Siete cascadas en Galicia que no te puedes perder

¡Hola a todo el mundo!

Hoy os doy la bienvenida a mi blog de viajes. Aquí os hablaré de las ciudades que he visitado, lugares naturales donde vale la pena perderse, restaurantes que me gustan, recetas de comida y más.

Como es el primer post, me apetecía hablar de Galicia, el terruño, así que hoy os traigo siete cascadas que no os podéis perder si sois amantes de la naturaleza.

Una de las cosas que más nos gusta hacer a mis amigas y a mí es coger el coche e irnos de ruta para descubrir sitios nuevos. “Recunchos”, como decimos nosotras. El verano pasado nos empeñamos con las cascadas: grandes, pequeñas; conocidas o escondidas, nos daba igual. Cada fin de semana íbamos a una diferente. Si disponéis de coche, es un plan perfecto para cualquier día de verano. Lo bueno de las cascadas es que normalmente no hay tanta gente como suele haber en la playa así que son lugares más tranquilos. Aquí os dejo la recopilación de todas las que descubrimos y las que a mí más me gustaron.

1. Cascada de Ézaro. Está en la provincia de A Coruña (más concretamente en Dumbría), así que yo, que vivo en Bueu (Pontevedra), tuve que hacer un buen tramo en coche. Es una cascada que forma el río Xallas, un poco antes de llegar al mar. Se accede por un corto paseo de madera. La cascada es bastante alta y cae abundante agua, como podéis ver en la foto. Además de la cascada, hay un mirador cerca de allí (mirador de Ézaro) con increíbles vistas, pues se puede ver la desembocadura del río en el mar. Esta cascada, muy probablemente, sea una de las más famosas de este post. Digamos que se ha puesto de moda y todo el mundo va a verla. De hecho, cuando yo estuve allí, había varias pintadas en el paseo de madera hechas por viajeros que venían de países extranjeros como Suiza o Alemania y quisieron dejar allí su huella. Además, también había estudiantes internacionales (probablemente Erasmus) paseando por allí. Sin duda, es de las más conocidas. Además, lo bueno de esta cascada es su localización. Si tienes tiempo, la visita al cabo de Finesterre es más que obligatoria, pues está súper cerca. Eso sí, ten en cuenta que si quieres disfrutar de Finisterre el día no debe estar nublado para ver el horizonte. En fin, lugar recomendadísimo, parada perfecta si estáis de tour por A Costa da Morte. Ah, ¡sí! En verano, los sábados dan un espectáculo de luces, por la noche y toda la cascada se ilumina con luces de diferentes colores.

   

2. Parque Natural de Barosa. Es un paisaje precioso, por donde pasa el río Agra, donde antes había molinos en funcionamiento. El río forma cascadas y también pequeñas pozas donde puedes bañarte, como si fuesen piscinas naturales. El agua no estaba muy fría así que punto a favor. Aquí, hay algunas rocas bastante empinadas y cuando estuvimos allí, la gente se tiraba como si se tratase de un tobogán porque era muy resbaladizo, cayendo finalmente en una de las muchas pozas. Consejito de abuela: camina con cuidado porque el verdín puede hacer que te caigas mientras caminas y puede ser peligroso. También se puede pasear por los alrededores, los caminos no son difíciles y también hay una zona para hacer picnic y tomar el sol. Además, hay algunos bares y restaurantes cerca de allí, por si se os antoja una tapa.

   

3. Fervenza do Toxa. Hay que caminar bastante para llegar, pero merece la pena. Es una cascada muy alta, aunque no muy abundante en cuanto a agua. Cuando fuimos hacía un poco de frío así que yo no me bañé. Paseamos río abajo y curiosamente, a medida que el río desciende, descubres otras cascadas más pequeñas y también hay algunas pozas donde puedes darte un chapuzón. El recorrido es muy bonito, solamente hay naturaleza, territorio prácticamente virgen. Cuando nosotras fuimos, no había nadie, estábamos solas, lo que hizo que este lugar fuese todavía más especial. Llevad calzado cómodo por si os apetece hacer toda la ruta y algo para merendar, por si os entra el hambre. Ah, y Google Maps no detecta la ubicación de la cascada, así que si queréis ir, debéis poner “Río Toxa”, llegar allí y seguir las instrucciones de las señales, que no son muchas. Aunque una vez que encuentras el sendero correcto, simplemente es seguir el camino hasta que te encuentras con ella.

   

4. Muíño Vello, Redondela. En español sería “Cascada del Molino Viejo”, y efectivamente, encima de ella está situado un pequeño molino. Esta cascada es una de mis preferidas, la verdad. No es grande ni súper impresionante como puede ser la de Ézaro, pero este lugar tiene algo especial. Nos costó un poco encontrarla, porque Google Maps tampoco te indica la ubicación exacta. Tienes que ingeniártelas y preguntar a las personas que pasan por allí y seguir sus indicaciones. Cuando por fin estás cerca, hay un paseo de madera decorado con macetas y flores. También, hay algunas pozas encima de la cascada donde puedes darte un chapuzón, de relax. El agua estaba un poco fría, pero el día que fuimos hacía mucho calor así que agradecimos mucho que nos refrescase. Pasamos allí toda la tarde, merendamos y sacamos fotos, que aquí os las dejo. También hay un famoso bar allí, aunque cuando nosotras fuimos estaba cerrado. Una pena.

   

   

5. Pozas de Melón. Cambiamos de provincia y nos vamos a Ourense. Si algún día vais a Ourense y en el trayecto queréis daros un chapuzón, os recomiendo las pozas de Melón. Están relativamente cerca de la frontera con Pontevedra, así que bien, no se tarda mucho. El camino para llegar a ella no es de madera, sino de barro y piedras, así que calzado cómodo y a poder ser no muy nuevo porque acabará bastante sucio. Además de las cascadas, también hay esta especie de piscinas naturales donde puedes darte un baño, pues son bastante profundas. Recuerdo que el agua estaba bastante fría así que mi recomendación es ir en un día de calor. Podéis recorrer el río cuesta arriba hasta que os aburráis y encontréis un lugar donde poder relajaros y estar solas/os. Cuando fuimos, no había casi nadie así que estuvimos de maravilla. En verano, como son cascadas bastantes grandes, podéis practicar barranquismo. Puedes llegar a tirarte de una cascada cuya altura es de ocho metros, que se dice pronto. Aquí os dejo algunas fotos:

   

6. Fervenza Barbantiño. Y continuando con la provincia de Ourense, tengo que decir que esta cascada es mi preferida. No bromeo cuando digo que es uno de los sitios más mágicos en los que he estado. En las fotografías no se aprecia, pero es realmente especial. Está muy cerca de Ourense ciudad, pero necesitas coche para ir. Nosotras dejamos el coche un poco lejos de la cascada, pues hay que acceder a pie a través del monte, también territorio muy virgen. Era un día de muchísimo calor y estábamos sudando, tuvimos que bajar muchísimas escaleras para llegar pero cuando por fin llegamos, fue increíble. No sé si nuestro nivel de deshidratación influyó, pero aquello fue como el paraíso para nosotras. La cascada es bastante grande y cae el agua con fuerza. Además, una vez más estábamos solas (¡siempre tenemos suerte! ). Muertas de calor, nos quitamos la ropa rápidamente, nos pusimos los biquinis y nos metimos en el agua. Si por algo es única esta cascada, es porque no puedes ver el fondo, es completamente negro, lo que al principio nos daba “miedo”. De hecho, esta poza creo que también es conocida como "Pozo do Inferno". Finalmente nos metimos y el agua estaba buenísima. Nadamos un poco y fuimos hasta la cascada. Nos subimos a unas rocas bastante altas desde donde nos tiramos.

   

   Esta cascada también es muy especial porque está muy lejos de la civilización y todo a su alrededor es naturaleza. Cerca de allí, hay una especie de paseo que decidimos recorrer y explorar. Una vista bastante curiosa se obtiene desde la parte más alta de la cascada ya que ves la poza totalmente negra donde cae el agua. Al final de este recorrido (que duró como una hora), nos encontramos con este puente (que creo que es medieval), que mezclado con la naturaleza, los árboles que lo rodean me parece que tiene un toque hasta mágico.

   

   Ya acabando, decir que esta cascada no es muy conocida, la verdad, y quizás es por eso que sea todavía más especial. De hecho, creo que no tiene un nombre “oficial” pues la llaman de muchas formas diferentes. Yo he decidido utilizar “Fervenza Barbantiño” porque el río que baja por allí se llama así. Aquí os dejo las fotos que sacamos este día y que a mí me encantan. Me gustó tanto que estoy deseando volver otro verano.

7. Poza da Moura. Quién diría que a escasos metro del corredor del Morrazo está esta maravilla, esta poza natural donde puedes relajarte. Ya he ido incontables veces y nunca me aburro. Está en Domaio y tiene vistas a la ría de Vigo y aunque esté al lado de la carretera, no se escuchan los coches. Normalmente hay mucha gente, es cierto, y también tendréis que tomar el sol encima de las rocas, que no es lo más cómodo del mundo. No todo iban a ser ventajas. Pero es un lugar muy tranquilo, la gente va incluso en invierno, cuando aprieta el frío. También hay un paseo de madera que podéis hacer para tener unas vistas desde un punto más alto y también podéis ver los molinos que antes se alimentaban de las aguas de este río.

   

   Lo más curioso de esta poza es la leyenda que la rodea. Os la explico brevemente: se dice que hace años una muchacha se enamoró de un campesino que vivía en este lugar. El padre de ella estaba totalmente en contra de esta relación. Una noche, este vio en la poza a los dos enamorados en un encuentro amoroso. Lleno de ira, decidió matar al campesino. Fue entonces cuando la joven chica se sumergió en la poza y desapareció. Así, cuenta la leyenda que en las noches de verano, pueden oírse los lamentos de la joven, que todavía llora por la muerte de su amado.

   Sin duda esta historia representa la parte más mágica de Galicia, una tierra llena de naturaleza salvaje, acompañada de historias y leyendas.

¡Y hasta aquí el post de hoy!

Espero que os haya gustado y que hayáis descubierto algún lugar nuevo para vosotros pero sobre todo, que os hayan entrado ganas de conocer un poquito más el sitio donde vivís. Podéis dejarme en los comentarios cuáles son para vosotros las mejores cascadas de Galicia, las que hay que ver sí o sí. Espero que os hayan gustado las fotos y ya sabéis, nos vemos en el siguiente post.

Galería de fotos