Parte I.II - Poznan

Tras una experiencia intensa y algo corta en Wroclaw, llegamos a Ponzan. La verdad es que llegamos muy pronto por la mañana, por lo que decidimos entrar a algún café a esperar a que hubiese algo de actividad en la ciudad.

Desde la estación de autobuses nos dirigimos sin problema hacia la Plaza del Mercado. Nos encontramos con una plaza muy similar a la de Wroclaw, pero parecía la hermana mayor. ¡Qué inmensa! En los edificios podemos ver diferentes estilos, desde renacentista a algunos con pinturas más barrocas, cada uno de un color. En el centro de la plaza del mercado, nos encontramos con el ayuntamiento. Cabe destacar el choque de estilo del mismo frente a las casas de alrededor, pero es espectacular.

Ante todo, si tienes la suerte de estar allí por la mañana, recomendamos que te integres en una de las leyendas de la zona: Las cabras. Cuenta la leyenda, que en un banquete señorial encabezado por el alcalde, debían de cenarse un ciervo que se le quemó al cocinero. para remplazarlo, decidió asar un par de cabras, que se le escaparon. En la puerta del ayuntamiento, deciden luchar entre sí, con lo que el alcalde decidió hacer unas cabras que saliesen a las 12 de la mañana en el reloj central. Estas cabras comienzan a chocar al compás de las 12 campanadas.

Hablando de leyendas, hay otra leyenda respecto al sonido que se puede escuchar a las 7, 8 y 9 de la tarde. La leyenda del Cuervo: cuando el trompetero del pueblo se encontró un cuervo herido, lo curó hasta sanarse y dejarlo en libertad. Por su buena acción, se presentó en su casa un gnomo, que agradecido le entregó una trompeta de oro. Esa trompeta de horo debería hacerse sonar cuando hubiese peligro. Cuando la ciudad se vió en peligro de ser conquistada, hizo sonar la trompeta e inmediatamente aparecieron una bandada de cuervos que se lanzó sobre el ejercito enemigo.

Abandonando un poco las leyendas y la plaza del mercado, callejeamos un poco hasta llegar a la Iglesia de San Estanislao, de estilo Barroco. La fachada es de un color más salmón, y se encuentra en perfecto estado. Al lado, encontramos un pequeño patio interior, donde se puede entrar a admirar lo que podría haber sido el patio interior de la Iglesia. Actualmente sirve de entrada a varios museos. Al lado de la misma iglesia, se encuentra el Colegio de los Jesuitas, con una iglesia espectacular en su interior.

Seguimos caminando por el casco histórico, más alejado de la plaza del mercado, y nos encontramos con el Castillo Real. Continuamos por la calle que asciende, pasando una pequeña plaza con una fuente moderna, hasta llegar a las Universidades. Nos encontramos con unos edificios que bien podrían ser de Viena, muy cuidados y de carácter neoclásico.

Al llegar a un pequeño parque, vemos cómo está a nuestro lado el Teatro Principal, Teatr Wielki donde cabe recomendar asistir debido a sus buenos precios (instaurados por los comunistas, que no querían que la cultura y el arte se elitizase). Justo en frente, podemos visualizar la Fontana en el Parque Mickiewicza, donde se pueden tomar muy buenas fotos.

Al atravesar el parque, nos encontramos con una Estatua conmemorativa de 1956, así como la Plaza de Adam Mickiewicz, en honor al poeta y patriota polaco del siglo XVIII.

Si bajas por la calle donde se encuentran los tranvías, podrás visualizar también el Castillo Imperial, un lugar tan emblemático como cualquier otro. Continuamos andando por la calle hasta llegar a la Iglesia Sta. Marcina, una iglesia muy pequeñita pero tan bonita por fuera como por denrto.

¡Muy recomendable! Es una ciudad en la cual puedes recorrer el casco histórico sin ningún problema a pie, así como dormir y comer por muy buenos precios

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