlo pero es algo que está en el aire...
yo estuve en Mathausen en Austria y en uno que es más pequenyito cerca de Munich.
Precisamente esa frase 'Arbeit macht frei' es espeluznante!
Nuria hace 13 años
Uff...los pelos de punta es poco. No se si me gustaría ver esa alfombra
Pablo hace 13 años
yo estube en uno en Berlín y es verdad qeu asusta... no te deja indiferente
Loh hace 13 años
Yo también estuve en Mathausen y se te queda un mal cuerpo!!!! Escuchar las historias te enriquece porque si no se conocen, no se pueden valorar, pero resulta muy desagradable
Roberto Perez hace 13 años
Lo más cerca que he estado de este ambiente ha sido en la casa de Ana Frank. Todo el mundo debería de visitar sitios así para concienciarse de que no hay que cometer los mismos errores