Imprescindibles en Azores

¡Hola a todos! Hoy vengo a hablaros sobre las famosas islas Azores, que tantísimas veces hemos escuchado en la previsión del tiempo. Y es que, Azores es un archipiélago portugués formado por 9 islas. Hace unos años yo visité una de ellas, la más importante que es la isla de San Miguel y en dónde se encuentra la capital, Ponta Delgada.

Viajar a las islas Azores para mi significó desconexión absoluta, y no solo porque se encuentran en mitad del océano Atlántico, sino porque cuando yo fui, el turismo aún no estaba muy en auge y pude disfrutar de la naturaleza en su estado más salvaje. Y es que si por algo se caracterizan estas islas es por el verde de sus montañas combinados con sus acantilados volcánicos de roca negra. Por que sí, son islas volcánicas cuyos cráteres ahora bañados por bellos lagos, son claramente visibles. Y este es el atractivo principal que tienen las islas, bueno, esto y sus aguas termales.

¿Qué deberías saber antes de ir?

Llegar hasta las islas Azores es relativamente fácil, pues hay conexiones en avión desde diferentes partes de Europa con Ponta Delgada. Lo más complicado sea, quizás, moverse hacia las otras islas pues durante la época de invierno, las conexiones entre ellas son bastantes escasas, aunque en verano se multiplican.

La mejor época para viajar a estas islas paradisiacas es en primavera-verano. No recomiendo otoño ni invierno, por el frío, si no por los enormes bancos de niebla que se forman a lo largo y ancho de la isla de San Miguel y que pueden arruinar las maravillas vistas a los lagos y otras atracciones naturales.

El idioma que se habla es el portugués, pero incluso teniendo conocimientos previos en la lengua, te será difícil entenderla y comunicarte con ella, pues hablan un dialecto muy cerrado que recuerda un poco al francés, y que incluso cambian algunas palabras.

Lo mejor para viajar por San Miguel es alquilar un coche, pues no todos los transportes públicos llevan a las atracciones turísticas naturales. De hecho, yo diría que es casi obligatoria alquilar uno. No os resultará muy complicado hacerlo, en ocasiones, si alquilas un apartamento por varios días, te ofrecen también el coche de alquiler.

Para visitar la isla de San Miguel con tranquilidad recomiendo viajar entre 4-5 días.

Y ahora sí, vamos con mis imprescindibles en San Miguel. Lo que considero que es de visita obligatoria.

1. Ponta Delgada

Es una ciudad relativamente pequeña que se ubica al oeste de la isla. En la ciudad en sí, no hay mucho que ver, pero merece la pena visitarla por ver su arquitectura típica, dónde emplean roca negra volcánica combinado con muros en color blanco impoluto. El conjunto de ambos materiales es bastante bello.

Recomiendo también una visita al jardín botánico de la ciudad, el Jardim Antonio Borges. Reúne una enorme colección de plantas tanto autóctonas como exóticas y está muy bien cuidado y muy bien construido, con caminos, lagos y puentes que conectan perfectamente con la naturaleza que les rodea. La entrada es gratuita, y cuenta con unos horarios de acceso. Recomiendo mirarlos antes de la visita, pues van cambiando en función a la temporada que sea.

2. Lagoa do Fogo

Es uno de los 3 lagos que considero de visita imprescindible. Se encuentra situado a una media hora en coche de la capital. Es bastante accesible en coche, aunque el tramo final se hace un poco complicado pues la carretera se hace más estrecha y sinuosa en una subida con bastante pendiente en algunos tramos.

Pero este camino merece la pena. Para mi fue mi lago favorito sin duda alguna. Este lago se ubica dentro del cráter de un antiguo volcán, y las montañas que lo rodean son de un verde resplandeciente. Al encontrarse a bastante altura, con un golpe de vista se puede ver el lago y el mar desde los puntos más elevados. Bajar hasta el lago es posible, aunque el camino no se encuentra muy acondicionado y las mejores vistas se obtienen desde la altura. Es el único lago dónde se está permitido bañarse, pues el agua es apta para la salud.

3. Lagoa das Furnas

Se sitúa en la zona de Furnas (como su nombre indica), y es, posiblemente, la zona que registra una mayor actividad volcánica debido a todos los fenómenos que nos encontramos alrededor de este lago.

Se encuentra ubicado a unos 40 minutos en coche desde Ponta Delgada (el más alejado de todos). Para mí fue el menos impresionante de todos. Se encuentra rodeado de bosques frondosos

y en una de las orillas, encontramos la principal atracción turística de este lugar, las fumarolas. Una fumarola es una grieta en el suelo que despide vapor y sulfuro procedente del interior de la tierra a temperaturas muy elevadas. Tengo que admitir que merece la pena verlo, aunque el olor a sulfuro (similar al de huevo podrido) es tan intenso que no podrás resistirlo por mucho tiempo.

Si tenéis suerte, encontrareis a gente cocinando en mitad de las fumarolas el típico cocido tradicional de Furnas, dónde se mete una olla en el interior de la tierra y aprovechar el calor geotérmico para cocinar.

Nadar en el lago, está prohibido, aunque se pueden alquilar barcas en la época estival. Alrededor de él hay bancos y zonas verdes bastante agradables para el descanso.

4. Lagoa da Sete Cidade

Este lago quizás sea el más famoso y llamativo de todos. Se encuentra a media hora en coche de Ponta Delgada, hacia el oeste. ¿Y por qué capta la atención de todo el mundo? Pues además de ser el cráter más grande de toda la isla, en su interior encontramos 3 lagos, dos de ellos (los más importante) separados por un pequeño camino. Lo curioso de esto es que ambos lagos son de colores totalmente diferentes: uno es de aguas azules y otro de aguas verdosas. Ambos se encuentran rodeado de altas montañas verdes, dónde podemos encontrar varios miradores para observar esta maravilla de la naturaleza desde las alturas. El más importante de todo es el mirador de Vista do Rei. Siempre se encuentra abarrotado de gente, eso sí, pero las vistas son maravillosas.

Bajar hacia los lagos es posible, aunque desde el camino que separa ambos, los colores de las aguas no son perceptibles. Por lo que recomiendo hacer las fotos desde el mirador.

Justo al lado del mirador de Vista do Rei, se encuentra un hotel abandonado dónde la vegetación ha marcado su propio territorio, y es posible visitarlo por dentro. Si tenéis oportunidad, hacedlo sin duda.

Una curiosidad más cerca del peculiar nombre de este lago, Siete Ciudades, traducido al español. Se dice que recibió este nombre tras su última erupción volcánica que dio origen a los lagos, pero destruyó 7 ciudades diferentes, allá por el siglo XV.

5. Faro do Nordeste o do Arnel

Este faro se encuentra en el pico más al nordeste como su nombre indica, cerca de un pueblo llamado Pedreira. El faro se encuentra en el borde de un acantilado que sobresale hacia al mar, a una altura más baja que el resto del pueblo, por lo que hay que bajar hasta él.  Mi recomendación: no lo hagáis con el coche, aunque veáis un camino perfectamente asfaltado, pues tiene curvas muy cerradas y es bastante empinado. La población del pueblo nos advirtió que más de un turista se ha quedado atrapado en el faro por no ser capaz de subir el coche hasta arriba de nuevo. La verdad que cuando bajamos hasta él pudimos entender el motivo.

Las vistas desde el faro son asombrosas. De frente encontramos el mar infinito, pero a los laterales grandes acantilados de los que podemos distinguir la Cascada do Ponta do Arnelque emerge en lo más alto del acantilado y se pierde en el mar.

La vista del faro desde el pueblo es bastante hermosa también.

6. Ponta da Ferraria

Ponta da Ferraria se encuentra en el extremo opuesto a Nordeste. Es un acantilado de roca muy negra. Bajar hasta él en coche supuso para mi una de las carreteras dónde he pasado más miedo, pues el día que decidimos ir, llovía mucho y la carretera bajaba en zigzag por un acantilado, sin ningún tipo de quitamiedos o vallas y el mar estaba muy revuelto. No obstante, merece la pena bajar y contemplarlo de cerca. A unos kilómetros más allá de Ponta da Ferraria, nos encontramos con unas piscinas naturalesde agua caliente que se unen con el mar, dónde está permitido bañarse. Pero estas piscinas tienen la peculiaridad de aparecer y desaparecer en función a las mareas. Yo tuve la mala suerte de no poder verlas, pues la marea estaba alta el día que decidimos visitarlas.

7. Baños termales

La isla de San Miguel está repleta de agua termales debido a su origen volcánico, y disfrutar de ellas es posible, aunque en más de una ocasión tengamos que taparnos la nariz, pues son ricas en sulfuro y despiden un fuerte olor a podrido. El color de estas aguas es marrón anaranjado y se queda impregnado para siempre en los trajes de baño de color claro, así que recomiendo ir con traje de baño oscuro. Adivinad quien fue con bikini blanco el primer día…

Aquí os dejo los 3 parques de aguas termales que visite y que sin duda recomiendo, en orden de preferencia:

1. Caldeira Velha

Estas aguas termales se ubican muy cerca de Lagoa do Fogo, aunque no recomiendo ir desde el lago hasta ellas, pues hay que rodearlo entero. Es uno de los lugares más increíbles que he visto en mi vida, pues se encuentran en mitad de un bosque de plantas tanto autóctonas como exóticas. El sendero que conduce hasta el interior de ellas es de película.

Una vez dentro, encontramos diferentes piscinas de aguas cálidas unidas por más senderos, en unas es posible el baño, y en otras no debido a la alta temperatura.

Mi favorita sin duda (y la más llamativa) es una piscina que tiene una cascada natural de agua caliente.

Las instalaciones son pocas, pero porque la experiencia es disfrutar de la naturaleza en estado puro. El precio de la entrada es de 4€. Recomiendo ir lo más temprano posible y en día de diario para no encontrar una aglomeración de gente.

2. Parque Terra Nostra

Este lugar en realidad es un hotel que se ubica en la zona de Furnas, pero es posible el acceso al jardín que es dónde se encuentran las aguas termales.

Este jardín botánico fue construido en el siglo XVIII, en él podemos encontrar plantas y animales tanto exóticos como autóctonos, y como no, piscinas de aguas termales. De hecho, una las más grandes de toda la isla, se encuentra en este parque. Recomiendo no solo darse un baño en las aguas, si no también pasear por el jardín y disfrutar de la naturaleza de un modo menos caótico que Caldeira Velha.

El precio de entrada es de unos 8 euros con acceso al jardín, a las piscinas y a los vestuarios que las rodean.

3. Poça da Dona Beija

Se ubica también, en la zona de Furnas. Mucho más pequeño que Terra Nostra, y más acondicionado. Recuerda un poco más a un spa, aunque todas las termas se encuentran al aire libre, y rodeada de naturaleza endémica.

Este lugar es uno de los que encontré más abarrotados en cuanto a aguas termales. El precio de entrada es de unos 5€.

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