10 lugares que ver en Praga

¡Hola a tod@s!

Esta vez la ciudad de la que voy a hablaros es muy especial. Es conocida como la ciudad de las 100 torres y es que, en cuanto comienzas a descubrirla, te das cuenta del porqué.

Antes de visitar Praga hay que tener en cuenta que la moneda oficial de la República Checa es la Corona Checa. Para que os hagáis una idea, un euro equivale a 26 coronas checas, aproximadamente. Lo más aconsejable siempre suele ser ir con una cantidad razonable de dinero ya cambiado al destino, pero también suele ser bastante fácil hacer el cambio allí mismo, tanto en tiendas especializadas en eso como en bancos o en el aeropuerto antes de llegar.

Su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad, con la Plaza de la Ciudad Vieja como protagonista, y es perfecto para recorrerlo a pie.  De todos modos, en la ciudad también hay un tranvía que te permite acceder a los atractivos principales de la ciudad, aunque como ya digo, nosotros apenas lo utilizamos porque la ciudad entera se recorre fácilmente andando.

Además, la ciudad no me pareció excesivamente cara, como puede ser el caso de otras ciudades europeas, por lo tanto si no os vais a restaurantes en los lugares más turísticos y no os buscáis un alojamiento súper céntrico y de categoría alta, el viaje no os tiene porqué salir demasiado caro.

Nosotros nos alojamos en una calle cercana a la conocida como Casa Danzante (de la que os hablaré después). Fue un apartamento que encontramos por Booking que la verdad es que estaba genial.Tenía tres dormitorios, baño y cocina. No estaba precisamente céntrico, pero la ciudad es prácticamente plana así que no era un problema ir caminando hasta el casco histórico de paso que admirábamos los edificios de la ciudad por el camino. De todos modos también había un tranvía que no llevaba hasta allí, lo cogimos un par de veces cuando ya estábamos cansados de haber caminado todo el día y sobre todo por el frío que hacía especialmente por las noches.

Ahora voy a hablaros de los 10 lugares que no os podéis perder de la ciudad. Nosotros estuvimos tres días en Praga y tuvimos tiempo suficiente para visitar todos ellos e incluso algunos rincones a mayores de la ciudad, por lo tanto yo creo que en dos o tres días es totalmente posible ver lo más imprescindible.

Plaza de la Ciudad Vieja

También conocida como la Plaza del Ayuntamiento, ha sido desde la Edad Media un centro de agregación social. La verdad es que junto a la Grand Place en Bruselas, creo que es la plaza más bonita de Europa que he visto hasta el momento.

Es el lugar más típico de la ciudad por lo que suele estar bastante transitado por turistas y es común que aquí tengan lugar espectáculos artísticos de todo tipo. De hecho cada vez que pasábamos por la plaza había alguno diferente.

En esta plaza también se encuentran bastantes puestos de comida en los que os recomiendo probar lo que se conoce como trdelnik, un postre típico de Praga que consiste en una especie de rollo de masa dulce que se asa lentamente en una barra que va girando. Costaban entre dos y tres euros y estaban deliciosos. ¡Recomiendo probarlos!

Esta plaza está repleta de edificios interesantes que bajo ningún concepto os podéis perder como la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, la Iglesia de San Nicolás y el Ayuntamiento. Además todas las callejuelas que salen de esta plaza son muy interesantes para perderse por ellas e investigar más de la ciudad, seguro que os pasa como a nosotros y acabáis descubriendo lugares con mucho encanto.

Subir a la Torre del Ayuntamiento

Este edificio utilizado como ayuntamiento hasta finales del siglo XVIII destaca principalmente por su torre de unos 60 metros de altura. Una de las mejores experiencias que recuerdo en esta ciudad fue cuando subimos hasta lo alto de esta torre y admiramos el centro de la ciudad desde ahí arriba y, en especial, toda la preciosa plaza.

Reloj Astronómico

Este impresionante reloj del siglo XV se encuentra en el Ayuntamiento de la plaza. Es famoso por el espectáculo que ofrece en las horas punta cuando las figuras de los doce apóstoles salen en la parte superior junto con otras cuatro figuras: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte. La gente suele ponerse en frente del reloj antes de las en punto para presenciarlo, por lo tanto la plaza se llena bastante.

En la parte inferior, se representa el calendario astronómico. Nosotros tuvimos la mala suerte de visitar la ciudad justo durante la época en la que el reloj se encontraba en plena restauración (hace un año más o menos) así que apenas pudimos disfrutar de su belleza.

Iglesia de Nuestra Señora de Tyn

Este templo también se encuentra en la plaza de la Ciudad Vieja y destaca por sus dos grandes torres. Se construyó en el siglo XI y es la protagonista de la mayoría de fotografías que se hacen en esta plaza, y es que es preciosa.

Os recomiendo subir hasta la azotea del Hotel U Prince, en la que se puede tomar algo o incluso comer ya que tienen restaurante también, mientras disfrutas de unas vistas preciosas a esta iglesia y a la plaza. Nosotros disfrutamos allí de unas bebidas y fue todo un lujo. Como ya os imaginaríais, los precios son algo más elevados pues las vistas son increíbles, pero tampoco me parecieron excesivos.

Torre de la Pólvora

Esta torre es uno de los edificios más antiguos de Stare Mesto y constituye una de las históricas puertas que daban entrada a la ciudad, formando parte en el pasado de la muralla que rodeaba la ciudad. Se construyó en el siglo XV y es la única de las 13 torres que se construyeron en su momento y formaron parte de esta fortificación.

También se utilizó como almacén de pólvora, de ahí viene su nombre. También es posible subir hasta lo alto de esta torre aunque hay que pagar y la verdad es que ya habíamos subido antes a la torre del ayuntamiento, por lo tanto decidimos solo admirarla desde el exterior.

Puente de Carlos

Este puente medieval del siglo XIV es uno de los lugares más conocidos de la ciudad, y es que es casi imposible no encontrarte con él. Cruza el río Moldava con sus más de 500 metros y conecta el castillo de Praga con la ciudad vieja. Es totalmente peatonal y es muy común ver a artistas callejeros pintando cuadros, tocando música, etc. La verdad es que a mí siempre me ha gustado esto, creo que le da un cierto encanto añadido al lugar.

A lo largo de este puente pueden observarse treinta estatuas en total, quince a cada lado. Muchas de estas estatuas no son las originales, ya que estas se encuentran en el Museo Nacional de la ciudad.

Es un lugar muy transitado, por lo tanto ciudado con pasar por aquí en horas punta porque probablemente esté verdaderamente  abarrotado.

Luego recomiendo seguir paseando a lo largo del río y cruzar el siguiente puente para llegar a este lugar en el que se siempre hay un montón de patos y cisnes. Los turistas siempre se acumulan aquí para darles de comer migas de pan y lo cierto es que se nota que ya están totalmente acostumbrados a la presencia de gente por allí pues se acercaban a nosotros sin problema. A mi me encantó este rincón de la ciudad y además es un sitio perfecto para observar el Puente de Carlos.

Castillo de Praga

Este castillo medieval construido en el siglo IX es el más grande del mundo y es actualmente el lugar en el que reside el presidente de la República Checa. Se suele decir que la historia de Praga tuvo sus inicios aquí, con la construcción de este castillo, de modo que no solo destaca su importancia arquitectónica sino también su importancia social en la ciudad. No os perdáis las vistas a la ciudad desde el Castilo.

Lo cierto es que más que un castillo es como una pequeña ciudad, o al menos esa es la impresión que yo tuve ya que está compuesto por un conjunto arquitectónico lleno de palacios y edificios espectaculares. Da gusto pasear por aquí pues las callejuelas que conectan todos estos edificios tienen un encanto especial y parece que en cada esquina hay un lugar interesante que visitar.

Algunos de los lugares más destacados de esta pequeña ciudad, como la llamo yo, son el Palacio Real, la Basílica de San Jorge y la Torre Daliborka. Pero si hay algo que destaca es la Catedral de San Vito y el Callejón de Oro, por algo son los lugares más visitados de este lugar.

Callejón del Oro

Esta pequeña calle repleta de casas de colores es uno de los rincones con más encanto del recinto del castillo. En cada uno de estas casas hay diferentes tiendas artesanales a las que se puede entrar a comprar suvenires de todo tipo. En una de ellas vivió Franz Kafka en su momento.

Pero ojo, esta calle es una atracción turística más, no una simple calle, y de hecho hay que pagar entrada para poder pasear por ella. Se incluye en la entrada conjunta al recinto.

Catedral de San Vito

Esta catedral de estilo gótico se encuentra justo al lado del Castillo de Praga y es la más importante de la ciudad. De su exterior destacan sus impresionantes y enormes vidrieras mientras que en su interior alberga la tumba de Wenceslao IV y las Joyas de la Corona. También se puede subir a lo alto de las torres de esta catedral para observar toda la ciudad.

Muro de John Lennon

Este muro se encuentra en Mala Strana, un barrio con casas y edificios barrocos y monumentos como la Iglesia de San Nicolás de las que os hablaré después.

Pero sin duda lo que más destaca y que más turistas atrae, es este muro conocido como el Muro de John Lennon, situado en un rincón de este barrio bohemio. Se trata de una gran pared llena de grafitis y letras de las canciones de Los Beatles. Además es muy curioso porque todo esto comenzó a pintarse tras el asesinato del famoso cantante, cuando se pintó primeramente su retrato en el muro. En la actualidad representa todo un símbolo de la libertad de expresión.

Cuando nosotros pasamos por allí, justamente había un cantante tocando canciones de los Beatles. A mí que me gusta mucho el grupo, me encantó el ambiente de este lugar.

Iglesia de San Nicolás

Esta iglesia construida en el siglo XVIII, que se encuentra como os he dicho en el barrio de Mala Strana, es considerada como la obra maestra del barroco en Praga. Destaca su enorme cúpula y también su torre de 65 metros de altura que permite ver desde lo alto todo el barrio de Mala Strana y que además en el camino hacia su cima se puede visitar varias salas que permiten conocer la historia de las campanas y sus funciones.

Casa Danzante de Praga

Como os dije al principio del post, el apartamento en el que nos alojamos estaba muy cerca de este lugar por lo tanto nos lo encontrábamos prácticamente todos los días al salir o volver a casa.

Se construyó en el año 1996 y se ha convertido en un lugar muy visitado y es que este edificio de arte contemporáneo representa una de las obras arquitectónicas más populares de Europa. Sobresale sobre todo por el contraste que se produce entre este edificio y la arquitectura del resto de edificios que lo rodean. Solamente es posible visitarlo desde el exterior, ya que su interior simplemente lo ocupan oficinas.

Barrio Judío

La mayor parte de este barrio fue destrozado en el pasado, pero todavía quedan lugares que vale la pena visitar de esta zona como la Sinagoga Española o el Cementerio Judío.

Cementerio Judío

Este cementerio es bastante famoso pues en él se encuentran miles cuerpos enterrados, acumulados en un pequeño terreno, por eso se encuentran prácticamente unos encima de otros. De algún modo representa la represión que sufrió el pueblo judío ya que este fue el único lugar de la ciudad al que se les permitía acceder durante tres centenares de años.

Sinagoga Española

Merece la pena visitar su interior simplemente por el hecho de admirar la iluminación. Se llama así debido a su parecido con el arte morisco de la época musulmana en España.

Esto has sido todo sobre esta preciosa ciudad que a mí me ha dejado enamorada. Ya estoy esperando con ansia el momento en el que pueda volver a visitarla.

¡Espero que os haya gustado y gracias una vez más por leerme!

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