Visita a Auschwitz-Birkenau
¡Hola a todos! Hace un par de años visité uno de esos lugares que ha sido protagonista en cientos de películas y libros, y que por desgracia, existieron en la vida real. Se trata del famoso campo de concentración de Auschwitz.
Construido en 1940 por la Alemania nazi, con el fin de alojar a todos aquellos que consideraban enemigos, pronto se quedó pequeño para sus grandes planes y construyeron diferentes ampliaciones de este, convirtiéndose en el mayor complejo de reclusos a lo largo de la II Guerra Mundial, y ya no solo con el fin de alojar a sus presos, sino también de forzarlos a trabajar hasta morir y de exterminarlos.
La mayoría de esos campos desaparecieron con la liberación, pero dos de los más importantes se mantienen: Auschwitz I y Auschwitz II Birkenau. Actualmente funcionan a modo de museos del horror que se pueden visitar.
Cómo llegar
Auschwitz era en realidad el nombre de una población que se encontraba cerca de los campos, (actualmente es Oświęcim) aunque casi todo el mundo al escuchar este nombre solo recuerda los famosos campos de concentración y exterminio. Se ubican a unos 50 km de Cracovia (Polonia). Por lo que la forma más fácil de llegar hasta ellos es desde allí.
Sé que existen autobuses que comunican Cracovia con Auschwitz para visitarlo por libre, pero yo sin duda recomiendo hacerlo con una excursión programada por varias razones: la entrada a los campos es gratuita, pero desde las 10h hasta las 14h, las visitas están reservadas para grupos programados, por los que tendrías que ir antes o después, y contando que se necesitan unas 4 horas aproximadamente para visitar ambos campos. Esto se debe a que el número de visitantes al día es limitado. Los autobuses no siempre dejan en la puerta del museo, si no en la estación de autobuses de la ciudad, que está en la otra punta del campo de concentración. La ventaja de acudir con una excursión es que vas con un guía que aporta mucho más información de la que viene en los paneles explicativos. Y de verdad, creo que Auschwitz es uno de esos lugares que necesita ser más oído que visto.
Encontrar una excursión programada es muy sencillo tanto si estás visitando Cracovia en esos momentos, como si no, ya que puedes encontrarlas por internet fácilmente. Recomiendo hacerlo con antelación ya que en temporada alta hay un gran número de reservas.
Las excursiones normalmente incluyen bus de ida y vuelta desde el centro de Cracovia, desplazamiento desde un campo a otro (unos 3 km) y guía turística en español. El precio fueron unos 35€. Y como os he dicho antes, compensa bastante.
Visita a Auschwitz I
Auschwitz I es el primer campo construido en esta zona. A la entrada, hay un control de seguridad similar al de los aeropuertos; scanner para las mochilas y un arco para las personas. Normalmente hay que esperar un poco en la entrada hasta que autorizan el paso de un nuevo grupo de visita.
La verdad que el campo se encuentra en un perfecto estado de conservación. En la entrada podemos observar el famoso lema que encabeza la puerta en alemán, “el trabajo os hará libres”.
Los barracones están construidos en ladrillo rojo y son de varias plantas. Sus interiores están totalmente reformados en forma de diferentes salas, pues es dónde se encuentra el museo del holocausto.
A lo largo de vuestro recorrido por los diferentes barracones, encontrareis muchos paneles informativos, fotos de cuando los campos estaban en funcionamiento, fotos de los presos, etc. Pero, por desgracia, no solo hay información escrita o fotografiada. Hay vitrinas dedicadas a un gran número de latas de ziklon B, el gas empleado para exterminar a las personas, hay cientos de maletas con los respectivos nombres de sus dueños, los cuales un día albergaron la esperanza de volver a recuperarlas, las camas de madera dónde dormían los presos más afortunados, hay cientos de gafas, zapatos, objetos personales en general que eran requisados por los capos y nazis que vigilaban la entrada de judíos, gitanos, polacos, etc. Realmente sobrecogedor.
También se conservan los muros, torres de vigilancia y vallas electrificadas infranqueables que impedían una simple idea de huida por parte de los presos. A lo largo de los 5 años de existencia, solo 2 presos lo lograron. El barracón que hacía de enfermería y otros lugares que ponen los pelos de punta a cualquiera, como el muro de fusilamiento o la plaza dónde hacían recuento de los presos.
La visita se finaliza en los hornos crematorios y la cámara de gas, que se pueden visitar por dentro. Aunque más de uno nos quedamos fuera.
Visita a Auschwitz II Birkenau
El campo de Birkenau es el más conocido de todos, pues es en el que se cometieron un mayor número de atrocidades, pero también el que ha sido protagonista de todas las películas ambientadas en esta parte de la historia moderna.
Su puerta de entrada es tristemente reconocible desde cualquiera de sus ángulos. Por debajo del gran arco principal se encuentran las vías de los trenes. Sobre ella se trasportaban a los presos hacinados en vagones de madera rudimentarios hasta lo que sería el inicio de su fin para la gran mayoría.
A unos pasos de la entrada se encuentra la réplica de uno de estos vagones. A lo largo de este triste camino, se encuentran numerosas torres de vigilancias, y los restos de lo que fueron vallas electrificadas que separan las zonas de los barracones de las vías del tren.
Pasear entre los barracones es muy escalofriante. En ellos se puede ver que se construyeron a una mayor velocidad que los de Auschwitz I, debido a la necesidad de alojar más presos, pues son mucho más rudimentariosy de una sola planta, con camas (si se pueden considerar así) hechas de cemento y ladrillo y adosadas a la pared y los suelos completamente embarrados.
La mayoría permanecen cerrados, exceptuando 2 o 3, preparados para las visitas. Otros se encuentran derruidos por las tropas rusas durante la liberación. Lo que más llama la atención de este campo es su enorme extensión y todas las historias macabras que escuchas a lo largo del recorrido por parte de guía.
A un extremo del campo encontramos las ruinas de los que fueron las cámaras de gas y el crematorio, destrozados por los propios nazis antes de la entrada del ejército soviético, para intentar destruir las pruebas de su genocidio.
Y llegados a este punto de la visita, se agradece que solo haya ruinas. Muy cerca, está el monumento al holocausto con placas en todos los idiomas de las personas que sufrieron en mayor medida el genocidio: judío, polaco, romaní, etc. También podemos encontrar una en caló, la lengua de los gitanos en España.
Reflexión personal
Os aseguro que hay que tener sangre fría para visitar Auschwitz. Siendo perfectamente conscientes de todo lo que pasó allí, se hace muy difícil caminar entre los barracones. Personalmente, he pasado años de mi vida leyendo sobre esta parte de la historia moderna de forma voluntaria hasta el punto de tener pesadillas, por lo que pensé que estaba más que preparada para enfrentarme al horror en persona. Pero cuando llegué allí, lo único que deseaba era que acabara la visita cuanto antes. Creo que cuando eres muy consciente de todo lo que ha sucedido en esos campos de exterminio, cada paso que das duele. Y no es de extrañar que os encontréis con personas que salen llorando.
Sin duda, la peor parte es la visita al museo en Auschwitz I, porque es dónde eres más consciente de que el genocidio fue real, con cada maleta, cada foto, cada objeto personal que detrás guarda una historia de sufrimiento. Yo me planteaba en todo momento la historia de cada uno cuando leía sus nombres.
Aunque Auschwitz II Birkenau tiene historias mucho más duras, no se conserva tanto detalle como en el anterior, por lo que se hace un poco más llevadero.
Considero que, debe ser una visita obligatoria para todo el mundo cuando se es adulto, porque eres más consciente de la realidad. Y de verdad admiro a los guías y gente que trabaja allí en la conservación de las instalaciones, porque yo sería incapaz de volver a poner un pie allí.
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (1 comentarios)
Clara Sastre hace 4 años
Yo salí llorando de allí, realmente es sobrecogedor.