Portugal, Días 7-8

Los dos últimos días en Portugal, todavía estaba bastante enferma -especialmente el penúltimo día. Pero aparte de eso, me lo pasé muy bien, quizás haciendo menos cosas que lo que me imaginaba, pero igual pude ver sitios bonitos y estar con mis amigos. El séptimo día estábamos en Coimbra y ya por la noche tendríamos que volver a Oporto, de donde ibamos a coger el avión el día siguiente. Desayunamos en el hostel y luego ya fuimos a coger los cocher para ir hasta la Universidad de Coimbra. Mucha gente nos había contado del ambiente único de esa universidad y estaba necesario verlo nosotros también! La Universidad está en un barrio muy bueno, lleno de parques y plazas. Los edificios son muy grandes y hay bibliotecas y patios. Los alumnos se visten con unos trajes muy específicos y especiales -que son negros y pareces como los Hogwarts en los libros de Harry Potter! Parece como las universidades de otras épocas. Fuimos a la Facultad de Derecho que tiene la biblioteca más tradicional y clásica. Como estudio Derecho me interesaba un poco más que a los demás. Luego también fuimos a la Facultad de la Filología y la de Medicina para que los demás pudiesen ver también como funcionaban sus propias facultades, pero en Coimbra. Los edificios están construidos en una altura que te permite ver toda la ciudad y esa vista es sinceramente preciosa! Después de unas horas por allí, volvimos a los coches y buscamos un sitio para comer. Al final, fuimos al restaurante universitario, donde había muchos estudiantes, pero también profesores. Nos quedamos una hora allí y luego volvimos a los coches.

El plan del día era de visitar dos o tres pequeños pueblos y luego ir a Oporto. Jonathan me dijo que prefería volver pronto a Oporto para poder ver un partido de fútbol y me preguntó si quería ir con él. Aunque sería bien descubrir aún más pueblos de Portugal, estaba bastante débil y esa solución me venía genial. Entonces, esa vez cambiamos los “grupos” de los coches y Jonathan y yo volvimos a Oporto, mientras los demás iban a seguir el road-trip de Portugal. Llegamos bastante pronto a Oporto y fuimos a nuestro hostel de los primeros días que tanto nos había gustado. Jonathan fue al centro de la ciudad para ver el partido a alguna cafeteria y yo me quedé a descansar un poco al salón del hostel. Esa misma noche, cuando llegaron los demás, me mostraron las fotos de su road-trip y habían visto unos pueblos muy bonitos! Nos quedamos un poco todos juntos y luego algunos salieron de fiesta, pero muy poco, porque el día siguiente tendríamos que levantarnos pronto para prepararnos y ir al aeropuerto.

El óctavo día, me desperté sintiendo mejor que los dos días anteriores. Todavía tenía tos, pero me sentía como si tuviera un poco más fuerza que antes. Como ya escribí, nos levantarnos pronto y así tuvimos tiempo para desayunar antes de irnos. Ya habíamos preparado nuestras maletas por la noche y así nos fuimos para dejar los coches a la compañía a tiempo. Luego ya nos fuimos al aeropuerto y nos dimos cuenta de que no habíamos bebido el vino de Oporto que nos habíamos comprado el día de tour donde se produce. No podíamos llevar el vino con nosotros, porque estábamos con Ryanair, entonces sólo podíamos llevar maletas a mano y no se permitía llevar liquidos de más de 100ml. Entonces, la única solución era de abrir la botella y beber el vino en el aeropuerto! Yo, aunque estaba mejor que antes, no podía probarlo, porque todavía estaba enferma -y, aparte de eso, estaba tomando medicinas, entonces no sería la opción más sabia! Por eso, yo sólo llevaba la botella para la foto que sacamos! Como estábamos en el aeropuerto desde pronto, teníamos muchas horas antes de nuestro vuelo. Fuimos a las tiendas del aeropuerto y compramos unos postales para nuestras familias. Todos firmamos también a los postales de los demás, como parte del viaje a Portugal fue nuestro grupo y nuestra aventura en coche! Yo compré también una pulsera con un símbolo tradicional del Portugal para regalarla a Athanasia por su cumpleaños que era unos días después. Luego, tomamos un café y dentro de poco ya era hora de irnos de Portugal!

Lo pasamos muy bien a Portugal, pero también fue bien volver a Valencia. Esa noche, aunque estábamos cansados del viaje, organizamos una cena en mi casa para poder hablar de nuestro viaje y pasar un poco más tiempo juntos, como después de siete noches ya nos habíamos acostumbrado de estar en grupo!